E&W

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Sorpresa!!!!!!!!!!! He vuelto con un pequeño relato, una parte de la historia que aun no he contado y me parece que debería hacerlo... me vino a la mente de repente y no he podido resistir compartirlo con vosotros. Lo cierto es que echo mucho de menos escribir Brave, guardo con mucho cariño todos los momentos en los que tuve que tomar ciertas decisiones o me entro la inspiración de repente e iba corriendo al ordenador para escribir.

También quiero decir que suman ya mas de cien mil leídos, y subiendo! Para mi es muchísimo, me siento orgullosa de saber que mi obra le llega a tanta gente y la disfrutan tanto. 

Bueno, me dejo ya de rollos, espero que disfrutéis este pequeño "capítulo". Muchísimas gracias, mis amados lectores.

El comedor está repleto de ruido, luces y comida. Todos vestidos en trajes de gala, bailando y riendo. En resumen, la enorme sala está llena de alegría y movimiento, todos divirtiéndose.

Mi hermano está sentado a mi lado, con un esmoquin negro impecable y  los zapatos brillantes. Por desgracia, se revolvió el pelo en clara señal de nerviosismo mientras, unas horas atrás, esperaba a la mujer que ahora es su esposa en el altar de la iglesia.

Junto a mi hermano, Allison viste un hermoso traje blanco de novia, con el pelo recogido en un moño de forma escrupulosa (echo por mí) con un hermoso broche plateado. Le duelen los pies por los altos tacones, lo sé. Probablemente tenga algunas ampollas en su noche de bodas, pero no creo que la adrenalina que siente en estos momentos le permita pensar en su dolor.

Ambos se ven tan felices... con una sonrisa de oreja a oreja, enseñando todos sus dientes, arrugando sus ojos tanto que parecen cerrados. Son felices, lo veo, y me alegro muchísimo por ellos. Después de todo, nos merecemos paz y felicidad.

Una canción lenta empieza a sonar, la pista de baile se vacía, pero los dos tortolitos no se dan cuenta.

-¿Gabriel? - le doy un leve codazo, sin querer romper mucho su burbuja de felicidad. Me mira con la sonrisa con la que lleva todo el día. - Creo que todos esperan que salgáis a bailar...

-Emma, llevamos toda la tarde bailando. Simplemente estarán cansados, o con hambre.

Me deja sin palabras cuando se gira de nuevo hacia la mujer de su vida. Tomo un sorbo de mi copa de champagne  y la vuelvo a dejar suavemente sobre la mesa. Poso mis manos en mi regazo mientras disfruto de la dulce y lenta melodía. Debo mencionar que la canción me recuerda bastante a Will. 

Hablando del rey de Roma, posa sus manos en mis hombros desde atrás mía, se agacha un poco para ponerse a mi altura y yo giro mi cara. Me besa dulcemente, haciéndome sonreír.

-Vamos a bailar.- me susurra.

-Will, no hay nadie...

-¿Qué mas da? Mas sitio para nosotros, nena. - esa última palabra hace cosquilleos de la intensidad e una manada de elefantes en mi estómago, lo que me termina de convencer.

Me levanto de mi silla, tomo su mano cuando me la ofrece y vamos a la pista de baile. Nuestros ojos están conectados, nos encerramos en nuestro propio mundo, salvándonos de miradas indiscretas, mientras nos balanceamos al son de la música.

-Estás preciosa. Eres preciosa.

-Te noto especialmente cariñoso hoy...

-Celebraciones así me ponen romántico. 

Me hace soltar un leve risa. Juntamos nuestras frentes.

-Te amo.

-Yo...- me calla antes de que pueda responder.

-Quiero que esas dos palabras dejen de ser vacías, Em, de verdad que lo hago, tanto te quiero que temo que cualquier día voy a explotar... y sé que sientes lo mismo.

-Estoy harta de decírtelo. Por supuesto que lo hago.

-Siento que eres mi pasado, mi presente y mi futuro.- acaricia un mechón rebelde de mi pelo, escondiéndolo detrás de la oreja.- Siempre has estado para mi, para todo lo que necesito. Yo he intentado hacer lo mismo.

-Has sobrepasado mis expectativas hasta ahora, lo hiciste desde que te vi sentado en el sofá de mi casa. - sueno un poco preocupada. Lo estoy.- ¿Va... todo bien?

-Nos lo damos todo el uno al otro. ¿Por qué no seguir escribiendo nuestra historia?

Nuestro balanceo para, la música para. De repente siento todas las miradas puestas en nosotros. Todos lo Agentes invitados a ésta boda están pendientes, sonrientes.

Will se aleja un metro de mi, me mira de arriba abajo con sus ojos llenos de amor. No creo que vaya a...

Se lleva la mano al bolsillo mientras se arrodilla ante mi. Saca una pequeña caja, mis ojos se llenan de lágrimas, la abre, me llevo las manos a la boca, un precioso anillo de compromiso esta ante mi, reluciente y esperando a ser colocado en mi dedo anular.

-¿Quieres hacerme el honor de casarte conmigo?

Parece que el universo calla esperando mi respuesta, los segundos parecen minutos, horas, meses, años. 

No aparta sus ojos de mi. Poco a poco, muy lentamente, voy asintiendo con la cabeza hasta que consigo articular palabra y decir un enorme sí. 

Me coloca el anillo, no dejo que termine de levantarse cuando le lanzo a su cuello, casi tirándole al suelo. Abraza mi cintura y me eleva en el aire, nos separamos lo suficiente como para poder darnos el mejor beso que probablemente recordaré de él.

-Ahora si, nena, ya no son palabras vacías; te amo. 

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