35 🍂 My Death, and My Birth 🍂

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Después del almuerzo, Harper y yo nos sumergíamos en la tarea de lavar los platos juntas. Mientras el agua fluía y las gotas caían, entre enjuagues y secadas, sentía la urgencia de expresar lo que pasaba por mi mente. Necesitaba hablar con ella, conocer su perspectiva.
Ya le había revelado mi plan a Mo'at, y ahora me enfrentaba a la parte más difícil: compartirlo con Harper.

Con suavidad, dejé caer su nombre en la conversación, mis manos ocupadas con la vajilla. "Harper", la llamé, buscando su mirada mientras continuábamos con nuestra tarea, "hay algo que necesito decirte".

Noté cómo su expresión cambió de repente, una mezcla de seriedad y preocupación cruzando su rostro. Aunque seguía ocupada con los platos, levantó la vista hacia mí y preguntó, "¿Sucede algo?".

Llené mis pulmones de aire y, sin vacilación, dejé escapar las palabras que pesaban en mi corazón, "Quiero irme", admití, sintiendo cómo el dolor impregnaba cada sílaba. "Quiero ir al clan Metkayina", añadí, buscando sus ojos con un atisbo de temor ante su posible reacción.

Sus pestañas temblaron, parpadeando con sorpresa, pintando claramente una expresión de asombro en su rostro. Con cuidado, depositó los platos en la mesa, entregándome su completa atención. "¿Ir a los arrecifes?", logró pronunciar con voz apenas audible.

Asentí, una opresión en mi garganta mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas. "Sí", murmuré, dejando que la sencillez de esa respuesta hablara por sí misma.

"Pero ya sabes que podrás hacerlo", afirmó con voz sosegada, aunque su empeño en las tareas de limpieza revelaba una agitación sutil. Sus palabras fluían con la cadencia tranquila de un arroyo sereno. "Quizás aún no sea el momento perfecto para visitar a los Sully, pero pronto tendrás la oportunidad. Estoy segura de que Norm también se unirá", continuó, mientras sus manos se movían con rapidez sobre la vajilla, como si el acto de limpiar pudiera reforzar la convicción de sus palabras.

Alcancé su brazo suavemente, deteniendo su movimiento. Nuestros ojos se encontraron, y mi corazón dio un vuelco ante el brillo que vi en los suyos. "No hablo de solo visitarlos", le confesé con delicadeza, sosteniendo su mirada. "Lo que quiero es irme, definitivamente", admití, mi voz temblando con sinceridad.

"Pero tendrías que adoptar permanentemente tu forma avatar, no hay forma de sostener dos cuerpos allí. Además, los humanos no son bienvenidos en los clanes oceánicos", se alejó unos pasos, rascándose la cabeza mientras daba vueltas en círculos, meditando. "Sería una locura hacerlo", soltó un suspiro abatido.

"Sí, lo es", respondí con una inclinación de cabeza que transmitía mi acuerdo pleno. "Es una locura...", susurré suavemente.

 
Pero entonces, mi voz cobró fuerza, llevando consigo la tristeza y el dolor arraigados en lo más profundo de mí. "Pero, ¿No es la verdadera locura vivir una vida en soledad, una vida vacía, sin él? ¿Sin ellos?", mi tono ascendió, impregnado de una triste melancolía y del peso que llevaba acumulado en mi pecho. "Él me ha enseñado tanto que ya no sé cómo continuar sin él. ¿No es, acaso, la auténtica locura vivir sin la persona que da significado a mi existencia? Sea donde sea y de la manera que sea", permití que mis emociones fluyeran libremente, liberando los sentimientos y las penas que habían estado reprimidos, desde la partida de los Sully.

"Oh, princesa, ven aquí", me llamó con cariño, rodeándome en un abrazo cálido y reconfortante.

Después de unos minutos, cuando nuestros latidos recobraron su ritmo sereno, ella quebrantó el silencio con su voz suave pero atenta. "¿Estás segura de lo que estás diciendo?", preguntó, buscando encontrar claridad en medio de mis emociones revueltas.

My Eywa || AVATARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora