//Narrador Horacio Pérez//
Era mi oportunidad, ya habían pasado dos días desde que Ford se fue... así que esa noche justo era mi oportunidad para ir a visitar a ese comisario que me tenía loco... repetí lo que hice las última dos veces y me dirigí al apartamento, solo rezaba para que ese día Volkov llegara temprano y no me dejara esperando...
8:40pm.
Aún era temprano por lo que me dirigí a la habitación de Volkov y comencé a quitarme la ropa y a buscar algo en su armario, encontré una camisa blanca de botones manga larga y bastante formal, me la coloqué y me quedaba enorme..., pero me hacía ver bastante sexy... Me llegaba por los muslos haciendo resaltar mis piernas, me dejé dos botones al descubierto haciendo resaltar parte de mi pecho.
Me mordí el labio inferior y sonreí ladinamente mientras me dirigía nuevamente a la sala.
//Narrador Viktor Volkov//
Me dirigí a mi departamento luego de terminar mi jornada laboral. Me sentía extremadamente cansado y con mucho sueño, la situación con los Goas comenzaba a estresarme más de lo que desearía.
Caminé por los largos pasillos sintiendo eterno el camino a mi apartamento, abrí la puerta y solté aire mientras comenzaba a dejar mis cosas en la mesa al lado de la puerta. Desabroché un botón de mi camiseta y me dirigí a la cocina, tomé un vaso de la alacena y estaba a punto de servirme agua cuando escuché un ruido proveniente de mi habitación, levanté la mirada y me quedé un momento en completo silencio esperando escuchar otra vez el ruido, pero no se escuchó nada. Dejé el vaso en el fregadero y me dirigí a pasos lentos hacia mi habitación, tomé el arma que había dejado en la mesa de la entrada y me dirigí sigilosamente a mi recámara.
Abrí la puerta y al momento de entrar a mi habitación, la puerta se cerró tras mis espaldas, me di la vuelta, pero no me dio tiempo ni a reaccionar cuando sentí los labios de alguien sobre los míos y sus manos alrededor de mi cuello, cuando comencé a reaccionar, pude distinguir a Horacio... lo miré estupefacto y él sonrió alejándose un poco para que pudiera ver bien su rostro.
-Bienvenido, comisario... -Saludó- Le extrañé mucho... -Pude mirarlo mejor y noté que llevaba puesta una de mis camisas, solo eso... sus piernas relucían de una manera bastante... seductora, además de que la habitación estaba practicamente a oscuras, de no ser por la luz de la luna entrando por los ventanales de suelo a techo que había en mi recámara-.
-Horacio... -Dije, él se mordió el labio inferior y sonrió con malicia mientras una de sus manos se alejaba de mi cuello y la dirigía a mi mano que sostenía el arma, me quitó la pistola y la tiró a algún lugar de la habitación, luego volvió a subir su mano hasta mi cuello-.
- ¿Qué? ¿Va a huir...? ¿No le gustaron mis regalos...? Los sobres... la cena... -Se acercó más a mí e instintivamente coloqué una de mis manos sobre su fina cintura, él sonrió complacido ante dicha acción-.
- ¿Qué hace acá...?
- ¿Qué hago acá...? -Rio bajito- Creo que sabe perfectamente lo que hago acá..., comisario... Y esta vez no pienso salir de este apartamento... -Dejó un casto beso en mis labios sin darme oportunidad a reaccionar, se relamió y me miró con deseo- He esperado mucho este momento como para que me deje con las ganas, otra vez...
-Debería irse...
- ¿Irme? ¿Quiere eso, comisario...? -Un profundo silencio se formó en la habitación, luego un bufido y una sonrisa maliciosa de parte de Horacio- No..., por supuesto que no quiere eso... -Y sin más, se colgó de mí pasando sus piernas a un lado de mi cadera, coloqué mis manos sobre su trasero para sostenerlo y nos unimos en un profundo y bestial beso-.
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The temptation. //Volkacio//
Fiksi PenggemarHoracio Pérez, el novio del jefe de la mafia más grande de Los Santos. Viktor Volkov, el comisario más amargado de Los Santos. Los oficiales de policía lograron una gran hazaña... capturaron a nada más y nada menos que a Horacio Pérez. Viktor Volk...