Habían aterrizado sobre la pista, el piloto ahora se disponía a abrir la compuerta de aquel avión, permitiéndole a sus pasajeros ver como una serie de vehículos y personas les estaban esperando a pocos metros.
-Sargento MacTavish - saludo Alejandro mientras se acercaba
-Llámame Soap -
-Señorita- Se dirigió a una mujer rubia que venía detrás de Soap
-Coronel Vargas-
-Teniente, Laswell me dijo que lo llamará Ghost - Ahora su mirada estaba en el hombre del pasamontañas.
-En realidad creo que ...- No pudo terminar su frase al ser interrumpido por la voz de Ghost, quien lo cortó con un "Suficiente". - Nunca había estado en México -
-Esto no es México, es Las Almas- Le corrigió
Alejandro guio a sus tres invitados hacia los vehículos, los tres subieron a un Jeep en color negro, Soap, Ghost y Urban en los asientos traseros, Alejandro tomo el lugar del copiloto.
-Les presento al Sargento Mayor, Rodolfo Parra -
Rodolfo había sido designado por Alejandro para ser el conductor en ese momento.
-Le tengo miedo a los fantasmas- dijo mientras veía por el espejo retrovisor a Ghost.
En un primer momento Alejandro seguido de otros vehículos con mas Vaqueros, les mostraron la ciudad a los tres extranjeros. Querían que se familiarizaran un poco con el terreno, además de hacerles ver en donde podría encontrarse aquello que estaban buscando.
Posteriormente regresaron a la base, ya era algo tarde y seguramente deberían estar cansados y con hambre.
Ese era el momento más anhelado por Ghost.
Por supuesto que estaba concentrado en su misión pero aquello era algo que esperaba desde que llegaron.
No le sorprendió el no verte entre los miembros que los recibieron, aquello habría sido demasiado bueno para que le pasara a él.
Pero en la base las cosas serían distintas, si o si debían verse.
Para esa noche Alejandro les informó que había preparado junto a sus hombres una cena para ellos, quería que probaran el sabor de la comida Mexicana. De antemano les advirtió que algunas cosas podrían ser "algo" picantes.
Evidentemente Soap se pasó por alto esa advertencia y ahora estaba con los ojos llorosos pidiendo que le trajeran algo de agua o cualquier cosa que le quitara ese ardor de la garganta.
Ghost por su lado se mantenía alejado de la multitud, no tenía intenciones de comer tampoco, desde su lugar observaba a todos los presentes, esperando encontrarte entre alguno de ellos.
Pero no estabas ahí.
Volvió a sentirse como cuando estaban en la misma base y lo evitabas a toda costa.
Tan distraído estaba en esos pensamientos que no noto la presencia femenina que se acercaba para abrazarlo por su espalda.
-¿En que tanto piensas, Ghost?- La rubia tenía su rostro pegado en la espalda de él, apoyándose en el chaleco balístico.
-Urban, retírate- Ese tipo de actos le incomodaban bastante y esa mujer no dejaba de repetirlos.
-Solo quiero ser cariñosa contigo ¿Eso está mal? - aunque no le podía ver el rostro, ella mantenía una expresión de puchero.
-Sabes lo que pienso de esto- Su paciencia comenzaba a agotarse.
El sonido de la puerta abriéndose los distrajo por un momento a los dos.
Primero entró aquella chica de la cual no recordaba el nombre pero estaba seguro que era tu amiga, ya que por lo general se les veía juntas.
Y detrás de ella apareciste tú.
Lucias una blusa sencilla de manga larga en color negro, un pantalón de mezclilla ajustado acompañado de unas botas tácticas. Tu cabello había crecido casi hasta media espalda y ahora lo lucías suelto.
Pero lo que más le llamó la atención fue tu rostro ¿Esos eran moretones?
¿Acaso "Los Vaqueros" habían permitido que te hicieran eso?
Cuando tu equipo y tú estuvieron trabajando en conjunto con la 141 jamás había pasado algo así. Bajo su guardia nadie había resultado lesionado.
Quería reclamar por aquello, exigirle a Alejandro una respuesta del porque había permitido que eso te pasara.
Porque el verte lastimada, así solo fueran esas marcas, le molestaba.
Aunque no pudo moverse de su lugar, antes de dar un paso tu mirada y la de él se habían encontrado por un momento. Pero tú la retiraste rápidamente y seguiste con tu camino, dirigiéndote hacia donde se encontraba Alejandro.
Fue entonces que cayó en cuenta de algo, Urban seguía abrazada a él.
-Fucking hell... - murmuro para si mismo.
—000—
A pesar de que ya había pasado tiempo, te dabas cuenta que algunas cosas seguían doliendo igual o más que antes.
Sospechabas que en esos meses la relación de Ghost y Urban pudo haber avanzado, y por lo que acababas de ver, estabas en lo cierto.
Querías sonreír, estabas en medio de una fiesta de bienvenida, pero sentías tu corazón romperse y tus ojos estaban a punto de traicionarte.
Tu mejor salida fue acercarte a Alejandro, él era un lugar seguro en donde creías poder refugiarte.
Y aunque él no entendió nada de lo que pasaba, con solo verte supo que debía ayudarte. Sin pensarlo mucho te envolvió en sus brazos y te dio un fuerte abrazo, susurrándote al oído palabras de apoyo y alguno que otro mal chiste para tratar de sacarte una sonrisa.
Supo que logró su cometido cuando escucho esa risita tuya.
-¿Mejor? - Se separó de ti para poder verte aunque en todo momento mantuvo una de sus manos sobre tu barbilla, elevando ligeramente tu rostro para que lo miraras.
-Gracias- Ese hombre era un encanto.
—ooo—
Soap miraba con preocupación aquella escena, no había que ser muy inteligente u observador para darse cuenta que Alejandro tenía una atención "especial" en ti.
En seguida buscó con la mirada a Ghost pero lo que vio no mejoró la situación. Estaba ahí de pie en aquella esquina con Urban abrazándolo.
Con señas y una mirada prácticamente lo regaño con un "¿Que mierda estas haciendo?"
—000—
Antes el sentimiento era de "Frustración" pero ahora se había transformado en "Impotencia".
No tenía ni medio día ahí y las cosas se estaban yendo a la mierda.
El primer reencuentro fue un desastre. Después de todo ese tiempo y que ahora lo primero que veas de él sea como Urban lo abraza de esa forma, fácilmente puede ser malinterpretado.
Y cuando pensaba que eso no podría ser peor, debe ser testigo de como Alejandro puede hacer lo que él tanto desearia.
Alejandro era su aliado en su misión pero definitivamente iba a ser su enemigo en lo personal.
Porque esa mirada y esas caricias no eran propias de un superior con su subordinado.
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Last Chance
RomanceCuando eres un soldado que puede morir en la siguiente misión, lo ultimo que deseas es quedarte con arrepentimientos. Por ello fuiste sincera con la persona que amabas pero las cosas no resultaron como lo esperabas. Ahora es el turno de cierto Fant...