Esta es la historia de mi vida,
Huérfana desde los 5 meses de edad.
Mi hogar? La base humana de Pandora.
Pero todo cambió el día que el mejor regalo que nunca jamás podrá ser superado, llegó al laboratorio en manos de Harper: mi propio AVATAR.
~~•~~...
Había llegado el gran día. Finalmente, aprendería a utilizar un arco. Todos nos habíamos reunido, ansiosos por adentrarnos en el bosque y empezar a lanzar nuestras flechas, especialmente Kiri y yo, quienes aprenderíamos a utilizar esta herramienta tan significativa para la cultura Na'vi. Sin embargo, para mi asombro, al llegar al punto de encuentro, notamos con Spider que los chicos también habían traído a Tuk con ellos. La ya no tan pequeña, estaba comenzando a tener el permiso de sus padres para salir a aventurarse por las profundidades del bosque, siempre y cuando estuviera bajo la supervisión de sus hermanos. Fue así, que Tuk también nos acompañó para aprender a usar el arco.
En el camino, mientras buscábamos el tronco ideal para pintar un blanco y practicar con él, me vi cautivada por la dulzura y cuidado que Neteyam mostraba hacia su hermana menor. Marcaba el paso, señalaba cualquier imperfección del suelo y se aseguraba que el entorno fuera seguro para ella. Incluso la llevó en brazos al final del camino, cuando Lo'ak y Spider se quejaron de que Tuk no podía seguirnos el ritmo. Era una imagen sin igual. Ver a Neteyam mostrar su lado protector y adorable, era conmovedor.
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Una vez nos conformamos con un árbol, Kiri y yo tomamos la pintura blanca y celeste que ella había preparado y traído, para comenzar a pintar un objetivo circular en el tronco, mientras Tuk nos observaba muy atentamente.
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