Villan Omega - [Dekubaku][FINALIZADA]

24: Epílogo

Pasaron tres años desde se mudo a California, tres años desde que separó de Izuku, Katsuki ha podido salir adelante él solo y bueno, con un poco de ayuda de Rody. Consiguió trabajo en una escuela de robótica, tuvo que hacer un pequeño curso de técnico y pudo graduarse para seguir trabajando. Le ha ido bien económicamente, pudo mantener a sus cachorros darles comida, ropa y estudios.

Nunca se mudo del lugar que Izuku escogió para él, porque aún tenía la esperanza de que su Alpha volviera, tenía miedo que si se mudaba e Izuku lo fuera a buscar no lo encontraría. Todos los días, todas las noches, se queda un rato mirando la la puerta, esperando un golpecito que nunca llegó. Tampoco miraba las noticias de su país, no quería saber nada hasta que Izuku llegará a su puerta, o Shoto, o alguien, dándole la noticia que no desea escuchar.

Prefería quedarse con la ilusión.

Le estaba llendo bien en la vida, nadie lo conocía, era como iniciar una vida desde cero. Pero nunca dejo esperar a su Alpha, a pesar que ya tenía muchos pretendientes detrás de él, su Omega interno nunca le interesó otro Alpha. Que no sea su Izuku.

Zuzu había crecido muy fuerte y sano, era como una copia de Deku tanto en físico como personalidad, siempre dispuesto ayudar a las personas. Y ayuda en todo lo que puede con sus tres añitos a su papá Omega, Katsuki se encargó de contarle sobre su padre Alpha y que algún día iba volver con ellos. Zuzu era muy pequeño pero entendía rápido.

Katsuki no podía estar más que orgulloso se su cachorro. Una noche el pequeño Zuzu se había despertado a buscar un vaso de agua, pero su papá Omega parado en el pasillo de las habitaciones viendo la puerta detuvo su propósito.

El cachorro tomo la mano del cenizo que se asusto por el repentino contacto, Zuzu siempre le pregunta lo mismo "¿Papá aún estás esperando a Padre?" Y a Katsuki siempre se le rompe el corazón al escucharlo. No responde simplemente lleva a su cachorro a la cama otra vez, cantándole su canción de cuna para que se quede dormido.

Kacchan llegó a un punto en dejo de tener esperanzas y simplemente se dijo así mismo que Izuku nunca iba volver. Dejo de esperar en los pasillos como un tonto, dejo de ver la puerta con nostalgia y se dedicó a sacar adelante a sus cachorros y él mismo.

Su vida siguió normal, como si nada hubiera pasado. Sin esperanzas de ver aquella cabellera verdosa otra vez y decidido a dejar de pensar tanto en él. Muy pronto sería el cumpleaños número cuatro de Zuzu, Katsuki estaba caminando por la plaza comercial  buscando un regalo para su hijo.

No sabía si fue su imaginación pero un cierto aroma a menta llegó a su olfato, dejando al Omega totalmente paralizado, miro a los alrededores buscando una mata verde de cabellos. Su corazón se aceleró por un momento, pero no vio nada, se dijo que se estaba volviendo loco.

Pero instintivamente siguió el aroma y termino en una florería, enfrente de los girasoles de dónde provenía el olor a menta. Tomo una flor y se la puso en la nariz, además de oler a polen, podía sentir el aroma de Izuku en ella.

Lo aspiró tanto como pudo, y se sintió bien.
— En definitiva me estoy volviendo loco— Dijo el cenizo mirando extrañado la flor que dejó en el mismo lugar dónde la encontró.

Se dedicó a dejar su locura aún lado para buscar el regalo perfecto para su cachorrito y lo encontró en una zapatería, unos zapatos rojos vivos. Si, ese sería el regalo perfecto para su Zuzu.

Luego de comprar el regalo, se dirigió a recoger a su cachorros de la escuela. Los llevo a casa, hicieron tareas, cenaron y jugaron toda la tarde hasta que cayó la noche donde los cachorros se durmieron temprano.

Katsuki se quedó despierto dejando algunos exámenes calificados que al salir de estudio se quedó observando la ciudad desde la ventana, una vista muy hermosa que desea compartirla con alguien más. Apenas el Alpha apareció en su cabeza otra vez, Katsuki enseguida se quitó de la ventana gruñendo.