Brave

Capítulo 6. Bienvenidos a la Agencia.

Los insistentes golpes en la puerta me despiertan. Ignorando que día es, pongo la almohada sobre mi cabeza, amortiguando el sonido.

-Emma, no me hagas tirar la puerta abajo-la voz de Gabriel suena al otro lado.

Instintivamente abro los ojos. El es capaz de hacerlo, de echo, una vez lo hizo.

*Flashback*

Narra Gabriel:

Me despierto y sigo mi rutina de siempre. Antes de bajar a desayunar veo la puerta del cuarto de Emma cerrada, a si que decido despertarla o llegará tarde.

Lo se, soy el mejor hermano del mundo.

En pocas zancadas llego a su puerta y la golpeo suavemente. No hay respuesta. Toco mas fuerte, y más fuerte, antes de empezar a gritar.

-¡Emma va, vamos a llegar tarde!

Nada. Me había quedado sin recursos. Me aparto un poco de la puerta, haciendo distancia para coger velocidad, y la tiro abajo. Mi sorpresa es ver un cuarto completamente vacío y ordenado.

Unos pasos apresurados suenan por las escaleras, y poco después aparece Kate. Al ver la puerta en el suelo, una expresión de sorpresa se instala en su rostro.

-¿Gabriel, que demonios has hecho?

-¿Dónde está Emma?

-Se fue al instituto hace un rato.

¿Qué? Miro mi reloj. Me he despertado muy tarde, tengo cinco minutos escasos para llegar al instituto.

*Fin del flashback

Para evitar más incidentes como ese, le grito un "ni se te ocurra" y me siento en la cama.

-Déjame entrar Emma.

Perezosa, me levanto y quito el pestillo. La puerta se abre y un Gabriel con vaqueros y camiseta azul marina entra.

-Will está abajo, con un tío que nos llevará a la Agencia.

La realidad me golpea, por un momento me gustó pensar que lo de ayer fue un sueño.

-¿Qué hace aquí Will?-digo mientras me froto los ojos-Ayer me dijo que no iba a venir.

-No lo se, pero date prisa.

-Si, estoy tan emocionada por llegar...-añado irónicamente, mientras sale de la habitación.

Cierro la puerta, cojo la ropa que dejé preparada anoche y salgo de nuevo. En el cuarto de baño me desvisto lentamente. Entro a la ducha y me tomo mi tiempo en regular el agua. Lavo lentamente mi cabello y mi cuerpo, me echo acondicionador y enjuago. Me alegra que mi hermano no venga a darme la lata como normalmente hace, necesito estos últimos momentos en mi casa en paz. Me envuelvo en una toalla y salgo de la ducha. Me miro en el espejo. El número de pecas en mi cara a aumentado en estos últimos años. Mi moreno y rizado cabello cae por mis hombros hasta poco antes de la mitad de mi espalda. Debería cortarlo, pero teniendo en cuenta mi situación actual, no me preocupo demasiado. Sin embargo, el color de mis ojos ya no es tan intenso, ahora es una mezcla de azul y gris. Me pongo mis vaqueros y una camiseta de manga media blanca. Unos zapatos negros y salgo. En mi cuarto paso un cepillo por mi pelo hasta que está decente. Termino de guardar las cosas en la maleta y bajo.

Me detengo a mitad de las escaleras cuando escucho a Gabriel hablar.

-...y realmente estoy preocupado por ella.