Día 22

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  "Se dice que un primer amor, no siempre es como las rosas, que emiten sus aromas, su elegancia y plenitud al formarse bella y glamorosa; Muchas veces el nacimiento de un amor, es accidentado, inesperado y es justificable que llegue asustarnos al no saber por qué amamos a quien odiamos, a quien nos hace sufrir por sentirnos solos, ante un mundo que nos juzga por ser lo que somos, ante los ojos de los demás".

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• Día 22 ⸺ Desde el momento que le conocí.

SUMERGIENDOME EN EL EXTRAÑO AROMA MAS EXCITANTE QUE HE CONOCIDO.

   Un día anterior habíamos discutido en el estacionamiento de la universidad, amablemente Pete estuvo dispuesto llevarnos de vuelta al campo deportivo, Ae y a mí. ⸺Las botellas de agua eran muy pesadas, todo el equipo esperaba en pleno entrenamiento por refrescar sus gargantas, sobre todo el capitán quien no dejaba de regañarme ante cada error que cometía con el balón, pero el estar fuera por unos minutos era divertido, no podía escucharlo y tenía la oportunidad de refrescarme ante que mis compañeros. ⸺ Pero para Ae, el encontrar a Pete era un momento especial.

  Mi amigo Ae, era un tipo con suerte, su amigo de piel clara, de bello rostro y con mucho dinero nos encontró de regreso y quiso darnos un aventón al ofrecer llevarnos de regreso.

  ¡Vaya! – Si que es gentil ese chico, si así fueran todos los tipos ricos, entonces no dudaría en dejar de pensar que los niños mimados son estúpidos.

¡Ey Can! – No te distraigas, debemos llegar pronto. – Fue el grito de Ae, siempre suele apurarme, pero no importa porque en este momento acabo de comer unas algas de pescado, y vaya que estuvieron deliciosas.

¡Hey tú, muévete!

Esta vez no reconocí la voz de aquella persona que me impuso una orden. Observé de reojo una figura masculina que acaba de gritarme en plena calle, ⸺ ¡ese tipo! ¿Qué hace aquí?, me molesta su presencia.

¡Pete, cuidado! – Le escuché decir. De pronto pude notar que estaba tomando de la camisa a Pete, e intentaba impedirle que se acercara a nosotros, cuando él salió en nuestra defensa, al ver como su auto se acercaba de manera brutal hacia nosotros.

¡No Tin! – Ellos son mis amigos, respondió.

¡No puedes intentar atropellarlos de esa manera, pídeles disculpas, no puedes portarte tan groseramente!.

Aquel tipo hostil y mal educado estaba observándonos de pies a cabeza, sentí sus ojos atravesar mi cuerpo y desvestirme con la mirada; Cuando intenté reaccionar e ir hacia él y darle un puño en el rostro, Ae me sujetó por la espalda e impidió que lo matase a golpes, pero tan solo recuerdo una frase de mi viejo amigo, para ese tipo tan detestable.

¡No vale la pena! – Can, recoge las botellas y volvamos pronto.

Rugí con furia por dentro, mi voz deseaba ser escuchada, mis gritos necesitaban elevarse ante ese rufián, pero no pude, en aquel momento me contuve porque observé a Pete muy nervioso, tal vez no quería que Ae se enfadase con él, pero las cosas no resultaron así; Mi amigo Ae es muy educado, le sonrió y aceptó su ofrecimiento de llevarnos de vuelta.

Mientras subía al auto, no pude dejar de sentirme observado, todo aquel peso de su extraño mirar estaba sobre mí, a tal punto que casi tropiezo con mis propios pies, y las botellas de agua fueron a tiempo sujetadas con firmeza, entonces logré disimular lo nervioso y furioso que me hizo sentir, el imbécil de Tin.

EN  BUSCA DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora