Desperté en la tarde, con mis párpados pesados como plomo, sumida en un estado de somnolencia y cansancio. La noche anterior, Kiri, Lo'ak, Neteyam y yo nos habíamos aferrado al tiempo. Era nuestra última noche juntos, y no habíamos sido capaces de separarnos hasta que el sueño prácticamente se había apoderado de nosotros.Al erguirme en mi cama, me invadió súbitamente el peso de la realización: Hoy era el día.
Al recordarlo suspiré abrumada, dejándome caer con fuerza nuevamente sobre mi colchón, agotada y abatida.
El sol, que antes había bañado la habitación en una calidez dorada, como si de un filtro sepia se tratase, ahora se difuminaba en tonos grises.
Hoy era el día de la ceremonia, el día en que un nuevo Olo'eyktan ascendería. Jake desertaría, abandonaría el bosque junto a su familia. Y Neteyam, Lo'ak y Kiri, se alejarían de mi vida.
Mientras me preparaba para la ceremonia desganada y desmotivada, mi mente se inundaba de recuerdos recientes.
Los días previos habían sido absolutamente inolvidables. Neteyam y yo nos habíamos vuelto inseparables, compartiendo cada minuto juntos. Vivimos momentos de pura felicidad, disfrutando de la cercanía entre nosotros como nunca.
Nos divertiamos montando en pa'li mientras competíamos en carreras lúdicas. Volábamos por los cielos de Pandora montados sobre Taw. A su vez, también gozábamos de las tranquilas noches acurrucados, besándonos a la luz de la luna.Kiri y Lo'ak también habían estado muy presentes, a pesar de tener otras amistades, habían querido dedicar tiempo y afecto conmigo, haciéndome sentir especial.
Entre la emoción y la nostalgia de los pasados días, había encontrado milagrosamente tiempo para prepararles regalos a Kiri, Lo'ak, Tuk y Neteyam. Eran un símbolo de despedida y un recuerdo de todo lo compartido juntos. Pero más que nada deseaba que ellos tuvieran algo para recordarme en su nuevo hogar. Con esmero, guardé los presentes en una mochila que llevaría conmigo a la ceremonia.
Al salir de mi habitación, me topé con Harper, quien notó de inmediato mi semblante apagado y se acercó rápidamente con una expresión cálida y comprensiva.
"¿Tienes los regalos?", preguntó suavemente mientras veía mi mochila lista para partir.
"Sí", respondí sin ánimos.
Harper me abrazó cariñosamente, tratando de reconfortarme con su cercanía. "Vamos, acompáñame", dijo con dulzura, "comamos algo antes de partir".
"No tengo hambre", le confesé sinceramente.
Ella me miró con compasión, comprendiendo mis sentimientos. "Lo entiendo, pero aún así vendrás conmigo", insistió, tomando suavemente mis hombros y guiándome hacia el improvisado comedor donde los humanos compartiamos nuestras comidas. "Jake y Neytiri tienen mucho que preparar antes de la ceremonia, dejémoslos a solas hasta entonces", añadió.
Llegamos al comedor, y sólo bebí agua, la angustia me quitaba el apetito. Durante la comida, un aura de desánimo inundaba el lugar. No importaba cuán cercanos fuéramos a Jake y su familia, la situación nos embargaba a todos. Él era un líder ampliamente querido y respetado. La empatía por su triste situación nos llenaba a todos de tristeza, a la vez que la incertidumbre por los cambios inminentes a causa de su partida también nos preocupaban, manteniéndonos inquietos y algo temerosos.
Junto a Harper, Norm, Max y otros científicos, abordamos el helicóptero una vez que todos nos sentimos listos tras compartir una comida juntos. Me aseguré de llevar mi máscara de aire y unos binoculares especiales que se acoplaban perfectamente a ella, permitiéndome utilizarlos en el exterior.
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My Eywa || AVATAR
RomantizmEsta es la historia de mi vida, Huérfana desde los 5 meses de edad. Mi hogar? La base humana de Pandora. Pero todo cambió el día que el mejor regalo que nunca jamás podrá ser superado, llegó al laboratorio en manos de Harper: mi propio AVATAR. ~~•~~...