Un pollito llamado Park Jimin [Y.M][#2] [✓]

18

Cuando Jimin llegó a la residencia, todos lo vieron con respeto, el omega se dirigió a su antiguo hogar para ver un rato a sus padres, los cuales les rogó muchas veces que dejaran la residencia para irse a vivir en un departamento que Jimin les quería comprar, pero estos se negaron rotundamente.

—Mamá, papá. —los abrazó.

—Cielo mírate, estás muy delgado. —dijo su madre. —¿Te has alimentado bien?

—Si, mami he comido bien. —la tomó de las manos. —veo que ya casi finalizan las reconstrucciones de algunas casas y de la residencia.

—Así es cielo. —dijo el alfa. —¿Y Yoongi?

—Él está en casa descansando. —mencionó Jimin. —por lo de su accidente.

—Espero que se recupere pronto. —habló su madre.

—Papá. —le dijo Jimin. —¿Puedo hablar contigo sobre algo?

—Claro hijo. —lo llevó a la sala. —¿De qué quieres hablar?

—Sobre tu tío. —lo vio. —en la casa de mis abuelos vi una foto de un hombre y mi abuelo dijo que era tu tío.

—Él murió muy joven. —hablo.

—Tu padre dijo que desapareció. —dijo Jimin.

—Eso dijo. —miró a su hijo. —ten mucho cuidado hijo, no serás el primer familiar que desaparece.

—No debes preocuparte, papá. —dijo. —sé cuidarme muy bien.

Luego de estar en la casa de sus padres, él volvió a su hogar, cuando entro a su casa fue recibido por su pareja, la cual le dio un corto beso en los labios y luego en la frente.

—¿Cómo te fue? —lo llevo al sofá.

—Me fue bien alfa. —le beso la mejilla. —¿Y a ti?

—Ya inicié con el medicamento. —cerró los ojos.

—Ya veo. —se recostó en el pecho de su alfa. —¿Y la chica?

—Sí. —suspiro. —se fue hace unos minutos, dijo que tenía una emergencia.

—Que bien. —habló Jimin mientras se subía sobre su alfa.

—Pollito estamos en la sala. —lo tomó de las mejillas. —nos van a ver nuestros empleados.

Jimin cerró los ojos y se ocultó en el cuello de su alfa, sentía el aroma de su alfa muy delicioso por lo cual restregó su pequeña nariz en toda la extensión del cuello de su alfa, Yoongi soltó un quejido y alejó a Jimin, pues este le había dado una pequeña mordida en su cuello.

—Pollito. —se tocó el cuello. —¿Me acabas de morder?

—Yo. —se sonrojó. —perdón.

—Eres tan tierno. —le dio un corto beso. —eso me tomó por sorpresa.

—Perdón. —habló Jimin aún sonrojado. —olías delicioso y me dieron ganas de morderte.

—No te disculpes pollito. —se rio Yoongi. —puedes morderme todo lo que quieras si mi aroma te parece delicioso.

—Yoongi no digas eso que me avergüenza. —se ocultó en el pecho de su alfa.

—Mi pollito es muy penoso. —se rio. —es tan tierno.