Capítulo 218: Lo que debe ser normal

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✨🍦Advertencia de contenido sobre: acoso escolar, se recomienda discreción 🍦✨

Domingo

Ese día... ¡todo parecía ir aún mejor! Los niños ya volvían a ser los de antes. Por la mañana se sorprendieron al ver los cakes que les había preparado Satoru. La misión de trabajar en equipo seguía. Ese domingo al haber terminado las tareas domésticas Satoru se puso un abrigo, puso el suéter de pato a cada uno de los niños... esa tarde irían de paseo. Los niños estaban emocionados por lo que preguntaban insistentemente a donde irían.

—Como este fin de semana estamos trabajando en equipo, se me ocurrió que podrían ayudarme a terminar de elegir los muebles del estudio.

Yuuji: oh, ¿de tu escondite?

Claro, Satoru había llamado a ese lugar su escondite, era el lugar de la casa donde se suponía guardaría las cosas importantes que debían estar fuera del alcance de las manitas destructoras. Allí era donde guardaba su portafolio con la laptop. Los niños aún no respetaban del todo no meterse en el lugar pero ya lo reconocían como el escondite de su padre.

—Quiero que me ayuden a elegir algunas cosas para complementar ¿les parece?

Nobara: ¿es otra misión en equipo?

—¡Así es, una misión muy importante!

Los tres pusieron caras serias mientras caminaban a la puerta, a Satoru le generó ternura que lucieran serios pero trajeran sus suéteres de patos.

En cuanto entraron a la tienda olvidaron ir arriba del carrito, fueron a toda velocidad a pie, o lo que les permitían sus piernas, al interior de la tienda como si supieran donde estaba el área de muebles. Satoru tenía que gritarles que giraran a la derecha o izquierda iba en realidad muy cerca de ellos pues si los niños daban 10 pasos él daba dos y los alcanzaba.

Yuuji: ¿y qué falta? ¿Tienes mesa?

—Sí, el escritorio que compramos en el bazar, el que pinté hace unas semanas.

Megumi: ¿silla? —señaló unas muy bonitas y grandes que en realidad lo importante era que daban vueltas.

—La señora Estefanía dijo que tenía una, no nos preocupemos por eso.

Nobara: ¿necesitas libros?

—Hmm... no realmente, pero sí quizás un mueble con puertas y cajones... que cierren con llave ¡ah! y repisas. ¿Para qué quiero libros?

—Para parecer más inteligente.

Buen punto. Yuuji y Megumi saltaban, intentaban tomar unos ejemplares que tenían imágenes de galaxias y planetas.

Yuuji: ¡cómpranos un cuento!

Megumi: ese tiene marcianos.

Satoru lo meditó por un momento, los niños no solían tener afinidad por los libros, Satoru no había comprado algo así porque nunca lo habían pedido y eran pequeños aún no aprendían a leer.

—¿Por qué quieren un libro? Seguro lo dejarán allí arrumbado o lo romperán, manitas destructoras.

Megumi: pa' dormir.

—Ni que fuera almohada —Megumi lo miró con enojo y susurró:

—Fulano tonto.

—¡Te escuché! No respondes a mi pregunta.

Yuuji: para que Nanamin nos lea un cuento.

Oh Satoru de reojo vio a Nobara, ella sólo se dio la vuelta, su expresión aún demostraba tristeza pero al menos ya no les gritó a sus hermanos por haber traído a Nanami a la conversación. Se alejó a otro estante, muy lejos de los libros, fue a donde había cosas de jardinería.

Moondust II - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora