Brave

Capítulo 20. La fiesta.

Entramos en su casa y cierra de un portazo. Se pasea por todo el salón revolviéndose el pelo una y otra vez. Me quedo cerca de la puerta, abrazándome a mí misma. Las imágenes de mi casa y Kate muerta me atormentan y no me permiten pensar con claridad.
Will me mira por unos segundos y dice:

-Tengo que hacer unas llamadas.

Y sale a paso rápido hacia su cuarto.

Doy un paso hacia atrás, hasta que mi espalda choca con la puerta y me resbalo hasta caerme y sentarme en el suelo, abrazando mis rodillas y escondiéndome. No se cuanto tiempo pasa, si horas o minutos, pero cuando Will hace su reparación en el salón, más calmando, puedo ver la rabia que reflejan sus ojos. Rabia hacía mi.

-Tendrías que haberte ido cuando te lo dije.

Abro la boca, pero ningún sonido sale al exterior, pero solo unas lágrimas caen por mis mejillas. Me mira, insistente.

-Puedo defenderme.-digo, con un hilo de voz

-¿Te crees que no lo se? Te he entrenado yo, no es cuestión de medir tu valentía, Emma, es instinto de supervivencia. Te podría haber matado.

Me levanto, apretando los puños a mis costados.

-Pero no lo han hecho ¡No te iba a dejar solo!-más lágrimas caen y siento un nudo enorme en la garganta y un vacío en el pecho.

-¡Pero podrían!-dice subiendo el tono de voz.

-¡Pero no lo han hecho, joder!-repito-Estoy viva.

-No puedes exponerte este tipo de peligros Emma, esto es mucho más peligrosos que esas simulaciones de mierda de la Agencia, no sirve para nada. Parece que no sabes en la situación tan grave en la que te encuentras. ¡Te busca la mitad de Escorpiones!

-Se que me están buscando y sé que quieren matarme.-mi voz sale ronca por culpa de los sollozo-Pero también mataron a mis padres, William. No se por qué te alteras tanto.

-Me altero porque se lo prometí a tu madre-dice bajando la voz. Unos segundos de silencio se forman entre nosotros.-Porque se lo prometí a tu madre y porque te quiero, y no quiero que te hagan daño.

Me quedo perpleja durante unos segundos, pero reacciono y camino hacia él lentamente. Me pongo de puntillas para acercarme a sus labios.

Cierra los ojos, frunce el ceño y acepta. Lo beso lo más suavemente posible. Sus labios son iguales que ayer, pero esta vez transmitimos mucho más

-Yo también te quiero-digo rozando sus labios.

Con el pulgar de sus dedos quita alguna lágrimas y me abraza fuerte contra él. Y paso mis brazos por su cuello.

-Siento haberte gritado-susurra en mi oído, provocando que un escalofrío me recorra.-¿Cómo te sientes?

Le aprieto más contra mi, haciéndole saber que no quiero hablar del tema.

***

Estoy tumbada en su cama, esperando a que salga de la ducha, cuando un ruido y una luz llaman mi atención. Es el móvil de Will. Curiosa, me acerco a su teléfono.

Es un mensaje de Peter.

¿Os apuntais a una fiesta esta noche? En el Salón Negro, os espero.

Mi primer instinto es negarme, aunque... ¿por qué no? No estaría mal alejarme un poco de todo esto, beber, bailar y divertirme. Vuelvo a mi posición en la cama y poco después sale Will del baño.

Se acerca a su teléfono y lee el mensaje de Peter, sonríe mientras envía la respuesta. Deja el móvil donde estaba antes y lo observo. ¿No piensa decirme nada? Me pilla mirándolo, pero en lugar de apartar la mirada, una sonrisa escapa de entre mis labios.