🌠Love Story🌠

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Por un tiempo, junto con Circe y Zoe, se fueron a vivir a Manchester. Allí, Hisirdoux tenía un trabajo que requería pasar más tiempo, y los viajes hasta España eran agotadores hasta usando a las mensajeras.

 Pasaba sus tardes en la biblioteca, no tanto como pasatiempo, sino como un pequeño trabajo. Dónde lograba pasar desapercibida.

 Allí tenía tiempo para escribir cartas, y estudiar en base a un programa de una carrera que una amigo le presto. No quería tentar tanto a la suerte de estar en la universidad, y llevarse malos comentarios por eso. Así que la mayoría de sus conocimientos era gracias a los libros de allí, y que, aun a la distancia, iba con a ritmo con las clases de literatura.

Por unas semanas, a comienzo de temporada, paso desapercibida. No tomo ninguna invitación de sus amigas, ni siquiera aquella que suplicaban por su presencia allí. "Tienes veintidós años, no es justo que sigas sin una argolla de compromiso"

—Si tan solo supieran que no me hace falta —murmuro mientras repasaba un texto viejo.

 Claro, que había alguna razón más para dejar de ir a los bailes, y es que pronto se volvió costumbre rechazar bailes. Solo aceptaba aquello, que iban más hacia alguna amistad que para un cortejó. Y existía una persona con la que podía perderse en los suaves ritmos de la música de salón.

  Con el tiempo, ambos tuvieron viajes con mas frecuencias, otras tareas que no hacían mas que acaparar las horas que creían que podría pasar juntos, y al final del día se encontraban recibiendo o mandando mas cartas de lo que alguna vez imaginaron.  

 Alguien dando un suave toque en la madera del mostrador la quito de la lectura floja que estaba haciendo a causa de pensar demasiado en lo mucho que podía llegar a extrañar a alguien. Sabía de quien se trataba, al menos cada miércoles iba, para recibir una recomendación de su parte.

Olivia no podía estar mas a gusto en compartir las lecturas a mujeres que pasaban por allí. 

—Señorita Casperan —dijo la mujer, en un sutil pero agradable tono. 

 Olivia hizo una reverencia, aunque en mas de una ocasión la mujer le dijo que no lo hiciera. 

—Lo siento, es la costumbre —dijo, dio una sonrisa de culpa—. No siempre pasan mujer con su rango a buscar una nueva lectura, todas las semanas. 

—Siéntase halagada, tiene un gusto exquisito —dijo, y dio un pequeño golpe contra la madera—. Pero hoy no vengo por mi recomendación semanal. Es mas dejare de venir por un tiempo, me temo. 

—Oh, lo lamento tanto —dijo Olivia, chasqueo la lengua—. De todas formas, déjeme darle mi ultima recomendación. Le gustara tanto que, cuando este lista vendrá por mas.

—Lo acepto, señorita Casperan, no me puedo negar a una buena lectura. 

 La mujer, de unos cincuenta años, que aun así no dejaba de lucir joven, le dio una sonrisa jovial. Olivia estaba segura, que si algún día debía envejecer, quería hacerlo como ella. No tanto por el aspecto físico, pues no dejaba de ser una mujer hermosa, sino mas bien por lo bondadosa que llegaba a ser, mas aun con su rango de nobleza. 

 Nunca llego a creer que trabaría una amistad con una condesa, ella que era una simple bibliotecaria, que claramente no tenia ningún titulo mas que el de ser una bruja.  

 Olivia le paso el ultimo libro que leyó, algo de misterio y romance, un tomo que a ella le tomó un tiempo terminar de leer, y que estaba segura que le serviría para el largo viaje que haría. Mientras, la condesa Wellesley le dio un sobre. Mas grande que uno normal, y de un sutil color hueso perlado. Con tan solo tenerlo en sus manos, supo de inmediato de lo que se trataba. 

Glitter & Gold.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora