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Taehyung se terminaba de arreglar para ir a la escuela, Jungkook pasaría a dejarlo para después ir al hospital a ver a su madre, estaba preocupado, mordía sus uñas y caminaba rápido.

Al llegar, vió a Hoseok afuera, estaba fumando, no sabía que pensar, se supone que él sería un pediatra, no debería tener vicios.

–Hoseok ¿qué haces?

–¡Nada!– Escondió el cigarro rápidamente.

–Ni lo intentes, te ví.

–Estoy nervioso ¿de acuerdo? Prometo que será el último.

–Bien. ¿Y papá?

–Se fue a trabajar, tiene que pagar todo esto, hermano.

–¿Puedo entrar a verla?

–Aún no, las visitas comienzan a la una de la tarde, por eso quería que fueras a la escuela, llegarías a tiempo.

–No, prefiero estar aquí por cualquier cosa.

–Entonces.– Lanzó la colilla del cigarro al suelo y lo pisó. —Tendremos que esperar.– Dijo y ambos se aproximaron a la sala de espera.

[1:00PM]

Atención, el horario de visitas comienza a la una de la tarde y termina a las cuatro, favor de entrar en orden y sólo una persona por familia. Gracias.– Se escuchó por las bocinas del Hospital.

Jungkook la no haber dormido la noche anterior, se quedó dormido en la silla donde estaba.

–Jungkook, despierta.– Lo movió un poco. —Ya es la una, vamos, te llevaré a su habitación.

–Sí, vamos.– Dijo para después tallar sus ojos con sus manos.

La enfermera les indicó que debido que Eunyong se encontraba delicada, tenía que ser breve y no causar alboroto. Temeroso, abrió la puerta y entró, pudo ver a su madre con una cánula de oxígeno, un tubo conectado a su boca, su rostro con golpes y raspones, un suero conectado a su antebrazo y múltiples moretones en sus dos brazos, vendas por su cabeza y un collarín, odió ver esa escena, no paraba se decir que era su culpa.

Con suavidad tocó su mano y se hincó a un lado de la cama, deseó con todas sus fuerzas estar soñando, no quería aceptar que su madre estuviera entre la vida y la muerte, no quería perderla.

–Mami, si puedes oírme quiero que sepas que todo está bien, eres fuerte, vamos a salir de esto ¿sí?– Dijo intentando no llorar. —Aún tienes que ver la perforación que me haré, para que me regañes y me digas que estoy loco.– Esbozó una risita. —Pronto saldrás de aquí, solo sé fuerte como siempre lo haz sido.

Se recargó entre su mano y la de Eunyong, él no era religioso en lo absoluto, pero tampoco negaba la existencia del ser que su madre tanto veneraba, pero en ese momento, rezó por su madre.

Dios, si de verdad existes y amas a mi madre como ella te ama a ti, ayudala, aún no es momento, no todavía...– Pensó.

Luego de unos minutos, la enfermera entró para decirle que debía salir ya que tenía otra visita, supuso que era Hoseok, así que le dió un beso suave en la frente y salió.

–¿Qué haces tú aquí?– Le dijo Kang.

–Visito a mi madre ¿no lo ves?– Respondió molesto.

[ Querido Taehyung ] -𝚃𝙰𝙴𝙺𝙾𝙾𝙺-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora