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—Ten esto. —habló una omega.

—¿Qué es? —miró el frasco.

—Es un afrodisíaco. —mencionó el alfa.

—¿Afrodisíaco? —lo olió. —yo no siento nada.

—Es un afrodisíaco especial y único. —dijo la serpiente. —atrae y droga a las serpientes.

—¿Y si su omega me descubre? —los vio.

—El aroma solo las serpientes lo pueden sentir. —sonrió la omega.

La chica asintió e hizo reverencia para irse a la casa de la joven pareja, miró el frasco y se puso un poco para ver si funcionaba, cuando llegó ingresó a la casa y se dirigió al jardín donde siempre debía esperar al alfa. Al llegar vio al omega riendo sobre el alfa él cuál le daba cortos besos en la mejilla, Jimin se giró y vio a la chica, la cual estaba ahí parada viéndolos y frunció su ceño.

—¿Qué haces ahí parada llegas 30 minutos tarde? —se levantó y la vio. —el hecho de que Layla te pague no significa que puedas venir a la hora que se te dé la gana.

—Jimin cielo no importa. —vio de pies a cabeza a la chica. —pudimos disfrutar de la mañana juntos.

—Tuve un contratiempo. —hizo una corta reverencia. —espero y me perdoné.

—Da igual. —tomó su chaqueta. —solo has tu trabajo y ya.

La omega vio como el omega se iba molesto y luego vio al alfa él cuál se levantaba y se estiraba un poco para luego llevarla al lugar donde hacían sus terapias.

—Disculpa a mi esposo. —la vio. —tuvo una mala noche.

—Ya veo. —sonríe de manera inocente. —es hora de sus terapias y luego su medicamento.

Yoongi asintió y se acostó en la silla, la chica sacó el perfume y se puso en sus manos para llamar la atención del alfa. La serpiente al sentir el aroma se movió inquieta haciendo que Yoongi la detuviera y la viera por un momento, ese aroma que sentía lo estaba mareando y sentía un poco de calor.

—No me siento bien. —vio a la chica.

Esta se acercó haciendo que Yoongi cerrará los ojos al sentir el aroma en la coneja, está sonrió al ver cómo el alfa estaba actuando. Cuando se iba a sentar en el pálido llegó un alfa, el cual hizo que Yoongi lo viera y se levantará para ir donde esté.

—Llévame a mi habitación, por favor. —le pidió al beta.

El alfa acató la orden y ayudó al alfa a alejarse de la chica, el olor aún estaba en sus fosas nasales, nublado su mente, al llegar a su habitación pidió no ser molestado y se encerró en el baño, sentía un calor horrible por lo cual se quitó toda su ropa y se metió a la regadera. Jimin por su parte, iba en el auto hasta que sintió un piquete en su cuello, llevó su mano a la zona de la marca y al alejar su mano vio sangre, él no dijo nada, solo tomó un pañuelo e hizo presión.

Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora