🔸Too much to ask🔸

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Olivia vio la hora y salió de la cama de un salto. Se le estaba haciendo tarde. A ella, a quien nunca se le hacía tarde. Sin embargo, cuando estuvo de pie, revisando su celular, alguien tomo su mano y jalo para que volviera a la cama.

-Un ratito más.- murmuró en su oído.

Sonrió por lo agradable de su acento.

-¿Quieres que Arabella me mate?- pregunto.

Él comenzó a besar su hombro, y ella suspiró ante la muestra de cariño. Era cálido, más que en otra ocasiones, y eso hacía que todo fuera más difícil.

Logro girar hasta quedar de frente a su cara, y le dio un corto beso en los labios.

-Krel, juro que hoy volveré temprano.- murmuró.-Y seremos nosotros hasta mañana. Pero no va a suceder si Arabella me mata.

Krel no dijo nada de inmediato. Le entrego una sonrisa que cargaba con algo de pena.

-¿Qué ocurre? ¿No te parece la idea?

-Es que yo ...

Y solo le bastó esa oración incompleta para saber que pasaba.

-Oh, ya veo.- dijo.

Logro zafarse de sus brazos, y salió de la cama. Continuó con la rutina de siempre. Pero esta vez con mucho más silencio.

A la salida del baño se choco contra su novio, y se detuvo.

-Oli, dime algo.- dijo.-Trato que no sean todos los días así, pero este proyecto requiere mucho tiempo.

-Y atención también.- dijo por lo bajo.-Lo se, y está bien.

-No se nota.

-Tambien tengo los días ocupados, sin embargo me hago un tiempo.

-Y yo igual.

Al oírlo, Olivia paso a su lado.

-No se nota.- dijo alto para que la oyera.

Termino de arreglarse, recogió su agenda y bolso, y sin desayunar, salió del departamento del muchacho sin decir más nada. Krel oyó el portazos, y dio un leve suspiro.

Olivia tomo su celular y vio que aún tenía un poco de tiempo. Lo que también tenía era hambre. Y con eso mente pensó en hacer una pequeña escala.

Desde esa noche habían dicho no volver a cometer ningún otro error, y que todo sería como antes. Volver a tener una relación de amigos y nada más.

Era algo, que según Olivia, podía mantener. Y que hasta ahora, no lo hacían tan al pie de la letra. Pero desde la última vez, hacía varios dias, que solo actuaban como cualquier otra relación amistosa.

—Lo superamos.— se solía decir Olivia cada vez que no sucedía algo que le pudiera causar un arrebato de culpa.

Llego a su departamento sin avisar, y toco la puerta con emoción. Él siempre tenía algo que comer, y aunque no se le hacía fácil cocinar se las ingeniaba. Al menos en los desayunos.

Cuando del otro lado abrieron, Olivia sintió que el mentón se le desencajó al verlo.

Con rapidez volteó para dejar de verlo.

-Ay, yo lo siento.- dijo apenada.-Creo que debí avisar que venía.

Se escucho su risa a su espalda, que le provocó escalofríos. Imaginarlo amanecido, sin playera y riendo era una terrible imágen para admirar a esa hora.

Glitter & Gold.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora