Paso toda la noche en vela pensando en lo que había leído sobre mis padres y Escorpiones.
Lo mejor de todo es que hoy toca tiro al blanco. Con un poco de suerte me clavo un cuchillo en el ojo.
-¿Qué cara es esa?-pregunta Gabriel divertido mientras le doy un sorbo a mi café bastante cargado.
-Cállate, no he dormido en toda la noche, estoy muy cansada.-me apoyo en su hombro y el rodea los míos con su brazos-creo que me voy a caer.
Se ríe y empieza ha hablar con Logan de algo a lo que no presto atención. Se siente bien teniendo a mi hermano de vuelta.
Por el contrario, Allison me está molestando un poco, lleva todo el rato mirándome.
-¿Por qué me miras así?-le pregunto
-Solo quiero saber que viste ayer que te quito el sueño.
-Créeme,-contesto-no quieres saberlo.
Se encoge de hombros y sigue a lo suyo.
En la sala de entrenamiento los ojos se me cierran solos mientras intento concentrarme para ponerme de manera correcta y lanzar medianamente bien.
-Emma, no te estás colocando bien-réplica Will detrás de mi.
-Lo sé-respondo
Estos últimos días ha estado borde conmigo, y no se por qué.
-Y entonces, ¿por qué no lo haces bien?
-Lo intento.
Me mira durante unos segundos más y se va. Voy a agarrar otro cuchillo, pero cuando lo voy a lanzar, un dolor agudo recorre mi brazo. La mano se abre involuntariamente y el cuchillo se cae al suelo. Abro la palma de mi mano y ahogo un grito, dejando a la vista una brecha horizontal de tamaño considerable. Duele y sangra mucho.
-¿Emma? ¿Qué te has hecho?-pregunta Logan
-Me he cortado,-respondo apartando la mirada de la herida y cerrando el puño con fuerza. Mala idea.-creo que me estoy mareando.
-¡Peter!-grita-¡Emma se ha cortado!
Peter esta junto a mi en pocos segundos. Agarra mi codo y me sienta en el ring más cercano.-Déjame ver.
Poco a poco, mi puño cerrado se abre. Evitó mirar la herida, pero siento la mano húmeda por la sangre. Estoy mordiendo mi brazo con fuerza.
-Es muy profunda, está sangrando mucho y estás pálida. Mantén el puño cerrado.-le hago caso-¡Will, me la llevo a enfermería! Oye, relájate.
-Para ti es fácil decirlo, no te has rebanado la mano por la mitad-digo en un tono a penas audible.
Me sujeta por los hombros, cosa que agradezco ya que parece que que me voy a caer de un momento a otro. Cuando estamos en enfermería me sienta en una silla y me dice que espere. Llega poco después con una enfermera, que nos lleva a una sala cercana. Me dice que me siente en la camilla, aunque lo que yo hago es tumbarme. Peter esta al otro lado, le cojo la mano y me da un apretón. La enfermera limpia la herida, me atrevo a echarle un rápido vistazo, aunque en seguida me arrepiento. Es grande y profunda, por mucho que la enfermera la limpie, no deja de sangrar. Siento como la mano me palpita.
Mi respiración se acelera y Peter hace que le mire.
-Será mejor que no mires.
-Sí, gracias por el consejo-respondo, irónica.
Después de otros tres minutos limpiando la herida (no me hubiera extrañado que fueran más) la enfermera me echa un spray que me duerme la mano, lo que agradezco ya que el dolor disminuye. Aún así, cuando cose la herida, siento unas punzadas. Aprieto la mano de Peter, solo por si acaso.
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Brave
ActionEl motor ruge, el coche explota, todo se vuelve negro y silencioso. No pensé que mi vida terminaría tan pronto. Emma Berries es una chica normal, de 16 años, con un hermano mellizo y una vida más o menos corriente. Pero, ¿Qué pasará cuando descubra...