Capítulo 5

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Cuando cae la noche, Wei ying se acercó hasta donde se encontraba meditando el mayor. Lo observó en silencio, analizando sus facciones. Era un rostro bastante apuesto, de cierta manera se podía ver la suavidad de su piel y junto a sus claros ojos que disparaban una gran amabilidad, dudarían con tan solo verlo. Incluso ese porte tan elegante que carga consigo por clara costumbre los dejaría al descubierto en tan solo segundos.

Una cosa era fingir ser una joven pareja que viaja, y otra era fingir ser soldados.

—¿Qué ocurre, Wuxian?

—Eres demasiado perfecto, Xichen.

—¿Lo siento? —se disculpó Xichen sin comprender el significado de sus palabras. ¿Qué había hecho?. Wei ying negó, sentándose frente a él, en posición de loto.

—Necesito que te veas un poco, ¿rudo? O que endurezcas tu mirada —sugirió ella, y Xichen captó de inmediato lo que decía y arrugó su entrecejo, pero solo la hizo sonreír enternecida—. Y si mejor das una mirada neutral.

Lan Xichen recordó la mirada que utilizaba su hermano desde que eran niños, una expresión que causó malentendidos a lo largo de su crecimiento. Pocos podrían conocer lo que pasaba por la mente de él. Negó en su interior. Lo veré pronto, se dijo. Suavizó su mirada y bajo la comisura de sus labios, dejando una suave línea en esta. Wei Ying sonrió ladeando un poco su rostro, analizando la bella expresión.

—¡Excelente! ¡Esto nos ayudará! —Xichen sonrió por sus palabras-. Lo admito, me dejarás sin corazón futuro líder Lan.

—No era la intención.

—Es solo un decir, por ahora, mañana haremos nuestro momento de colarnos. Conseguí nuestras identidades. HunTao, y LingSu. Somos huérfanos, y buscamos trabajo como guardias para ganar dinero. Trataremos de quedar como simples hombres frente a ellos —recalcó ella.

—¿Hombres? —preguntó inseguro el Lan, pero Wei Ying solo asintió sonriente y emocionada por lo que harían.

—Confíe en mí, lo he hecho antes.

Eso era lo de menos, sabía que ella tenía un plan para cada cosa. Él apenas había mencionado su opinión para hacerle saber los peligros a los que estaban. Pero, él desconocía el interior del palacio, y eran pocas las veces que visitaba Qishan Wen. En esos momentos priorizaban la conferencia que los reunía, y se despedían sin hacer notar mucho su presencia.

Wei Ying continuó dando notar su punto de vista de lo que podía ocurrir cuando llegaran al lugar. Algunas ideas de una posible situación. Debían de estar preparado para cualquier evento que se pudiera presentar si los descubrían.

—Incluso podríamos fingir ser mangas cortas en el peor de los casos —sugirió ella, asintiendo comprensible, pero él apenas podía pensar en ello. Le costó tomar de la cintura, incluso tenerla tan cerca de sí mismo era vergonzoso. No quería saber a qué se refería con el fingir—. Aunque creo que no sea necesario.

—Comprendo.

Wei Ying empezó a recalcar sobre cómo era la seguridad de la secta, algunas veces su expresión variaba de molestia cuando se refería a los discípulos con los que se encontró, y no dudó en golpear para que se les bajara un poco de su arrogancia, y se intercalaba con una mirada caída cuando recordaba a su familia.

—Wen Ruohan no duda para mantener a Qing-jie a su lado. Es más seguro que algunas veces este con los herederos, para mantenerlos con vidas. Ya sabes, eso de la re-enseñanza en la que están. Podemos buscarla si tenemos oportunidad.

—Creí que no quería que nos encontrara.

—Digamos que mi hermana sabe lo que pienso antes de que yo lo sepa.

Oscuridad entre las nubes Xixianfem!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora