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La casa de Jungkook permanecía en silencio, las luces estaban apagadas al igual que puertas, ventanas y cortinas excepto una, la de su habitación.

Todos se miraron entre sí sin decir nada, pensaron que tal vez estaba dormido y era obvio que se sentía triste y decaído por mucho que intentara ocultarlo.

Al llegar a la puerta Taehyung fue quien abrió debido a que no estaba cerrada con llave, todos entraron con sigilo.

–Quédense aquí, iré a despertarlo.– Dejó las bolsas que tenía en la mano y subió la escaleras.

Todo estaba en silencio y el único ruido era el de sus pasos, con cuidado llegó a su habitación y abrió la puerta.

–Kookie ¿estás aquí?– Preguntó con voz suave, al entrar se percató que estaba acostado en su cama, dándole la espalda a la puerta. —Kookie.– Susurró.

–¿Tae?– Preguntó sin abrir los ojos.

–Sí cielo, soy yo ¿cómo estás?.– Se sentó a su lado mientras acariciaba su espalda.

–Tae ¿qué día es hoy?

–¿Cómo?

–¿Qué día es hoy?

–Hoy es sábado ocho de septiembre.

Los chicos estaban en la sala, prendieron las luces y se quedaron sentados en el sofá esperando a que Taehyung bajara.

Pero su paz se vió interrumpida un par de minutos después que Taehyung subió a la habitación.

Los gritos y llantos desconsolados invadieron la casa, era un llanto qué haría estremecer a cualquiera, sus gritos de desesperación y la falta de aire después de ellos era desgarradora. La razón por la que Jungkook había preguntado sobre el día era porque esperaba una respuesta distinta, esperaba estar en un sueño, pero no era así.

El funeral de Eunyong se llevó acabo el sábado 8 de septiembre a las 10PM, el plan inicial era llevarla a Corea pero lamentablemente era muy costoso, los Jeon apenas tuvieron dinero para los gastos funerarios.

Cuando todos estaban ahí, pudieron presenciar como Kang culpaba a Jungkook por la muerte de su esposa enfrente de todos, fue una escena horrible.

Jungkook no se despegaba del ataúd, Hoseok le daba su apoyo pero también estaba destrozado, ella no era su madre pero hizo ese papel durante muchos años.

El domingo, después del entierro, todos regresaron a casa, Kang no le dirigió la palabra a ninguno de los dos  y se encerró en su habitación a beber, cosa que ya no hacía desde que se casó.

Aquel día junto con la semana que inició había estado lloviendo, eran días tristes y el cielo también lo sabía.

Jungkook al igual que Hoseok tuvieron un permiso provisional de falta esa semana a clases, esto debido a su perdida.

El lunes la casa permanecía en silencio, ninguno de los tres salía de sus habitaciones, estaban en shock, habían enterrado a su madre y esposa apenas el día anterior ¿cómo se supone que seguirían sin ella?

Jungkook aún tenía el suéter que tanto amaba su madre, lo apretaba con fuerza mientras miraba por la ventana, estaba perdido en la inmensidad del cielo, no había dormido desde el sábado en la noche, no había comido ni se había duchado.

Tenía varios mensajes de su novio y sus amigos, pero no se tomaba la molestia de verlos, aún estaba en negación, juraba que vería a su madre entrar a casa en cualquier momento, así pondría en su pequeña grabadora el disco de Whitney Houston ya que era el favorito de su madre, y cantaría junto a ella.

[ Querido Taehyung ] -𝚃𝙰𝙴𝙺𝙾𝙾𝙺-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora