Mi reflejo en el espejo es extraño, hace tiempo que no me miro tan exhaustivamente y el cambio es increíble. Tengo las piernas y los brazos fuertes, la pequeña capa de grasa que había en mi barriga ya no existe, la pincho con el dedo y puedo comprobar que esta dura. Tengo los nudillos magullados, aunque ya estoy acostumbrada. En la mano derecha tengo una línea rosada, casi imperceptible.
Voy tarde, y necesito al menos una magdalena para poder entrenar.
Voy por los pasillos y veo a Peter de lejos, le saludo con un hola, pero por supuesto que eso a él no le basta y sujeta mi brazo, girándome hacia él.
-Emma-me llama.
-No tengo tiempo, Peter.
-Escúchame un segundo.
Pongo los ojos en blanco y me deshago de él, empiezo a caminar hacia la puerta del ascensor pero la tapa con su cuerpo. Me rindo, se que persistirá hasta que no me diga lo que me tenga que decir. Suspiro, cruzo los brazos y espero. Mientras antes, mejor.
-Will te habrá contado muchas cosas de mí, pero él no es muy distinto.
Frunzo el ceño-¿A qué te refieres?
-Por supuesto que eso no te lo iba a contar. Si, soy un mujeriego, pero él se aprovechaba de las chicas a las que yo dejaba, ¿sabes?, solo vi que pasara una vez, pero seguro que fueron más. El caso es, que el también tiene sus cosas malas, no son todo flores y bombones. Cuando le fui a preguntar, dijo que no quería hablar de ello. No solo debes tener cuidado de mi, ¿sabes? aunque ni si quieras deberías de preocuparte más por eso. Ya pasó, no quiero seguir así.
-¿Eso era?-digo, fingiendo indiferencia, aunque me de mucho que pensar.-Déjame ya, Peter, llego tarde.
Esquivo su cuerpo y voy al comedor, pero sus grandes puertas están cerradas cuando llego, por lo que tengo que volver a correr para llegar a la sala de entrenamiento. Llego, jadeante, y veo como Will está explicando algo Allison. La sujeta por la cintura, y eso remueve algo en mi.
Cuando me ve se acerca, y se coloca frente a mi, sujetando uno de mis codos con sus manos.
-Buenos días, ¿Qué te ha pasado?
-Yo...-digo, pero dudo en decirle sobre Peter-Me he entretenido.-frunce el ceño, no se lo cree.
-Está bien, empieza.
Me paso la mañana golpeando el saco o peleando con Allison y Gabriel mientras Logan se la pasa lanzando cuchillos, peleas que gané yo, debo añadir. La hora de comer llega demasiado rápido y mi barriga se queja por no haber comido nada desde anoche.
Empiezo a andar hacia la salida, pero mi vista se nubla y mi piernas pierden fuerzas. Sacudo la cabeza para espantar la sensación de cansancio, solo aumenta. Termino de perder fuerzas y caigo de rodillas y solo escucho los pasos de Will corriendo hacia mi antes de caer en la oscuridad total.
Despierto rodeada de susurros, noto algo blando y suave debajo de mi. Un colchón. Abro los ojos, pero cuando veo a todos mis amigos hablando, los vuelvo a cerrar, no quiero que me acribillen a sus preguntas.
-No ha desayunado esta mañana.-escucho la voz de Allison.
-Estuve hablando con ella cinco minutos antes de que cerraran el comedor.-dice Peter.
-Está bien, hablaré con ella. Será mejor que la dejemos descansar, la cuidaré.
No abro los ojos hasta que la puerta se cierra, y me encuentro los ojos de Will en los míos.
-Hola-digo
-No has desayunado-en su voz es notable el enfado.
-No he desayunado.-afirmo- ¿Qué te pasa?
-No me gusta que me mientan, Emma-mierda-Peter habló contigo antes de que vinieras a la sala de entrenamiento y dudaste al decirme donde estabas.
-Peter me dijo que te aprovechabas de las chicas con las que él cortaba.-suelto sin mas. Su cara se torna visiblemente pálida y sus ojos siguen en mi, pero su mente vaga en otro lugar.
-¿Eso te dijo?-dice tras varias respiraciones.
-Eso me dijo. Pero me gustaría que tú me lo explicaras.
-Es complicado...
-También le dijiste eso a Peter, ¿no me lo vas a contar?
-Yo no...-espero que hable, pero no dice nada.
-¿Tu no que, William?
-Es complicado.-repite-No sé como hacerlo.
-Pues cuando lo sepas, dímelo.
Salgo de la habitación, no sin antes echarle un último vistazo. Pálido y tenso, me tienta volverme y abrazarlo por la espalda, pero no puedo hacerlo, a si que salgo de habitación con un pequeño sentimiento de culpa.
Consigo colarme en la cocina y comer algo sustancioso, lo que hace que rápidamente me siente mucho mejor.
No dejo de pensar en Will mientras como. ¿Cómo una persona como él puede hacer algo semejante? No lo creo, necesita tiempo para aclararse, se que hay algo más detrás pero no quiero presionarlo y por eso me he ido. Aunque ahora que lo pienso, he sido demasiado brusca.
Salgo de la cocina a hurtadillas, mi misión ha sido todo un éxito y he conseguido alimentarme. No quiero ver a nadie ahora, a si que voy a la terraza con la esperanza de que Peter no aparezca por allí. Me siento en el suelo, apoyando la espalda en la barandilla y me quedo allí mientras anochece, e incluso más tiempo, no bajo hasta que no estoy segura de que todos se han ido ya a dormir.
Me deslizo entre las sábanas, bastante cansada, pero mi sueño no dura mucho. Alguien me zarandea y, tras varias protestas, consigo abrir mis ojos, encontrándome con los ojos llorosos de Allison.
-¿Allison?-digo aún dormida.-¿Qué ha pasado?
-Emma, ha pasado algo terrible.-dice entre sollozos.
-Vale, relájate y dímelo.
-Es Will, le han disparado.
Me incorporo de golpe con los ojos muy abiertos. La noticia impacta en mi, como un martillo que me rompe en millones de pedazos.
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Brave
AksiyonEl motor ruge, el coche explota, todo se vuelve negro y silencioso. No pensé que mi vida terminaría tan pronto. Emma Berries es una chica normal, de 16 años, con un hermano mellizo y una vida más o menos corriente. Pero, ¿Qué pasará cuando descubra...