No fue realmente difícil dar con su paradero, para su desgracia la noticia de su "cita" estaba en boca de cada Vaquero que se encontraba en su camino, siéndole como un pequeño recordatorio de la realidad.
Además, en las Las Almas solo había unos cuantos restaurantes y algo le decía que Alejandro elegiría el que lucia mas elegante. Y no se equivoco.
Afuera del mismo se encontraba estacionado un vehículo idéntico al que el se encontraba usando. Procuro estacionarse a una distancia considerable, en un punto donde justo una luminaria no estaba funcionado adecuadamente.
Por obvias razones nunca entraría al negocio por la puerta principal, además de no ser ese su estilo. Siempre había hecho honor a su apodo, usaría las sombras para ocultarse y aparecer como el fantasma que era.
Desde el interior del vehículo estaba tomando nota mental del escenario, buscaba posibles puntos en los que tuviera una buena visión del interior pero tuvo que detener su tarea al momento en que los vio salir del establecimiento.
Su vista siempre había sido buena, pero incluso a esa distancia necesitaba algo de ayuda de su equipo para ver con mayor detalle, para eso contaba con sus binoculares, los cuales le permitieron observarte mucho mejor.
Para el era la primera vez que te veía luciendo un vestido, estaba acostumbrado a verte con ropas propias del trabajo, lo mas causal que recordaba fue cuando en la fiesta de bienvenida usabas mezclilla.
Pensó que no podías verte mas hermosa pero se equivoco.
Ahora que te veía ahí, saliendo con un paso algo lento debido a tus zapatos, se daba cuenta de lo mucho que deseaba ser quien estuviera en el lugar de Alejandro.
Pero las cosas con el serian muy diferentes, el no era Alejandro, no tenia la misma facilidad para desenvolverse entre los demás. Si los papeles fueron diferentes, siendo sincero, llevarte a un restaurante no seria de sus primeras opciones, no le agradaba la idea de estar rodeado de demasiadas personas, por mas que usara un traje elegante nunca se quitaría su pasamontañas en publico y las muestras de afecto en publico serian muy limitadas.
Fuera de los temas que involucraran el trabajo no sabría que decir ¿Qué diría de si mismo? Su pasado no había sido el mejor, ya no contaba con familia, prácticamente se había dedicado a vivir solo para ser un militar.
Anhelaba el contacto físico, claro no de cualquiera, pero al menos el tuyo si. Siendo compañeros nunca habían tenido que estar precisamente juntos, ni siquiera se habían tenido que estrechar las manos o al menos una palmada en el hombro.
Lo mas cerca que pudo estar de ti fue en aquel momento ahora capturado en una fotografía por obra de Soap.
Pero se imagino muchas veces como seria, tus manos debían ser mucho mas suaves que las de el, quizá a ti no te gustaría tanto la idea de un par de manos grandes y ásperas te tocaran.
Ahora era testigo de como Alejandro se mantenía cerca de ti, escoltándote hasta el asiento del copiloto, como quien trata de esconder un tesoro de los ojos de los demás.
Y algo totalmente inesperado sucedió, Alejandro se detuvo y su mirada estaba en su dirección, se había percatado de la presencia de uno de sus vehículos. Había subestimado al Coronel, error de principiante.
¿Pero Alejandro sabría algo? Había demasiadas cosas que no sabia sobre Alejandro y tu, y una de ellas era que tanto conocía sobre lo sucedido entre ustedes. Creía que no estaba enterado, su trato para con el siempre fue normal y nunca percibió algún tipo de comentario fuera de lugar.
Ya no estaba tan seguro de esa ignorancia.
Ojala el verlos salir de ahí hubiera sido lo único... pero el hizo un ultimo movimiento, demasiado conveniente.
Te beso.
Lo odio, odio a Alejandro como si uno de sus enemigo se tratase, odio la naturalidad con la que lo hizo y se odio a su mismo por haber reaccionado tan lento en el pasado. Porque en una realidad alterna, ese pudo haber sido el.
Vio como el Jeep se fue alejando tomando dirección hacia la base, al parecer su noche había terminado.
Les permitió tomar algo de ventaja en el camino, no quería ser notado, al menos no por ti, después de todo, ya daba por hecho que Alejandro si lo había descubierto.
En el momento en que introducía la llave en su lugar se vio a si mismo incapaz de hacerla entrar, su pulso era errático, su propia respiración se había vuelto irregular y sus ojos estaban humedeciéndose.
Ni siquiera había podido pelear y ya había perdido.
¿Fue así como Urban se sintió cuando la rechazo?
Un dolor nuevo se había formado en su pecho, nunca antes lo había experimentado, ni siquiera cuando descubrió que Urban tenia sentimientos por alguien mas. Así que no estaba seguro de como debía reaccionar.
Necesitaba volver a la base, necesitaba hablar con alguien, estaba tan acostumbrado a cargar con el peso de todo el solo, que pedir ayuda le resultaba difícil pero en esta ocasión no podía mas.
Soap era su única referencia para las cuestiones sociales, siempre lo observaba como se relacionaba con los demás, quería aprender un poco de el y ahora necesitaba otra lección de su parte.
Condujo tan lento como podía, debía mantener su distancia con el Jeep de Alejandro, hacerse el camino mas lento y largo no le estaba ayudando, la duda lo comenzó a invadir, las inseguridades lo estaban torturando.
¿Y si estabas mejor con Alejandro? El pudo darte una atención que a el le habría costado mucho.
¿Lo correcto seria dejarte ser feliz con el o intervenir? Sonreías con el como no te había visto nunca hacerlo a su lado. Y no era para menos, el nunca hizo nada para provocarte una sonrisa, generalmente eras tu quien se esforzaba por alegrarlo a el y nunca viste ninguno de tus intentos triunfar. Al menos no lo notaste, su pasamontañas oculto cualquier signo de ello.
Su cabeza comenzaba a llenarse de ideas, todas ellas con algún en común, y era su total incompetencia para poder hacerte feliz. No podía pensar en una sola cosa que ofrecerte, el mismo era un lio, muchos lo querían muerto y estar a su lado podía significar una muerte segura.
¿Qué podía hacer por ti?
¿Cómo es que si quiera alguien como tu había puesto sus ojos en alguien como el?
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Last Chance
Roman d'amourCuando eres un soldado que puede morir en la siguiente misión, lo ultimo que deseas es quedarte con arrepentimientos. Por ello fuiste sincera con la persona que amabas pero las cosas no resultaron como lo esperabas. Ahora es el turno de cierto Fant...