Déjame cuidarte

5.6K 685 172
                                    


Se dirigió sin dudar hacia tu habitación, sabia perfectamente en donde estaba ubicada. Nunca había tenido que entrar antes pero había hecho su trabajo investigando en donde se te había asignado. 


Al llegar a la esquina del corredor escucho el ruido de una puerta abrirse y los pasos de alguien, se coloco justo al borde la pared y observo a quien abandonaba tu habitación. Era esa amiga tuya, en serio debía empezar a recordar su nombre. La vio salir con una cubeta y lo que parecían unas toallas, en su otra mano cargaba con un pequeño botiquín de primeros auxilios.


Espero a que se alejara lo suficiente para luego seguir su camino hasta tu puerta. No toco de inmediato, le tomo unos cuantos segundos el procesar lo que estaba a punto de hacer. 


Uno, dos, tres veces fueron las que su mano golpeo aquella puerta. Solo cuando escucho un débil "adelante" es que tomo la manija y se adentro a la habitación. 


Todas las luces estaban apagadas, pero aun era de día y unos cuantos rayos de luz se podían filtrar por los costados de la persiana de la única ventana que había. Poco a poco se fue acercando hasta la cama en donde te encontró acostada de lado, dándole la espalda y abrazada a una almohada. Ya no te encontrabas vistiendo tu uniforme, en su lugar usabas una blusa de tirantes y un short. 


-¿Olvidaste algo?- Te giraste pensando que te encontrarías con Ofelia, quien recién había salido.


Tan rápido como pudiste te incorporaste, quedando sentada en el borde de tu cama con tus pies tocando el piso. 


-Teniente...¿Qué hace usted aquí?- Era la ultima persona que imaginabas se aparecería, mucho menos en ese momento. 


-¿Te duele? - Solo cuando cambiaste a tu actual posición cayo en cuenta de las gasas colocadas en cada una de tus rodillas. Ahora tenia sentido el porque la otra mujer cargaba con un botiquín. 


Ni siquiera espero tu respuesta y ya estaba hincado frente a ti, con su total atención a las curaciones que ya presentabas. Lentamente se deshizo de sus guantes y los coloco en el piso, aun lado de el.  Una vez que sus manos se encontraban desnudas las llevo hacia tus piernas, acariciando el área que rodeaba a esos parches de gasa. 


-No mucho...solo arde - Tratabas de ignorar el hecho de que su toque erizaba tu piel. No te sorprendía que sus manos pudieran abarcar gran parte de tu pierna. 


-¿Que paso? - Su mirada subió para poder encontrarse con la tuya. 


-Un accidente, algo sin importancia - Una pequeña mentira para no tener que explicar que te habías desquitado con un florero. 


-Si te lastima no es algo sin importancia - 


-No me ha respondido, Teniente...- Desviaste nuevamente el tema. 


-Vine a verte, quería asegurarme por mi mismo como te encontrabas - Su voz era seria pero tenia ese tono tan sereno. 

Last ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora