[30 de Octubre]
El otoño estaba en su máximo esplendor, los días eran cálidos, las tardes eran color naranja con algo de frío, el viento volaba las hojas secas que los árboles desprendían para recibir y el ambiente era digno de una postal.
/Sinceramente comienzo a desilusionarme, ¿y qué si nunca me lo pide?/ – Decía Taehyung con poco ánimo, llamó a Jimin para que lo hiciera sentir mejor.
/Oh vamos, ya te dijo que sí, solamente está buscando un momento lindo, y si solo te ilusionó lo golpearé y asunto resuelto/ – Dijo riendo.
/Oye Jimin/
/¿Sí?/
/¿Estás de acuerdo con esto?/– Preguntó cabizbajo.
/¿A qué te refieres?/
/Sí, ya sabes, que dos de tus amigos tengan algo que ver en ámbito romántico/
/Tae, una vez Yoongi me dijo algo muy cierto, no busques aprobación de la gente porque entonces habrás perdido. Y es verdad, ¿por qué tendría que estar de acuerdo? Si ustedes dos se quieren y son felices así, a la mierda el mundo, amense y ya/ –Taehyung soltó una risita.
/Gracias amigo, es solo que tengo miedo, yo no sé hacer esto/
/Si tú y Jungkook de verdad se quieren, no será problema. Además, las cosas tienen que suceder, tal vez un día tú y él terminan y todo tu miedo no serviría de nada/
Terminar, era una palabra fuerte, aun no eran pareja y Taehyung ya sentía que sería difícil tener que terminar con Jungkook, pero ¿por qué pasaría? Probablemente él se enamoraría de otra persona, o simplemente se aburriría, era duro, pero todas las personas siempre se alejaron de él, y tenía miedo que Jungkook hiciera lo mismo.
/Creo que hablé muy pesimista, lo lamento/
/No, descuida, gracias en serio por tus consejos/ –El timbre sonó.
–¡Tae, es Jungkook!– Gritó Jin desde la puerta.
–¡Dile que suba!– Gritó. /Tengo que irme Jimin, hablamos luego, y en serio gracias/
/No hay de qué, ¡adiós!/ –Colgó.
–Maldita sea, cálmate Taehyung, ya escuchaste a Jimin, solamente está buscando el momento adecuado.
Se escucharon tres golpes suaves en la puerta. —¿Puedo pasar?– Preguntó con una sonrisa.
–Claro, por eso dije que subieras.– Le sonrió de vuelta.
–Toma, te traje esto.– Extendió su mano entregándole una bolsa pequeña de papel.
–¿Qué es esto?
–Un regalo, ábrelo.
–¡Un osito de peluche!
–Sí, recordé que dijiste que te gustan los ositos, así que te lo compré.– Sonrió mostrando los dientes.
Taehyung amaba verlo sonreír, era una de las cosas que se le hacían sumamente atractivas de Jungkook.
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[ Querido Taehyung ] -𝚃𝙰𝙴𝙺𝙾𝙾𝙺-
FanfictionJungkook nunca conoció el amor más importante, el propio.