Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]

33

Jimin entró en la casa llamando la atención de los sirvientes, los cuales lo miraban esperando órdenes del dueño de la casa, el omega vio a los empleados y comenzó a subir las escaleras.

—Preparen una sopa caliente, quiero que traigan ropa para un niño pequeño de entre cinco a seis años, preparen una habitación. —les dijo. —¿Y saben dónde está mi esposo?

—Como ordene. —dijo un beta. —su esposo salió, pero dijo que volvería pronto.

Jimin asintió y se dirigió a su habitación con el niño en brazos al cual le calculaba unos cinco o seis años, cuando llegó a la habitación se dirigió al baño y sentó al niño en el inodoro y preparo un baño caliente, el pequeño niño miraba curioso al rubio el cual preparaba una cosa extraña.

—Bien pequeño vas a tomar un baño caliente y luego te pondremos ropa caliente y comerás algo delicioso. —le sonrió.

—Gracias hyung. —dijo el pequeño.

—Si necesitas ayuda estaré ahí afuera. —camino a la puerta. —te dejaré solo.

El omega salió del baño y vio como la puerta de la habitación se abría dejando ver a su alfa el cual volvía con unas bolsas y al ver a su omega las puso en la cama y se acercó para abrazarlo, el omega se ocultó en el pecho de su alfa.

—¿No te lastimaron? —lo tomo de las mejillas. —J. Seph dijo que te intentaron disparar.

—Estoy bien. —sonrió. —si no hubiera sido por él, no sé qué hubiera pasado.

—Debo de agradecer que él esté pendiente de ti. —le beso los labios.

Jimin sonrió y lo volvió a abrazar, el pálido cargo a su omega y lo llevó a la cama para comenzar a quitarle la corbata y la camisa, el omega solo se reía, pero se detuvieron por un ruido en el baño, el alfa miró a su omega el cual se sentó en la cama y lo veía.

—No te enojes. —dijo Jimin. —pero traje a alguien a la casa.

—¿A alguien? —miro al baño. —pollito explícate.

—Es un niño pequeño. —bajo el rostro. —es un pequeño pollito que estaba siendo maltratado y yo no lo pude resistir y lo traje aquí, perdón si no te dije nada.

—Pollito, no debes de pedir perdón. —lo abrazó. —¿Lo podré conocer?

—Solo no lo vayas a asustar. —se levantó el omega.

—No prometo nada pollito. —se rio el alfa.