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//Narrador Horacio Pérez//

Me estaba lavando las manos cuando escuché un fuerte estruendo... 

- ¿Comisario...? -Pregunté, pero no recibí respuesta, fue como si hubiesen salido, me acerqué a la puerta para escuchar mejor y a la lejanía escuché el sonido de un coche-.

Abrí lentamente la puerta y noté que el lugar estaba vacío, noté unas luces acercarse y rápidamente cerré la puerta y coloqué llave, ¿Qué mierda estaba pasando? 

- ¡Horacio! -La voz de Gustabo se escuchó, me quedé paralizado... ¿Me habían encontrado...? Miré hacia la puerta y pensé si abrirla o no... debía parecer que me tenían secuestrado, así que me quité todas las gasas que Volkov me había colocado anteriormente y con cierto miedo, comencé a rasgarme las heridas haciendo que la sangre comenzara a brotar nuevamente, ahogué un quejido de dolor y solté aire en cuanto terminé, me miré al espejo y comencé a desordenar mi cabello y a rasgar la ropa que Viktor me acababa de colocar...-.

-Gus... -Abrí la puerta y fingí un lamento, rápidamente la puerta principal se abrió de golpe y noté a varios chicos de Ford y de Gustabo, rápidamente se acercaron a mí y comenzaron a levantarme del suelo-.

- ¡Horacio! -La voz de Ford se hizo presente, él se acercó corriendo hacia donde yo estaba mientras me levantaba en brazos... por mucho que me hubiese gustado esa sensación... se sentía distinto, no era la misma que sentí cuando Volkov me tomó así- ¡Revisen el lugar, busquen a los bastardos! -Ordenó- Horacio... ¿Qué sucedió? -Preguntó mientras salía del lugar y me llevaba a una camioneta, Gustabo corrió hacia nosotros y me inspeccionó de pies a cabeza- Llama a Claudio. -Ordenó Ford, Gustabo tomó su radio y se alejó un poco- ¿Qué... sucedió...? -Preguntó, y fue ahí donde supe que debía decir la mejor mentira del mundo, porque por alguna razón... no quería involucrar al CNP, no luego de que solo hubiese sido culpa de Conway, porque Volkov se comportó de una manera tan... amable conmigo-.

-Unos tipos... me secuestraron en un bar... -Comencé- Colocaron algo en mi bebida y me desmayé, intenté pedir ayuda, pero ellos... tomaron mi móvil y no sé que hicieron, pero supuse que el GPS no funcionaba... me desperté en este lugar, y ellos comenzaron a torturarme a diario pidiéndome algún número para conseguir dinero..., pero sabía que no debía dárselos porque sería el tuyo, y eso te colocaría en peligro...

-Horacio... -Susurró Ford encantado con mi falsa historia, se la creyó por completo y me abrazó con fuerza- Está bien, estarás bien... encontraremos a esos bastardos... lo prometo, y pagarán por lo que te hicieron... 

-Horacio. -Habló una voz bastante conocida, me alejé de Ford y noté a Claudio acercándose con una sonrisa-.

-Ayúdalo con las heridas, iremos a investigar. Gustabo. -Llamó Ford al otro y se fueron hacia adentro de la cabaña-.

- ¿Cómo te encuentras? -Preguntó Clau mientras colocaba el botiquín a un lado de él-.

-Raro... -Asintió con la cabeza y tomó una de mis piernas mientras inspeccionaba la herida, noté una mirada extrañada en su rostro y luego me miró a mí- ¿Sucede... algo? 

-Horacio... estas heridas... -Pasé saliva nervioso- Son recientes, pero... ya fueron curadas... ¿verdad? -Lo miré asustado y él soltó aire- Horacio, dime la verdad...

-Claudio.

-Sabes que no les diré nada... -Pasé saliva nervioso, Claudio era mi único amigo dentro de ambas cedes, era el único en el que podía confiar-.

-Uno de ellos curó mis heridas, pero sabía que Ford no actuaría bien ante eso, así que las volví a abrir... -Pero tampoco podía confiar tanto, así que distorsioné la historia un... poco, Claudio asintió con la cabeza y comenzó a curarlas, nuevamente-.

Solté aire y miré hacia el bosque... ¿Volkov había huido? Era obvio que sí y... por alguna razón, sentía alivio de que hubiese logrado escapar...

//Narrador Viktor Volkov//

- ¿¡Sabe lo peligroso que pudo haber sido eso?! -Pregunté gritando mientras seguía a Conway hasta su despacho-.

- ¡Joder que lo sé, Volkov! ¡Y deja de gritarme que soy tu puto superior!

-Yebat'... (Mierda...) -Susurré mientras caminaba de un lado a otro en la oficina- ¿Ahora qué? 

-Nada, solo nos queda actuar como si nada hubiese sucedido. Nunca dejamos rastro de que hubiésemos sido nosotros, pueden pensar que fueron otras personas. 

-A menos que él les diga. -Hablé, Conway me miró y frunció el ceño-.

-No le convine decirle la verdad... él lo sabe, y nosotros también... créeme cuando te digo que Horacio no dirá ni una maldita palabra...

Solté aire y eché mi cabeza hacia atrás, era una maldita locura... tuve suerte de salir con vida de ahí. 

¿Cómo estaría... Horacio? ¿Se habrá puesto feliz? Era obvio que sí, su "magnífico" novio había llegado a rescatarlo, ¿Cómo no se iba a poner feliz? 

Me senté en una de las sillas del despacho y me quedé pensando... había curado sus heridas, ¿Cómo actuarían los otros al darse cuenta que sus secuestradores le habían curado las heridas...? Horacio parecía alguien inteligente, así que era muy probable de que hubiese inventado algo para librarse...

Solté aire nuevamente... había sido un día agotador... demasiado...


The temptation. //Volkacio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora