47 🫧 The Beginning of Somthing New 🫧

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Esperábamos en silencio junto a Neteyam, Kiri y Neytiri. Los mejores jinetes, y entre ellos Jake, habían partido más allá del arrecife en busca de Lo'ak, dejando un rastro de preocupación en cada uno de nosotros. Neytiri discutía con Neteyam, visiblemente más molesta que preocupada, y su tono, aunque contenido, no ocultaba el filo de sus palabras. Me aparté unos pasos con Kiri, sintiendo la tensión espesa en el aire.

"Te lo advertí, el imbécil de Ao'nung nunca tuvo buenas intenciones," murmuró Kiri, con rabia contenida.

"Lo sé, fue un error confiar en él," respondí, con el sabor amargo de la culpa en mi boca. Inquieta, comencé a morderme las uñas, lanzando miradas al horizonte. "¿Cuánto más van a tardar en encontrarlo?"

Kiri tomó mi brazo, apartando mi mano de mi boca con firmeza. "No hagas eso," susurró con preocupación en los ojos. "Te delata."

Recordé que morderse las uñas era un gesto ajeno a los Na'vi. Bajé la mano, agradecida. "Tienes razón. Gracias."

De repente, el sonido de las caracolas se elevó sobre el oleaje, cortando el aire con un eco de esperanza. Varios jinetes en skimwings regresaban de las lejanías del mar. Los cuatro nos acercamos a la multitud creciente, con Neytiri a la cabeza, avanzando imparable.

Finalmente, vi a Lo'ak junto a Jake, ambos empapados e ilesos. Observé a Lo'ak desde detrás de Kiri y Neteyam. Su figura no parecía haber cambiado. Contuve una exhalación de alivio, agradecida en silencio por su bienestar.

No hubiera sido capaz de soportar otra pérdida.

Contemplé cómo Neytiri se acercaba a Lo'ak, y una mezcla de alivio y furia chispeaba en sus ojos. Su figura era como un arco tensado, y cada palabra que lanzaba hacia su hijo caía como una flecha: dura, directa, imposible de esquivar. Sentí el peso de su enojo tan intensamente como si me estuviera apuntando a mí. Lo'ak permanecía de pie, escuchando cada reproche con la mirada fatigada, esquivando sus ojos exhausto de las palabras de su madre.

Entonces, Tonowari intervino. Su voz, tan serena como las aguas profundas, declaró lo que todos sabíamos: la culpa recaía sobre Ao'nung. Miré de reojo a Ao'nung, quien, a pesar de su usual arrogancia, parecía más pequeño, incapaz de sostener la mirada de su padre. Tonowari no alzó la voz; no necesitaba hacerlo. La gravedad de sus palabras pesaba más que cualquier grito.

Y en ese momento, cuando parecía que todo se había dicho, Lo'ak dio un paso adelante. Con voz firme, rompió el silencio y, contra toda lógica, asumió la culpa. Era algo que no había visto en él antes. Un gesto noble, aunque inesperado. Lo'ak decidió llevar el peso de la situación sobre sus hombros, defendiendo al mismísimo causante de todos sus conflictos en el arrecife.

"Fue idea mía," dijo, su mirada fija, su voz serena. "Ao'nung intentó convencerme de lo contrario."

Miré a Neteyam, creyendo por un instante que quizá yo había malinterpretado todo. Pero él estaba tan desconcertado como yo, sus ojos fijos en Lo'ak como si no pudiera reconocer a su propio hermano. Volteé hacia Ao'nung, y, aunque estaba a su espalda, noté el sutil estremecimiento de sorpresa que pasó por él. Estaba claro que ni él esperaba ser defendido así.

Nos apartamos un poco después de eso, los Sully retirándose a su propio espacio. Yo siguiéndolos desde detrás con Kiri.

"Papá, me dijiste que me hiciera amigo de estos chicos," Lo'ak intentaba explicarse con Jake, buscando en él algún rastro de comprensión. "Eso fue todo lo que intentaba..."

"No quiero escucharlo," cortó Jake en seco, su tono tan afilado que hizo que todos frenáramos el paso.

"Papá..."

My Eywa || AVATARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora