Capítulo 4. Dos años después.

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DOS AÑOS DESPUÉS.

Estoy en el coche tras mi último día de clases antes de que el septiembre que viene empiece la universidad. Mi vida es un auténtico infierno. Me cerré en banda ante toda amistad posible. Me aislé, no quería nada con nadie.

Pero son todo unos capullos. Unos muy grandes.

Se tomaron mi aislamiento como una señal para meterse conmigo, para denigrarme y hacer el vacío de mi pecho mas grande.

La vida de Gabriel es totalmente distinta. Sigue teniendo a sus amigos y es feliz. Me invita a veces a ir con ellos, pero prefiero quedarme en casa sin hacer nada a que la gente les vea conmigo. ¿Qué si me defiende? Sí, lo hace, pero no puede controlar a todo el instituto.

Me recuesto en el asiento delantero del coche de mi hermano y bajo la ventana, permitiendo que el aire choque contra mi cara y me revuelva el pelo.

-Hey Emma-Dice Gabriel

Giro la cabeza hacia él, haciéndole saber que tiene mi atención.

-¿Te apetece ver una película ésta tarde?

-Paso, ya te he dicho que no quiero que te vean conmigo.

-No con mis amigos, tu y yo, solos, una tarde de hermanos, ¿qué me dices?

Mi primer pensamiento es negarme, otra vez, aunque pensándolo mejor... hace tiempo que no hago nada con él. Tengo ganas de pasar un tiempo con mi hermano

-Claro, será divertido.

Gabriel asiente y en su cara asoma una ligera sonrisa.

Al llegar a mi casa, Kate me abre con cara de preocupación. Se le habrá quemado la comida.

-Hola Emma.

-Buenas-respondo.

Paso por su lado y subo las escaleras hacia mi cuarto, dejo la mochila sobre la cama, cojo mi móvil de la mesilla de noche y bajo. Entro al salón con la vista fija en la pantalla, hasta que no voy a sentarme no me doy cuenta de que dos personas vestidas a lo "hombres de negro" están sentadas en mi sofá. El de la derecha es calvo, demasiado corpulento y piel morena. Calculo que unos treinta y muchos o cuarenta y pocos. El que está a su izquierda es mucho mas joven, unos 20 años, dos más que yo, con el pelo corto castaño y la piel mas pálida. Al verme, se quita las gafas de Sol. Sus ojos son color miel.

Que alguien venga y me despierte.

-¿Kate?-grito

-Dime cielo.-me responde.

-¿Quiénes son...?

-Buenas tardes señorita Berries.-Dice el calvo interrumpiéndome. Se levanta del sofá seguido del tío bueno-Soy Andrew Neville. Y este es...

-William Anderson, llámame Will.-Interrumpe el que ahora tiene nombre.

Hay algo en la mirada que dirige hacia mi, como si el ya me conociese de algo y estuviera esperando mi reacción, pero a mi no me suena de nada.

-Veo que ya se han presentado-suspira Kate, entrando en el salón.

La puerta se abre y Gabriel entra en la casa.

-Hol...-Se corta-¿Y vosotros sois...?

-Gabriel Berries, un placer conocerte, soy Andrew Neville, él es...

-William Anderson-vuelve a interrumpir.

Andrew le estrecha la mano a Gabriel, y se forman unos segundos de silencio.

-Tenemos que hablar con vosotros-dice Neville.

-Pero antes vamos todos a comer-ordena Kate.

Todos nos sentamos a la mesa y el almuerzo transcurre en un incómodo silencio en el que Gabriel y yo nos miramos, Will me mira de reojo, Gabriel cruza algunas miradas con Will y Kate, que me mira también de vez en cuando. ¿Andrew? Él solo mira su plato.

Esto es de locos.

Soy la primera en terminar. Me levanto haciendo ruido con la silla, con el plato en mis manos. Todos me miran con cara extraña.

-¿Qué pasa?-pregunto.

-Nada... tu no te preocupes por recoger hoy, yo me encargo.

Normalmente no recojo y Kate me regaña siempre y por una vez que recojo... ¿me dice que no lo haga? Definitivamente, todos están locos.

Me encogo de hombros y subo a lavarme los dientes. Cuando bajo todos están en los sofás. Me siento en el único espacio libre que queda entre Will y Gabriel. Kate y Andrew están en el otro sofá.

-Bien-este último se pone en pie-empezaremos por lo más sencillo. Vuestros padres trabajaban para la Agencia, un sitio encargado de la protección secreta de los ciudadanos. Obviamente vosotros no sabíais nada, ya que eso se mantiene en secreto, solo los integrantes de la Agencia lo saben. Volvamos al tema que nos ocupan. El "accidente" del que formásteis parte hace dos años no fue más que un atentado contra vuestra familia. Este trabajo requiere cierto riesgo. Lo que quiero decir con todo esto es que, tras la muerte de vuestros padres, alguien tenía que ocuparse del sus puestos, y ¿quién mejor que sus hijos? Dejaréis toda vuestra vida, mañana por la mañana vendremos y os llevaremos a la agencia. Yo y una de las directoras de la Agencia quedamos en formaros cuando obtuvierais la mayoría de edad, cosa que ya ha pasado.

-¿Estas de coña?-me levanto, con los puños apretados a mis costados.-¿Cómo que un atentado?

-Emma relájate-Dice Will, que se levanta y me coge de un hombro.

Todos están ya de pie.

-¡No! ¡no pienso dejar mi vida y mi futuro!

En estos momentos estoy estupefacta, todo lo que pasa por mi mente no me da cabida a actuar de otra manera.

-No me podéis arrebatar mi vida. - aunque tampoco es que tenga mucha...

-Me temo que ya lo hemos hecho-dice Andrew

-¿Quién te crees para decidir por mi vida?

-Tus padres dieron el consentimiento, llevas inscrita prácticamente desde que naciste.

-Y un cuerno.

Me deshago de la mano de Will y salgo al patio trasero. Me siento en la hierba abrazando mis rodillas y poniendo mi barbilla sobre estas.

Demasiada información a procesar. Me quedo mirando a la nada, pensando en nada. Escondo mis ojos del viento. Tengo ganas de llorar, pero esta vez no, nadie va a tener más mis lágrimas. He derramado demasiadas por gente a las que no le importo, por gente que se cree que puede llevar el rumbo de mi vida, que se creen que soy una marioneta que pueden manejar. Quiero tener libertad en mi vida por una vez, dejarme llevar por los sentimientos a ver hasta donde me llevan. Pero no he podido, las críticas me lo impedían y Kate y Gabriel, la única familia que me queda, estaban demasiado preocupados por mi seguridad como para preocuparse por mi felicidad y, aunque las cosas no me iban muy bien antes del accidente, explosión o lo que fuera (suceso que marcó mi vida), después de esto me arruine completa e irreversiblemente. Sin poder evitarlo, algunas lágrimas escapan de mis ojos.

Alguien llega y se sienta a mi lado.

-No Gabriel, no vas a persuadirme esta vez a si que guárdate tus comentarios para otra ocasión.

-Bueno, se lo haré saber, si quieres claro.

Will... ¿Will?

Levanto la cabeza bruscamente y junto las cejas para ver a la persona que menos me esperaba que viniese.

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No me matéis, se que llevo muchísimo tiempo sin actualizar pero entre los exámenes finales y que luego vinieron las navidades...

He podido subir porque voy unos cuantos capítulos adelantada por si me pasan cosas como esta o no tengo inspiración, aunque como ya os dije, de momento no quiero tener día fijo para subir capítulo.

Nos vemos!!!!!!

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