Moondust II - Jujutsu Kaisen

Capítulo 230: Calmar las aguas

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Nota: Feliz 2024!!! *cuetazo*

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Tras llegar al departamento la conversación entre los niños y Satoru fluyó como de costumbre. Nobara se veía un poco más tranquila al llegar a su lugar seguro. Durante el baño Satoru les volvió a preguntar cómo había estado su día en la guardería, ahora recibía datos nuevos como que habían jugado con Utahime incluso recibía los comentarios de Nobara pues ella no había hablado hasta ahora y aclaró:

—Me estoy portando bien... ¿me crees?

—Te creo —confirmó Satoru— Margarita no me ha dicho ninguna sola queja. De hecho me dijo que los tres han estado muy productivos y tienen una racha de ¿tres abejitas trabajadoras?

Yuuji: ¡son cuatro!

Megumi: yo no tengo cuatro... —dijo y se veía que tenía culpa.

—¿Y eso por qué? —trató de no darle tanta importancia.

Megumi: ay yo no quise pintar, me dio flojera.

Yuuji: estaba cansado y por eso perdió la abejita de hoy.

Satoru se rió a carcajadas, eso era muy común y no parecía que a Megumi le importara.

Nobara: también vemos a Utahime... ella me dijo que te hiciera un dibujo, está en mi mochila. Te lo daré después.

—Oh muchas gracias, lo pondremos en el refrigerador.

Nobara: también me dejó una tarea. Es una tarea muy importante. Ella dijo que era una misión de nivel especial.

—¿Ya te da misiones tan complicadas? Creo que eso es algo que debemos celebrar. Lo celebraremos mañana en la cena ¿qué te parece?

—Me parece muy bien...

Yuuji: ¿y qué harás? ¿Es secreto?

—No... pero es muy importante. Me dijo que te preguntara, fulano, ¿en qué trabajas?

Satoru parpadeó. Si bien ya estaba al tanto le parecía un tanto desconcertante que los niños preguntaran, nunca lo habían hecho quizás no era de su interés. Claro que aprovecharía para hablar bien de Nanami y aunque Margarita no lo dijo también debía hablar bien de él... aunque eso le costaba un poco a Satoru.

—Bueno...

Megumi: qué aburrida pregunta...

Satoru se indignó, la vena de su frente saltó e hizo una mueca de hartazgo misma que repitió Megumi.

—¡¿Qué te pasa? Si en lo que trabajo es muy importante!

Megumi: ¿ah sí? Yo digo que no.

—¡¿Por qué no?! —demostró enojo, su actitud era infantil.

Megumi: porque sí.

Ah sólo era para llevarle la contraria.

Nobara: creo que sí es aburrido...

Otra estocada más a su corazón.

—¡Pues no lo es! Es asombroso.

Yuuji: ¡entrevístalo como en la tele!

Esa era una buena observación. Nobara lo entendió, de inmediato buscó entre el jabón su martillo de juguete y lo usó de micrófono.

—¿Oiga usted, fulano, en qué trabaja?

Satoru ensanchó su pecho con orgullo aunque aún estuviera lavando el pelo de Megumi.

—¡Pues hago muchas cosas muy interesantes!