Si pintases un mural en la pared, en representación de una virgen, por representar la pureza impoluta de la esencia plasmada, al primer beso que no conoce malicia alguna, entonces yace aquí la respuesta para aquellos amantes que han declarado su amor, sin importar las crueles verdades.
Delirio y pasión, trastornan mi razón.
• Gratas compañías.
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Antes del amanecer, Ae no pudo dejar de abrazarle, quería que el claro del día nunca llegase a mostrar los primeros rayos del sol, y que la noche anterior se perpetuara por siempre, para impedir que cualquier mal deseo se inmiscuyera en su felicidad.
Se complació al recordar una promesa dicha por Pete: ⸺ "Esta es la primera noche de muchas más, que espero ansioso compartir contigo en espera de un nuevo amanecer a tu lado".
... Y acaricó su mejilla, susurrándole una vez más. ⸺ Y estaré en cada claro de luna, arrullando tus sueños, complaciendo tus deseos, y ahuyentando tus miedos, porque me he convertido en tu ángel protector, y terminar por acurrucarse a su lado, para aferrarse más al cobertor, y envolverse sobre su calor, en espera del amanecer.
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Por la mañana siguiente después del desayuno, Pete le pide que lo busqué después de clases, quiere llevarle a casa, y que su madre se enteré por él de la relación que ambos sostienen. Ae quedó sorprendido, pensó que no se animaría después de haber sabido, sobre los problemas que sus padres enfrentan, pero para Pete las cosas estaban más que claras, deseaba ser muy directo con su madre, al sentir que ella aceptaba su homosexualidad.
Se dispuso e hizo tal como lo acordaron, mamá estuvo feliz y la tarde fue muy placentera al sentir que su hijo tenia a alguien más que lo amaba por quien era, sin importar la condición social.
Ae esta muy nervioso, entraron al comedor y notó la sencillez con la que ella manejaba la casa, al igual que el trato para con los empleados, era amable e incluso gustaba de compartir algunas peculiaridades con su ama de llaves, como el de recomendarle que vaya a su médico, por presentar esta persona unas dolencias, y que los gastos médicos, fueron puestos a nombre de ella. Tal noble gesto, hizo ver en Ae a quien Pete merecía su nobleza e inocencia, a un corazón tan solidario y gentil, como lo era el de su madre.
