Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]

21

Una mujer esperaba con un paraguas al rubio, él cuál al salir del auto le sonrió y pasó a la casa con la mujer, al llegar a la sala, está le sirvió un poco de té para hablar de manera tranquila.

—Le llegó su regalo, señora Sakura. —dijo Jimin.

—Así es Jimin. —lo vio. —¿Estás seguro de ello? —pregunto dudosa.

—Él hace pagos muy costosos y visitas cada mes. —tomó su taza de té. —estoy muy seguro que él está ahí.

—Hay una parte de mí que quiere creerlo, pero otra no quiere tener esperanzas. —lo vio. —¿Estás bien?

—Es comprensible. —sonrió. —si lo estoy. —asintió. —¿Por qué la pregunta?

—Te ves delgado, además del parche en tu marca y tu mirada es diferente. —lo vio. —me preocupa tu salud, ya que Agust y Layla pueden aprovecharse de ello.

—Ellos están entretenidos con otra cosa. —mencionó. —además, no pueden matarme aunque lo deseen.

—Cuídate mucho. —le dijo. —te estás exponiendo mucho.

—No se preocupe. —miro la taza. —yo no me expongo porque cada cosa que hago no lo hago bajo mi nombre sino bajo el nombre de Min Layla.

La alfa ya no dijo nada, solo iba a dejar a Jimin hacer lo suyo y ella haría lo otro que tenía planeado y que iba a disfrutar hacer, si su omega estaba vivo y estaba lastimado mataría lentamente y muy dolorosamente al padre de su hijo. Lo descuartizaría y lo iba a tirar muy lejos por tocar a su pareja, ella vio la tranquilidad del omega, una parte le daba tranquilidad al saber que debido a la casta a la que pertenecía Jimin a muchos se les haría imposible creer lo que estaba ya planeado.

—Debo irme. —se levantó Jimin. —la veré mañana en la cena.

—Está bien Jimin. —lo abrazo. —recuerda que si necesitas algo no dudes en pedirme lo que quieras. —sonrió de lado. —después de todo eres mi protegido y mi yerno.

Jimin sonrió y asintió para irse del lugar y subirse al auto, cuando lo hizo pido ser llevado a su casa para poder descansar, tenía un fuerte dolor de cabeza, además de que a veces se le dificulta respirar un poco. Al llegar a su hogar fue recibido por sus empleados, él vio a la omega, la cual seguía ahí, Jimin se acercó y la vio, pero retrocedió un poco al ver que ella se levantó y lo vio.

—Debido a qué la lluvia no parece irse, pediré que te preparen una habitación para que te quedes a dormir y cumplas con tus tareas de enfermera. —le dijo.