Rescate

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Para cuando llegaron al refugio que mantenía Alejandro ya estaba por amanecer. Inspeccionaron el exterior y se percataron que el Mexicano había colocado incluso una trampa justo en la entrada principal, en caso de que alguien no deseado hubiera conseguido ubicar aquel lugar. Maldito genio. 


Lo mas seguro era ingresar por una ventana, Soap fue el primero entrar, aun sin bajar la guardia portaba su arma, listo para disparar. Pero no se percato como el rayo laser de una mira estaba tratando de apuntar a su cabeza. Pero para ello estaba Ghost ahí, para brindar siempre apoyo, y su manera mas rápida de reaccionar fue lanzando uno de sus ya conocidos cuchillos hacia aquella figura escondida en las sombras. 


-¿Quien anda ahí? - cuestiono el mexicano desde su escondite. 


-¿Rodolfo?-  El mismo Soap estaba asombrado de que no hubiese sido capturado junto al resto de Los Vaqueros. 


-¡Soap! ¡Ghost! Están vivos - Sintió un gran alivio al volver a encontrarse con ellos. 


Los tres se pusieron al tanto de la situación, siendo principalmente Rodolfo quien les mostro la ubicación de la prisión en donde tenían retenido a todo su equipo. Tendrían que infiltrarse y una vez dentro localizar el cuarto de seguridad en donde podrían utilizar las cámaras de vigilancia para verificar en que piso o celdas se encontraban sus compañeros. 


Además, para su tarea contaban con un gran armamento que previamente había sido guardado en aquel lugar, deberían cargar con varias armas y municiones para poder equipar a todos los Vaqueros una vez que los liberaran. Y por si eso no fuera suficiente, también tenían a su disposición un vehículo blindado, cortesía también de Alejandro. El Coronel mexicano se había tomado muy en serio el preparar un lugar de seguridad.


Una vez que alistaron todo lo necesario se dirigieron hacia las cercanías de la prisión. Antes de poder entrar deberían hacerse cargo de algunos Shadows que estaban custodiando el exterior y también de aquellos que estaban en lo alto de las bardas.


Haciéndose valer de su trabajo en equipo y buena coordinación lograban poco a poco hacerse camino hacia el interior, tratando de ser lo mas sigilosos que pudieran. No era fácil, pero llamar la atención seria problemático. 


Llegados a un punto debieron valerse de las cámaras de seguridad del complejo para poder seguir avanzando. Ghost fue quien se ofreció para salir y matar algunos Shadows mientras que Soap tendría que ser sus ojos guiándolo. También aprovecharía esta oportunidad para colocar algunos explosivos en algunos puntos para poder crear mas adelante una buena distracción creando todo un caos.


Para Ghost cada Shadow menos que respiraba le acercaba a tu ubicación. Al ser traicionados por Graves sabia que cualquier cosa podía pasar, incluso estaba consciente que había una posibilidad que los hubiese asesinado. Realmente no quería pensar en ese escenario, no quería enfrentarse al hecho de tener que encontrarse con tu cadaver y saberse que llego tarde.


De una cosa estaba mas que seguro, si el bastardo de Graves se había atrevido a siquiera lastimarte, no habría un solo lugar en el maldito mundo en donde se pudiera esconder de el. Lo rastrearía hasta por debajo de las piedras y una vez que lo tuviera en su poder le mostraría todas esas habilidades de tortura que había aprendido a lo largo de sus años de servicio. Era realmente creativo cuando se trataba de eso. 


Justo cuando Ghost termino de limpiar el exterior, Rodolfo logro ubicar la celda en donde se encontraba Alejandro, estaba aparentemente bien pero su celda estaba siendo custodiada desde el exterior por dos Shadows. Ghost le cuestiono si lograba verte a través de las cámaras pero su respuesta fue negativa, por desgracia no todas las cámaras estaban en funcionamiento, y en las que estaban activas no te veía. 


No estaban seguros de si eso era una buena o mala señal.


Sin esperar nada mas se dirigieron hacia el bloque de celdas, como hicieron anteriormente, eliminaron a cuanto Shadows se encontraban en su camino. Con la guía de Rodolfo consiguieron llegar hasta la celda en donde se encontraba Alejandro y utilizando las pinzas que portaba Ghost en su espalda consiguieron romper el candado, el ultimo obstáculo para llegar al Mexicano. 


Soap fue designado por Ghost para entrar primero a la celda pero apenas entro fue el mismo Alejandro quien lo sujeto y lo arremetió contra una de las paredes, estaba a punto de darle un puñetazo cuando Rodolfo tuvo que intervenir para que se diera cuenta que eran ellos y que habían ido en su rescate. 


-¡Soap!...¡Rudy!...¡Ghost!...- Solo cuando salió de su confusión pudo sentirse aliviado de verlos nuevamente.


-¿Pensaste que te dejaríamos? - le cuestiono el escoces. 


-¿Por que mierda tardaron tanto, pendejos? - 


-Esta lleno de Shadows, es un infierno - le menciono Ghost, quien aun estaba impaciente por no saber en donde estabas. 


-¡Abran la celda contigua! - Alejandro salió rápidamente de su celda y vio como la siguiente puerta también tenia un candado. 


-¿Que sucede, Alejandro? ¿Quién esta ahí? - Rudy se le acerco, observando con preocupación como su Coronel le quito aquellas pinzas a Ghost para abrir el mismo el candado.

-Aquí encerraron a ________, pero esta herida, esos Shadows le dispararon - 


Los tres presentes se miraron mutuamente, solo para después ser el mismo Ghost quien al ver la el candado caer, abrir de manera brusca aquella puerta de metal. 


El tiempo se detuvo para el al momento de entrar ahí y tener que ser testigo de aquel horrible cuadro. Estabas ahí, en el suelo de aquella sucia celda, debajo de ti un gran charco de color carmesí mezclándose con la humedad que se filtraba tanto por el suelo como por las paredes. La piel de tu rostro lucia bastante pálida contrastante con el recuerdo que tenia de ti con las mejillas rojas por estar avergonzada. Tus manos lucían pintadas con ese mismo color rojo que había visto tantas veces en su vida, ya fuera en su propio cuerpo o en el de sus enemigos abatidos.  Desde su posición le resultaba imposible saber si aun estabas respirando, no detectaba a simple vista el subir o bajar de tu pecho...tenia miedo de acercarse y descubrir que ya no lo hacías. 


Philip Graves...había sellado su destino en el momento en que sus hombres jalaron de ese gatillo. 

Last ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora