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Capítulo 35.Hermanos.

Maratón 3/3

Tardo cuatro días en prepararlo todo, pero desde casa, hace cuatro días dejé la Agencia y me fui con mis maletas a mi hogar. Al entrar vi un libro en el suelo y lo puse en su sitio, aunque no se cuanto tiempo exactamente me quedé con la mano en el lomo del libro, ya colocado en la estantería.

Me sentía extraña a pesar de estar por fin en casa, tardé unas horas en acostumbrarme de nuevo. Pero ya me siento cómoda en ella, tengo que superarlo de una vez.

Gabriel se había quedado en la Agencia, dice que le mantiene ocupado, y que es lo que necesita. Me parece bien, cada uno de nosotros cinco tenemos que olvidarlo como veamos mejor. Le echo de menos. Pero es mi decisión y tengo que cargar con ella.

Al cuarto día estoy repasando los papeles con mis planes de viaje y estancia cuando alguien llama al timbre. Me sobresalto y se me caen algunos papeles al suelo, no se quién puede ser, mis defensas se han activado y voy con pasos sigilosos hasta la puerta. Miro a través de la mirilla y no espero a abrir y abrazar el cuerpo que hay tras él.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-Tenía que pasar un día con mi hermanita antes de que se fuera.

-Gabriel...-suelto algunas lágrimas en su hombro pero en seguida me recompongo.-Vamos dentro.

Entra y parece perdido, al igual que yo el primer día que llegue. 

-Se ve todo muy distinto.-dice mientras sus ojos se pasean por toda la casa.

-Lo sé.

Levanta el brazo y puedo observar una bolsa de plástico blanca que no he advertido hasta ahora.

-Tarde de hermanos, ¿recuerdas?

Sonrío de verdad por primera vez en días. En un segundo la mesa está libre de los papeles que la ocupaban hace cinco minutos y se empieza a llenar de helado, palomitas y chocolate. 

Esas son nuestras tardes, cuando nuestros padres se pasaban varios días fuera él y yo nos pasábamos el día tirados en el sofá viendo pelis o riéndonos de cualquier cosa.

Y eso hacemos, y se siente muy bien volver a hacer algo normal después de tanto tiempo.

Cada uno se va a dormir a su cuarto, pero no tardo en salir de mi cama y meterme entre sus sábanas.

-Te voy a echar de menos, Emma.

-Y yo a ti, pero estaré bien.

-¿Como lo voy a saber?

-Solo confía en mi, voy a estar unos meses muy lejos, pero estaré bien, me he encargado de ello.

-No me queda otra opción, ¿verdad?

-No, hermano.

Sonríe y me abraza hasta que logro quedarme dormida. 

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Fin del maratón!!! Espero que lo hayáis disfrutado, os deseo un feliz año 2016, nos vemos pronto!!