Bien, Nie Mingjue no estaba listo para lidiar con una mujer embarazada, ni con sus sobreprotectores familiares. Lo podía entender de Wen Qing, pero de ¿Lan Wangji? ¿A quién casi consideraba de piedra? Suspiró, mientras veían como trataban de calmar, si tener éxito.
—¿Y sí solo le decimos que venga? —otro llanto de parte de ella, una mala mirada de la doctora, y la fría expresión del Lan sobre él. Bien, ya había intentado todo.
Suspiró y decidió que sería mejor dejar que los expertos manejaran la situación.
—Está bien, está bien, no diré nada más. Dejemos que hagan lo que consideren mejor.
Wen Qing continuó tratando de consolar a Wei Ying, mientras Lan Wangji permanecía a su lado, ofreciendo su apoyo inquebrantable. Sabían que este era un momento difícil para ella, cuando una parte de ella quería estar lejos de su esposo, mientras que la otra mitad rogaba por regresar.
Con el tiempo, las lágrimas de Wei Ying comenzaron a disminuir, aunque su preocupación seguía siendo evidente en su rostro. Wen Qing se aseguró de que estuviera cómoda y le prometió que terminarían rápido lo que habían venido a hacer, para luego hacer que Xichen rogara por ella, y aunque Lan Wangji no parecía muy convencido, asintió de igual manera.
Después de un tiempo, Wei Ying logró calmarse un poco, y entre sollozos se disculpó con aquellos que la rodeaban.
—Lo siento, chicos —dijo con la voz entrecortada—. Ando más sensible de lo normal últimamente, incluso quiero llorar porque me gusta lo lindo que es el abanico de Huasiang.
Luego, cambiando de tema, Wei Ying expresó su deseo de hablar sobre los Wen y el clan Jin. Sabía que había asuntos pendientes que debían abordarse, y quería asegurarse de que estuvieran preparados para enfrentar cualquier situación que pudiera surgir. Con determinación en su voz, comenzó a discutir los detalles de lo que sabía y lo que había descubierto durante su tiempo en el pueblo de Yiling. Era evidente que estaba decidida a tomar medidas para proteger a su familia y a su nuevo hogar.
Después de horas de discusión, se llegó a un acuerdo final. Los remanentes Wen serían trasladados a una ubicación segura donde podrían vivir sin temor a represalias. El clan Nie supervisaría su rehabilitación y reintegración en la sociedad. Además, se tomarían medidas para asegurarse de que la secta Jin no pudiera causar más problemas en el futuro.
Wen Qing guió a Wei Ying a una habitación donde podría descansar. Wei Ying estaba agotada, tanto física como emocionalmente, y agradeció el gesto.
Cuando Wei Ying entró en la habitación, Lan Wangji la siguió en silencio. Sabía que su cuñada necesitaba descansar y, como siempre, estaba dispuesto a cuidar de ella. Wei Ying se sentó en la cama y miró a Lan Wangji con gratitud.
—Gracias, Lan Zhan. Realmente necesito un descanso —dijo con voz suave.
Lan Wangji asintió con una mirada tranquilizadora, aunque se sintiera en contra de dejar Gusu con la salud vacilante de ella, con lo poco que había visto desde que empezó a convivir en la secta, era la libertad con la que se expresaba. Y aunque estaba en contra del uso de la energía resentida, no había señales de que fuera a volver a utilizarla. Wei Ying no cambió como lo pensó, ni mostró signos de que fuera a hacerlo. Al final, podía confiar en las palabras de su hermano mayor... por el bien de ella.
Quizás, era eso lo que necesitaba, aunque no estaba de más que su hermano tardara un poco más en llegar al reino inmundo.
—Descansa, Wei Ying. Vigilaré —respondió con serenidad.
Wei Ying le sonrió y se tumbó en la cama, pareciéndole poco creíble que a su amigo y casi enemigo fuera tan protector en esta nueva vida. Cerró los ojos y poco a poco se dejó llevar por la pesadez que se empezaba a cernir sobre ella, por inercia llevó la mano a su ya abultado vientre, dejando caricias sueltas, en lo que murmuraba. "A-bao... se cuidadosa con esta madre..."
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Oscuridad entre las nubes Xixianfem!
Fiksi PenggemarLan xichen estaba seguro de algo, ir a una guerra no era la opción que planteó cuando la secta del sol se reveló contra las demás. El mundo del cultivo, entró en caos y con ello la destrucción de Gusu Lan a manos del hijo mayor de Wen Ruohan, Wen X...