Brave

Capítulo 32.¿Por qué?

Esta novela está llegando ya a su recta final, quedan muy poco capítulos para que termine, como los tres que siguen a éste son muy cortos el jueves haré un maratón de Brave con esos capítulos cortos, ahora os dejo disfrutar de la lectura:

Camino tensa y sin pensar en nada hasta que llego a la puerta del despacho de la subdirectora, tras dos leves golpes entro.

Está de espaldas a mi, con los hombros hundidos, se da la vuelta y está al teléfono, hace un gesto para que espere un segundo y me siente, lo hago.

-Tienes que solucionarlo cuanto antes, entra en el sistema de todos los periódicos, televisión, pon vigilancia. Tenemos que camuflar ese sitio como si no pasara nada.-y cuelga.

Siempre he admirado a esta mujer, por su determinación y rigidez. A pesar de que le dispararon, ella siguió luchando en contra de los Escorpiones.

-Will...-algo se atasca en mi garganta al decir su nombre.-Me ha dicho que quería hablar conmigo.

-Sí, gracias por venir. Quería informarte sobre Andrew.-Ya está, eso es a lo que Will se refería, con un poco de suerte volveré a verlo antes de acabar con todo esto.-Le hemos hecho un juicio, le hemos condenado a muerte por traición.

Mi reloj vital se para. ¿Como puede ser esto posible? ¿Por qué no me avisaron para ir al juicio?

Estabas vagando por ahí cual alma errante, Emma, probablemente no querían molestarte en tu ardua tarea de no hacer nada.

Ya, subconsciente, cállate.

-Él quiere que estéis presentes, los cinco, y quiere hablar con vosotros antes, y contigo.

Me pongo aún mas rígida, si es que eso es posible. Asiento lentamente

-Siento todo lo que ha pasado, Emma, sé lo que piensas, sé que necesitas un descanso y pienso dártelo. Solo aguanta un poco má. Pero, de momento...-saca un sobre blanco, impoluto, de su cajón y lo desliza sobre la mesa hasta quedar en frente mía.-Esto es por todas las molestias.

Deslizo el sobre entre mis manos y lo abro con cuidado. De él saco un papel con forma rectangular. Un cheque, con una cantidad desorbitada de dinero. Lo miro entre mis manos, sin dar crédito a lo que veo. No protesto, no lo rechazo, decido quedármelo. Por supuesto que me lo voy a quedar, lo necesito para llevar a cabo lo que tengo en mente. Vuelvo a meter el papel en el sobre y lo pongo sobre mi regazo.

-Gracias.-susurro.

-Gracias a ti por ayudarnos a acabar con ellos.

-¿Por qué no hacéis la Agencia pública?-suelto de repente.

Se queda impresionada, sus ojos se abren y su boca se abre formando una O, Quiere decir algo, pero no sabe el que.-No podemos... nosotros no...

-¿Por qué no? Todos los que no nos tendrían que conocer, nos conocen, ¿por qué no hacer público algo tan grande como lo que tenemos entre manos, señora Jones? Sería un gran paso, la gente se sentiría mas segura por las calles, o al menos yo me sentiría así sabiendo que algo tan grande como la Agencia vela por todos.

-No, es mas complejo que eso.-dice tras una larga pausa. Se lo esta pensando, lo veo en su expresión.-Ya puedes irte, Agente.

Asiento y me levanto. No pienso añadir nada más, se que su templanza se esfumará si insisto, mejor irme y dejarla tranquila, ya tiene suficientes cosas en los que pensar. Antes de cruzar la puerta, me llama.

-Emma.-me sorprende el tono familiar que emplea conmigo de repente.-Siento todo, tus padres, Logan, tu vida... todo lo perdido es culpa nuestra, espero que sepas perdonarnos.