Last Chance

Adiós...

Poco menos de una horas, ese era el tiempo que les quedaba en la base.

El avión que les llevaría a su nuevo destino ya se encontraba en la pista, poco a poco cada uno de ustedes fue subiendo sus cosas y equipo.

Algunos aprovecharon sus últimos momentos para despedirse de sus amigos, desearse buenas cosas o abrazarse.

Por tu parte, permanencias a bordo del avión, habías tomado provisionalmente el asiento más cercano a la compuerta, la cual se mantenía abierta, permitiéndote ver el exterior.

Aunque sabías que no pasaría, tenias un destello de esperanza de que Ghost apareciera en la pista y los despidiera, o mejor dicho, se despidiera de ti o algo parecido.

                                                                                                  (ooo)

Price quería despedirse de ustedes, habían sido una parte de ellos y en muchas ocasiones les habían sido de gran ayuda.

Por ello había mandado llamar a Gaz, Soap y Ghost. Pero dado que este último seguía sin aparecer fue que tuvo que pedirle a Soap que lo buscara y le avisara que debía presentarse en la pista.

El escoces no tardaría en encontrarlo, siempre estaba en su habitación. Estaba dispuesto a hacer un gran llamado para hacerse notar pero antes de siquiera poder abrir la boca se detuvo. Escucho dentro de la habitación una conversación entre una voz femenina y una masculina.

Eran Urban y Ghost.

Ahora se sentía indeciso ¿Debía entrar? ¿No interrumpiría algo importante si entraba?

Considero que era mejor tocar y al momento en que le dejaran entrar, dar el aviso rápido y retirarse. Pero nuevamente se detuvo cuando escuchó más claramente una parte de la conversación.

-Yo me di cuenta muy tarde las cosas, Ghost-

-No se de lo que me hablas-

-Estabas enamorado de mi en ese tiempo... y no lo vi. Ghost, me gustaría intentarlo ahora... ¿Te gustaría intentarlo conmigo? -

Soap se sorprendió tanto ante aquello que se separó bruscamente de la puerta, sin haber tenido tiempo de escuchar la respuesta de Ghost.

No, definitivamente no era un buen momento para entrar.

                                                                                                       (ooo)

La hora había llegado.

El avión ya se encontraba encendido y el piloto estaba revisando que todo estuviese en orden antes de partir.

Laswell, Price, Gaz, Soap, los miembros del escuadrón de apoyo que se quedaban y demás miembros que pertenecían a la base ya se encontraban ahí, listos para desearles un buen viaje.

Los únicos ausentes eran Ghost y Urban.

-Soap, ¿Dónde está Ghost? - interrogó su capitán

-Estaba en su habitación pero no pude avisarle - aun estaba un poco nervioso

-¿Por qué no? ¿Qué te lo impidió? -

-Bueno, es que no era un buen momento para buscarlo-

Price veía confundido a Soap. De entre todos, él era el que menos problemas tenía para comunicarse con Ghost, aunque tuviesen personalidades tan diferentes, en realidad eran excelentes amigos.

Eso le hizo sospechar y al mismo tiempo preocuparse por Ghost.

Pero no tardó en unir los puntos cuando noto que Urban tampoco estaba presente. Y eso ya era demasiada casualidad. 

El tiempo se había terminado.

Los presentes les deseaban lo mejor en su viaje y esperaban algún día volver a coincidir con ustedes.

Uno a uno fueron subiendo al avión, tu dejaste el lugar en donde estabas y te acomodaste en uno de los que se encontraban al fondo, ajústate tu cinturón de seguridad y solo te limitaste a observar como tus demás compañeros hacían lo mismo.

Ofelia tomó asiento a tu lado, al ver tu rostro y la expresión que tenias lo entendió todo. No era el lugar para consolarte como ella hubiese querido, así que tomó tu mano y la apretó con fuerza.

-Será un nuevo comienzo - te susurro

                                                                                                  (ooo)

Ambos habían salido de aquella habitación, tenían planeado dirigirse hacia el área de la cafetería.

Pronto notaron como en todo su camino no se habían encontrado con nadie, incluso el lugar era increíblemente silencioso.

Al llegar a su destino se encontraron con un comedor casi vacío, ya que los únicos que se encontraban ahí eran los cocineros.

-¿Dónde están todos? - les pregunto la rubia

-¿No se enteraron? Todos están en la pista, despidiendo a los Mexicanos y a los soldados que se van con ellos -

-¿En serio? Oh, nadie nos avisó - reprocho la mujer

-Si se dan prisa quizá aun los alcancen -

Urban miro a Ghost y este se dio se la media vuelta. Los dos se encaminaron hacia el lugar indicado.

Les tomó algo llegar, para llegar ahí debían tomar uno de los vehículos y manejar por unos minutos. Una vez que se estacionaron vieron a un grupo de personas cerca, se trataba de sus compañeros.

Cuando se unieron a ellos se dieron cuenta que ya era tarde, el avión ya había despegado y estaba comenzando a alejarse, cada vez se veía más pequeño en el firmamento.

Ghost miró a todos los presentes, ahí estaban el Capitán Price, Laswell, Soap, Gaz, algunos miembros de otros equipos y aquellos que habían decidido quedarse del escuadrón de apoyo.

Y fue en ese momento que cayó en cuenta de algo.

¿Dónde estabas? 

Volvió a mirar a todos los presentes, pensando que quizá no te había notado entre todos los demás. Pero no fue así.

Todos los demás eran conocidos ya para él, y del escuadrón de apoyo, de los cinco que eligieron quedarse, ninguno eras tú.

Fue entonces que su mirada giró hacia el cielo, en la misma dirección que aquel avión había desaparecido.

Nunca se mostró interesado en saber el listado de aquellos que dejarían la base, no considero que fuera necesario.

Así como nunca pensó que de entre todos, Tú decidieras irte.

Por algún motivo asumió que permanecerías ahí, en la base.

Ni siquiera hubo una despedida, no hubo un último encuentro. 

Te había estado evitando desde hace días, tiempo durante el cual había estado deseando parar con ello, de la forma en que fuera. Pero no había tomado ninguna acción  bajo aquella falsa seguridad de saber que igualmente seguías en el mismo lugar que él, y que en cualquier otro momento tendría la oportunidad de acercarse.

Pero ahora la realidad era otra. 

Ya no sería necesario evitarte, porque te encontrarías en otro continente, con una gran posibilidad de que nunca regresarías. 

"Cuidado con lo que deseas"