73

3K 487 27
                                    

Jimin iba en el auto leyendo una revista, haría una visita formal al lugar donde estaba su bisabuelo, pues parecía que estaba muy enfermo y quería verlo; aunque para Jimin solo eran patrañas falsas para manipular, no confía en él para nada y jamás lo haría. Al llegar al sitio lo encontró en su cama conectado con cables y algo para respirar, él vio a las enfermeras que le miraban las constancias vitales.

—Pueden retirarse. —ordenó el omega.

Las mujeres hicieron reverencia y salieron de la habitación, Jimin puso su bolso en la silla y se acercó a paso lento al hombre, el cual solo lo miraba esperando compasión, no quería morir aún y sabía que lo que necesitaba el pollo lo tenía.

—Veo que ya vas para la tumba. —le acarició la mejilla. —creo que es tu karma por ser una mierda de persona.

—Sal...va...me. —dijo con dificultad.

—¿Por qué debería de hacerlo? —preguntó el pollito. —¿Por ser familia? ¿O por qué soy tu donante perfecto? —se rio. —además, para qué quieres que te done médula ósea si ya estás viejo ya vas para la tumba.

—Té sal...ve an...tes. —tocio.

—Yo no te lo pedí. —miró el tubo donde le llegaba aire. —es curioso, porque ahora tu vida está en mis manos.

La vieja serpiente cuando iba a apretar el botón para llamar a las enfermeras, Jimin le tomó la mano y negó con una sonrisa mientras miraba el aparato y lo ponía en el suelo.

—Una vida por otra vida. —pensó el omega. —creías tener el poder por ser serpiente, rechazaste a tu familia destinada por serpientes y estas murieron por tu codicia y avaricia.

—Tú eres i...gual. —tocio.

—Yo no nací en cuna de oro como los demás. —acarició el cable de aire. —nací en pobreza y en humillaciones, fui golpeado muchas veces, pero veme aquí siendo tu marioneta que se puede revelar en cualquier momento.

Jimin miró el cable y lo apretó unos segundos y luego lo soltó dándole al hombre una breve advertencia de que por su estado podría matarlo fácilmente. Jimin solo lo vio una vez más, tomó sus cosas y se fue de ahí, ahora tocaba ver a Layla y comenzar a jugar con su débil mente codiciosa, haciendo así que ella provoque su propia muerte por cobarde y patética y si eso no sucedía la mataría él mismo.

—Es hora de casar a una comadreja. —sonrió. —una muy fácil de atrapar.

—Joven Min. —habló el chofer.

—Si J.Seph. —le dijo.

—Ya encontré la ubicación exacta de Adam. —mencionó.

—Su rescate será cubierto con un accidente. —comentó Jimin. —así toda la atención estará en la muy fracturada Min Layla.

Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora