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//Narrador Viktor Volkov//

Mi jornada laboral estaba llegando a su fin, por lo que salí de servicio y me dirigí al estacionamiento por mi coche, al momento de ir manejando comencé a pensar en lo que había pasado con Horacio... una pequeña parte de mí deseaba volver a encontrarme a Horacio en el apartamento... y me aterraba de solo pensar que algo de mí lo deseaba...

Era una buena compañía, pero no debía acostumbrarme...

Llegué a mi apartamento y al momento de abrir la puerta comencé a revisar por todos lados... Horacio no estaba, solté aire... de cierta manera aliviado, pero algo en mí se sentía decepcionado... 

Me quedé unas horas revisando un par de papeles para nuestra infiltración en el bar y luego me fui a dormir, luego de caer en la cama... sentí el vacío... sentí el frío en mí, deseaba sentir el calor de Horacio... y eso me comenzaba a preocupar...

No debía comenzar a pensar en esas cosas, no era bueno... lo que había pasado entre él y yo había sido solo un impulso, su compañía era cálida, pero no era buena... podría traerme muchos problemas e incluso un problema directo con los Goas. 

Dejé de pensar en ello y me dispuse a dormir. 

//Narrador Horacio Pérez//

Había pasado todo el día pensando en Volkov... ese ruso me traía vuelto loco, y es que cada vez que lo veía mi corazón comenzaba a aumentar su frecuencia... y me hacía llegar a la taquicardia... Viktor me estaba volviendo loco... 

Noté mi móvil vibrar y vi que era una llamada de Ford, mi estómago se revolvió y tomé aire para luego contestar. 

-Horacio, ¿Cómo te encuentras? -Preguntó su voz al otro lado de la línea-.

-Bien..., estoy a punto de ir a dormir. -Dije desinteresado mientras me metía bajo las sábanas-.

-Te tengo una sorpresa... -Alcé una ceja curioso aunque él no pudiese verme-.

- ¿El qué? -Pregunté esbozando una sonrisa-.

-Bueno... ya te lo dije, es una sorp... -No pudo terminar de hablar pues otra voz se escuchó al otro lado de la línea, alcé una ceja y fruncí el ceño- Silencio... -Se escuchó como Ford susurró, me senté en la cama intentando escuchar mejor y descubriendo así la voz de un chico- Estoy hablando... -Sonreí afiladamente y bufé... ¿Así que de eso se trataban sus "viajes de negocios"? Escuché claramente un "cariño" y un jadeo sorprendido se escapó de mis labios mientras la sonrisa se hacía más presente- L-lo siento Horacio, debo colgar. -Y sin más, cortó la llamada-.

-Maldito hijo de puta... -Dije, me levanté de la cama y me coloqué otra ropa, zapatos y me peiné... Salí de la casa, si ese cabrón podía ir a divertirse, ¿por qué yo no? -.

Llegué al edificio de Volkov y caminé dando zancadas por los pasillos hasta llegar a la puerta que daba a su apartamento, abrí la puerta y entré de golpe sin siquiera importarme si él estaba despierto o dormido. Al notar que no estaba en la sala me dirigí a su habitación y abrí la puerta notando como este estaba de pie frente a la cama, probablemente, por el portazo que di al entrar se despertó. Cerré la puerta y caminé de manera rápida hasta él. 

- ¿Hora...? -No dejé que terminara de hablar pues me lancé sobre sus labios comenzando un profundo y necesitado beso, Volkov no tardó ni cinco segundos en corresponderme y colocar sus manos en mis caderas, pasé mis manos por su cuello y sentí como me volteó para tirarme en la cama-.

Se colocó sobre mí y siguió besándome, sonreí complacido al sentir como comenzó a besar mi cuello y a pasar sus manos por debajo de mi camiseta, jadeé al sentir un leve mordisco en la base de mi cuello, me mordí el labio inferior y sentí como era despojado de mi camisa y de mi pantalón, él se quitó la camisa y se agachó para nuevamente besarme, yo correspondí y lo aferré a mí pasando mis manos por su ancha espalda. 

Se levantó un poco y se deshizo él también de su pantalón... era obvio que ambos necesitábamos de aquello, sin siquiera hablar... en nuestros ojos se notaba el deseo que teníamos por el otro, el anhelo de volver a probarnos... 

Volkov comenzó a bajar sus besos por mi pecho y yo gemí bajito al sentir su lengua jugar con uno de mis pezones, el siguió bajando los besos hasta llegar a mi vientre y desde que llegó allí, me quitó la ropa interior dejándome completamente expuesto, y la sola idea de estar de esa manera para Viktor me ponía como nunca...

