Mi marui estaba en calma, iluminado por la luz tenue de las linternas bioluminiscentes que colgaban de los bordes. El sonido del mar resonaba en la distancia, acompasado con mi respiración mientras terminaba de vestirme.
No sabía por qué había aceptado ver a Ao'nung esta noche. Tal vez porque en su voz no había juicio, solo una invitación tranquila a compartir un momento. Tal vez porque necesitaba desahogarme con alguien que no cargara las mismas cicatrices que yo.
Ao'nung no conocía la guerra. No había conocido a Spider. Para él, todo eso era una historia ajena, un eco de algo que no lo había tocado como a Lo'ak, Kiri o Neteyam.
Y por eso, él no pesaba en mi pecho.
No se hundía en mis miedos ni me arrastraba a la angustia de lo que habíamos perdido. Era solo él. Solo un espacio donde no tenía que ser fuerte, ni entender, ni consolar a nadie más.
Me vestí despacio, sintiendo la textura suave de la tela deslizándose sobre mi piel. Cada movimiento pausado.
Me aferré a esa calma, a la sensación de control que me daba arreglarme para algo tan simple como un encuentro en la playa.
Pero entonces lo sentí.
El aire cambió.
Mi piel se erizó antes de que pudiera siquiera escuchar su voz.
Me giré, y ahí estaba.
Neteyam.
Recostado contra el marco de la entrada, el cuerpo relajado pero contenido, como un depredador a punto de moverse. La luz de la luna se filtraba a través de las sombras, iluminando sus facciones, el azul profundo de su piel, el destello dorado en sus ojos.
Y era hermoso.
No de la forma en que siempre lo había sabido, sino de una manera que golpeaba diferente.
Esta noche, había algo en él que me robaba el aliento.
No habló de inmediato. Solo me observó.
Lento. Intenso.
Sentí su mirada recorrerme, desde la curva de mis hombros hasta el leve ascenso de mi respiración. Me quedé quieta, atrapada en su presencia como si fuera una fuerza inevitable, como si cualquier intento de apartarme fuera inútil.
Y entonces, con una calma devastadora, habló.
"Ven conmigo."
Su voz era baja, envuelta en un susurro que se arrastró por mi piel como un roce invisible.
"¿A donde?", pregunté soltando una risa algo incrédula.
Neteyam se separó del marco con una elegancia que me hizo tragar saliva. No habia prisa en sus movimientos, pero cada uno de ellos era calculado, cargado de intención.
Dio un paso hacia mí.
"Quiero mostrarte algo."
Mi corazón golpeó contra mis costillas.
Sus ojos sostuvieron los míos, firmes, sin titubeos.
"Ahora."
No fue una petición. No fue una pregunta.
Fue un hecho.
Y lo peor fue que yo ya sabía que iba a seguirlo.
Salimos del marui sin prisa, dejando atrás el sonido del mar rompiendo en la orilla. La arena estaba fresca bajo mis pies y el aire nocturno traía consigo el aroma salado de la marea mezclado con el dulzor de las flores que florecían bajo la luna.
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My Eywa || AVATAR
RomanceEsta es la historia de mi vida, Huérfana desde los 5 meses de edad. Mi hogar? La base humana de Pandora. Pero todo cambió el día que el mejor regalo que nunca jamás podrá ser superado, llegó al laboratorio en manos de Harper: mi propio AVATAR. ~~•~~...