//Narrador Horacio Pérez//
-H-holaaa bebé... ¡Vaya...! ¡Pero qué sorpresa! -Hablé con nerviosismo mientras me intentaba acercar a él para darle un beso, pero él se alejó de inmediato y me siguió viendo con seriedad- ¿Sucedió algo...? Pensé que dijiste que llegarías... después...
- ¿Dónde mierda estabas, Horacio...? -La fría voz con la que habló me provocó un profundo miedo-.
- ¿Yo? Am... yo... ¡Me quedé con Gus!
-A mí no me metas en eso. -La voz de Gustabo se escuchó y noté como aparecía también en escena y se colocaba a un lado de Ford, se cruzó de brazos y me miró de la misma manera acusatoria con la que me veía Ford-.
-Será mejor que hables ahora, Horacio... -Advirtió Ford, pasé saliva nervioso y comencé a intentar inventar alguna excusa creíble-.
-Yo... em... yo... quise... ¡dormir afuera porque tus malditos perros guardianes me tienen cansado! -Grité metiéndome en mi papel de víctima, Ford borró su rastro de enojo y en su lugar me miró sorprendido, en cambio Gustabo me miró sin creerse una mierda-.
- ¿Qué...? -Preguntó Ford-.
- ¡Estoy harto de estar encerrado acá! ¡Hasta tus malditos chicos dicen que están hartos de estar cuidándome! -Tenía que usar ciertas cosas a mi favor- ¡Ya no quiero seguir encerrado, así que salí y decidí dormir afuera! ¿¡Hay algún problema con eso?! -Mi respiración estaba agitada, Ford me miró y analizó un momento, luego soltó aire y negó con la cabeza-.
-No me molesta que hayas salido, Horacio... me molesta que no me hayas avisado de nada.
-Sé como te pones con eso, así que preferí ahorrarte la molestia. -Ahora fui yo quien se cruzó de brazos, Ford asintió con la cabeza comprendiendo y se acercó a mí mientras acariciaba mi mejilla... su toque era frío, sin sentimiento... simplemente... era su mano sobre mi rostro, nada más...-.
-Perdóname..., pero sabes que no me perdonaría jamás si algo te llegase a suceder... -Cambié mi papel de enojado, por uno triste-.
-Lo sé..., pero no me gusta estar encerrado todo el día acá... -Ford asintió con la cabeza y me abrazó, le devolví el abrazo mientras miraba por sobre su hombro la mirada asesina de Gustabo en mí, le saqué la lengua y él pasó su dedo pulgar por su cuello imitando un corte, sonreí fanfarrón y cuando Ford se alejó de mí, volví a mi papel de víctima-.
Y así, es como te librabas de un problemón.
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Me tiré a mi cama y solté aire... varias escenas de la noche anterior se vinieron a mi cabeza, me mordí el labio inferior al recordar lo bien que la pasé... realmente había sido algo bueno, pero de repente... recordé algo...
El trato.
Volkov había cumplido el trato... eso significaba que yo... ¿debía darle toda la información sobre los Goas...? Me senté en la cama preocupado ante eso... no había pensando en ello, hasta ahora... ¿Qué demonios debía hacer? Yo era una persona que cumplía su palabra al pie de la letra..., pero... si le daba la información... sería la última vez que lo vería..., y no quería que eso sucediera, definitivamente no... porque me había sentido bien, había pasado mucho tiempo ya desde que me sentí tan bien y a gusto follando con alguien... y es que la palabra le quedaba corta, no había sido solo follar, ni solo tener sexo... había sentimientos... me había sentido distinto...
Vi a Ford entrar a la habitación y noté como se acercó maliciosamente hasta donde yo estaba, trepó la cama y se quedó sobre mí.
- ¿Hola? -Hablé con una media sonrisa-.
- ¿No quieres... resolver bien el asunto de esta mañana? -Mi estómago se revolvió, y eso sí que me preocupó... ¿Qué mierda...? ¿Acababa de... sentir asco...? Sí, acababa de sentir asco al pensar en follar con Ford... mi cuerpo lo rechazó, de inmediato-.
-Estoy muy cansado... -Dije nervioso y confuso ante el sentimiento anterior, Ford alzó una ceja... jamás le había negado el sexo-.
- ¿Cansado? ¿Desde cuando mi chico está cansado?
-Desde hoy. -Forcé una sonrisa y posé mis manos sobre sus mejillas- Lo lamento... solo quiero dormir, ¿sí? -Ford suspiró y negó con la cabeza mientras comenzaba a acariciar mis piernas, me coloqué serio ante esto- Ford. -Advertí, yo no bromeaba... realmente no quería, Ford sonrió cínico y aquello me provocó miedo-.
- ¿Qué? -Preguntó deslizando su mano hasta mi entrepierna y desabrochando el short con su otra mano-.
-Hablo en serio, no quiero. -Dije, Ford bufó y terminó de desabrochar mi short, llevé mis manos hasta las suyas y miré con miedo sus ojos, él sonrió más y de manera brusca y rápida, se deshizo de mi short junto con mi ropa interior, pánico me inundó- ¡Ford! -Me quejé intentando tomar mi ropa nuevamente, pero me fue impedido ya que él tomó de manera brusca mi cabello y me estampó contra la almohada mientras comenzaba a lamer mi cuello, apreté los ojos y el repudio me inundó por completo...- Detente... -Pedí-.
-Sabes que no lo haré... -Dijo sobre la piel de mi cuello, lamió y luego sentí como mordía haciéndome gemir de dolor... no se estaba sintiendo bien, de hecho se sentía asqueroso... era una sensación nueva para mí, jamás había sentido tanto rechazo hacia Ford, al menos no en el ámbito sexual-.
- ¡D-detente...! -Pedí al sentir como comenzaba a masajear mi miembro, y por más que lo hacía, él no conseguía lo que quería, no conseguía ponerme duro... me miró extrañado y con cierto enojo- De verdad, no quiero... -Repetí, Ford chasqueó la lengua, se desabrochó sus pantalones y dejó al descubierto su erección-.
-Pero yo sí, Horacio... -Dijo, de un movimiento rápido, me colocó hacia abajo dejando mi trasero al descubierto y mi cara contra la almohada, sentí como tomó mi cadera alzándome para dejarme más a su merced-.
- ¡N-no! -Dije al sentir como comenzaba a introducir su miembro en mí sin más, sentí el dolor inundarme y las ganas de vomitar siendo cada vez más fuertes, sentía asco... sentía asco de Ford. Quise quejarme nuevamente, pero me fue impedido ya que él apretó mi cara contra la almohada evitando que yo emitiera algún sonido-.
//Narrador Viktor Volkov//
Entré a mi apartamento, me dirigí a mi habitación y ciertos recuerdos de la noche anterior llegaron a mi cabeza, solté aire y evité pensar en eso, tomé ropa nueva y me di una larga ducha para relajarme luego de un largo día de trabajo.
Mi cabeza había estado todo el día pensando en Horacio... era extraño, demasiado... no me gustaba para nada la idea de pasármela pensando en él todo el día... Me tiré a mi cama luego de cambiarme y miré el techo... sintiendo cierto vacío...
El vacío era más común que cualquier otra cosa, pero sentía que era aún más... porque por alguna razón, me hacía falta la compañía que había tenido por la noche... Había sido la primera vez que había amanecido con alguien, y mi apartamento se sentía ya no tan vacío, pero ahora... era el mismo sentimiento...
Y allí estaba yo... de nuevo pensando en él.
//Narrador Horacio Pérez//
Ford salió de mí de manera brusca y se fue hacia el baño, me levanté con dificultad y sentí el fuerte dolor que tenía en mi entrada, ciertas arcadas se hicieron presentes, corrí hacia el baño y vomité escuchando como Ford se estaba duchando... ni siquiera le importó que estuviese vomitando frente a él, siguió en lo suyo...
Tiré de la cadena y me cepillé los dientes, salí del baño, tomé mi ropa y me vestí... me sentía asqueroso... Me acomodé bajo las sábanas y cerré mis ojos, y lo único que se vino a mi cabeza fue la imagen de mí, aferrado al pecho de Volkov mientras él me abrazaba por los hombros, quería despertar así nuevamente, sentir esa calidez que sentí en ese momento...
Me hundí por completo en la cama e intenté borrar esa imagen de mi cabeza, pero me era imposible...
Estaba pensando en Volkov... la persona a la cuál debería de olvidar por completo, pero no podía... porque él estaba allí, presente en mi cabeza...
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The temptation. //Volkacio//
FanficHoracio Pérez, el novio del jefe de la mafia más grande de Los Santos. Viktor Volkov, el comisario más amargado de Los Santos. Los oficiales de policía lograron una gran hazaña... capturaron a nada más y nada menos que a Horacio Pérez. Viktor Volk...