La erección que ambos teníamos ya ni siquiera podía ocultarse, estábamos más duros que una roca. Volkov sonrió de una manera que me hizo temblar... una sonrisa tan deseosa y lujuriosa que pensé que jamás vería en su rostro... su angelical rostro se había convertido en el rostro de un demonio sediento de placer... y yo estaba dispuesto a darle hasta la última gota de mí...

Noté como su mano comenzaba a jugar con su miembro y yo sonreí encantado al sentir como su roce hacía conjunto con el mío. Volkov colocó su dedo pulgar en mi labio inferior y presionó haciéndome abrir levemente la boca, y sin más, introdujo dos de sus dedos, comencé a lamerlos de una manera sumamente sensual haciendo que las pupilas de Viktor se dilataran aún más. Alejó sus dedos de mi boca y tanteó mi entrada, me besó una vez más y en medio del beso me hizo dar un grito al sentir sus dos dedos entrando de una en mí, solté un jadeo ahogado al sentir que comenzó a moverlos, me mordí el labio inferior y busqué con la mirada los labios de Volkov, él entendió de inmediato y comenzó a besarme de una manera profunda y lenta... 

Mis manos estaban tan aferradas a la espalda de Volkov que al momento de sentir sus dedos entrando, lo rasguñé un poco..., pero eso no pareció ser un problema. 

-No tengo condones... -Susurró alejándose del beso y sacando sus dedos de mí, sonreí mientras le daba un casto beso-.

-No me importa... solo fóllame y ya... -Era extraño que mientras follábamos, dejábamos por completo de lado las formalidades, y al siguiente día todo era de la misma manera técnica y seria-.

Volkov dejó un último beso en mis labios y comenzó a introducir lentamente su miembro en mí, de inmediato me arrancó un gemido de dolor... jamás me acostumbraría por completo a su tamaño... solté unas pequeñas lagrimas debido a la molestia, Volkov se detuvo y habló... y fue en ese momento en el que me di cuenta de algo...

- ¿Quieres que me detenga? -La pregunta de Viktor me descolocó por completo, abrí los ojos ya que anteriormente los había cerrado por el dolor y noté su rostro preocupado... mi corazón latió con fuerza y fue aún mayor al sentir uno de sus pulgares limpiando mis lágrimas... Ford jamás se había preocupado por mí... a él ni siquiera le importaba si me rompía... y fue allí donde me di cuenta... me di cuenta de algo muy importante... Me había enamorado de Volkov-.

-N-no... -Hablé con el corazón aún latiendo con fuerza... y más al darme cuenta de lo último- Solo... hazlo despacio... -Pedí, él asintió y comenzó a besarme de una manera dulce y lenta mientras seguía introduciendo su pene... gracias a sus besos el dolor comenzó a calmarse y cuando estuvo todo dentro, se quedó un momento quieto, sin moverse y solo dedicándose a besarme de manera tranquilizadora...-.

Cuando comencé a sentir el placer, moví mis caderas de manera inconsciente y él entendió que debía comenzar a moverse, primero sus embestidas fueron suaves y delicadas, como si temiese que me partiera en mil pedazos... luego las estocadas fueron aumentando de nivel haciendo que mi cuerpo temblara de completo placer y me mis uñas se clavaran con rudeza sobre la lechosa piel de Volkov, las lagrimas de placer no dejaban de salir de mis ojos y los gemidos y sonidos placenteros que emitía mi garganta parecía que jamás se iban a acabar... Mi garganta dolía y sentía que en algún momento se desgarraría, pero no me importaba... estaba teniendo una de las mejores noches de mi vida...

Bastó con un par de embestidas en mi punto dulce y acabé corriéndome, cuando Volkov sintió que se vendría, tuvo el cuidado de salir de mí y acabar fuera... sonreí... él era tan cuidadoso... ni siquiera se molestó por el hecho de tener que acabar fuera, sino que prefirió hacerlo y no molestarme a mí con tener que limpiarme bien al día siguiente...

Y por muy extraño que pareciese, eso fue suficiente para ambos... nos acostamos y casi de manera automática, me aferré a él y coloqué mi cabeza sobre su pecho mientras él pasaba su mano por mi cintura y me apegaba más... 

Me di cuenta de muchas cosas..., pero la más importante era que sí, había caído por Volkov... y había caído duro...





The temptation. //Volkacio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora