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|Al día siguiente|


–¡Maldita sea, Seokjin baja ya, siempre haces lo mismo y te ves exactamente igual que todos los jodidos días!.– Gritaba Taehyung desde la sala.

–¡Ya voy, demonios Taehyung, eres una niña llorona!.– Bajaba molesto las escaleras.

–¿Y qué te hiciste? ¡Es lo que te digo, todos los malditos días te ves igual!.

–¡¿Igual?! ¡Tú qué carajo vas a saber de verse bien, siempre usas la misma estúpida ropa!.– Se amaban, pero a veces se tenían que tratar mal, cosas de hermanos.

–¡Oigan! ¡¿Quién carajo les dió permiso de hablarse así?!.– Les regañó Amy.

–Es increíble que los regañes con una mala palabra también.– Namjoon soltó una risa que apagó casi de inmediato al sentir la mirada molesta de su esposa —Em, los veo en el auto.

–¡Y ustedes, dejen de hablarse así o juro que la próxima vez estará mi mano sobre sus rostros!.– Los hermanos asustados pasaron lo más lejos posible de su madre dirigiéndose a la puerta.

–Adiós mami, que tengas lindo día.

–Sí, te amamos.– Los dos sonrieron asustados y salieron corriendo hacia el auto.

Una vez llegando a la escuela, como era costumbre, Jin dejó a Taehyung hasta su salón, a veces parecía su padre más que su hermano.

–Y recuerda, si te sientes mal, no dudes en-

–Salir a la enfermería y llamar inmediatamente a mamá o papá y después a una ambulancia, lo sé Jinnie, voy a estar bien.– Le soltó una sonrisa.

–Perdóname, siempre olvido que ya eres casi un adulto, pero me preocupas Tae-Tae, ¿quieres que te deje mi teléfono para que llames a papá por cualquier cosa?

–Jin, las últimas dos semanas te dije que no, estaré bien, despreocupate, además papá me comprara mi nuevo teléfono en pocos días, ¿estás más tranquilo?

–Sí.– Palmeó su espalda y le regaló una sonrisa de vuelta —Te veo en el descanso ¿de acuerdo? Tomas tus pastillas.– Sin más demora siguió caminando.

–¡Taehyung!.– Llegaba Jimin corriendo.

–Oh, hola ¿todo bien?.

–¿Ya llegó Jungkook?

–No lo sé, acabo de llegar también.

Jimin echó una mirada rápida adentro del salón y sí, Jungkook iba a llegar tarde como siempre. —Ven conmigo, necesito contarte algo, estoy muriendo por dentro, necesito sacarlo.— Jimin tiró de brazo de Tae llevándolo adentro del salón, se sentaron al fondo procurando que nadie los escuchara.

–¿Estás bien? Te ves muy preocupado.

–Antes que nada, prometeme que no le vas a contar a Jungkook y mucho menos te vas a alejar de él, somos amigos ahora Tae, prometeme eso.– Jimin tenía una mirada triste y preocupada.

–Lo prometo.

–Escúchame, ayer yo...yo, maldición.

–Tranquilo.– Tocó su hombro —Toma aire y cuéntame.– Sonrió.

–Es que, ayer el chico que le gusta a Jungkook me besó, y temo que nos haya visto, ayer no me respondió los mensajes ni mucho menos las llamadas, tengo miedo que deje de ser mi amigo porque lo quiero demasiado, y es una estupidez, juro por mi vida que no hice nada malo.– Dijo casi en susurro.

–Aguarda, ¿chico?

–Cierto, olvidé mencionarlo, Jungkook es bisexual, gusta de chicos y chicas por igual, y desde el año pasado gusta de un chico mayor y estoy seguro que nos vió ayer, por eso se fue tan molesto, y no quiero que después de esto lo veas raro solamente por sus preferencias.– Taehyung fue educado en un hogar amoroso, sus padres le enseñaron a respetar a los demás sin importar su raza, color u orientación, así que no tenía absolutamente ningún problema con eso.

[ Querido Taehyung ] -𝚃𝙰𝙴𝙺𝙾𝙾𝙺-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora