Capítulo 19

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Wei Ying dejó escapar una risa suave, sintiendo la mezcla de emociones que fluían entre ellos. Estaba amando la imagen de ese hombre, con la mirada oscurecida y una sonrisa ladina, sin dejar de verla. El largo cabello de Xichen solo hizo que se estremeciera aún más de deseo. Era un hombre increíblemente sexy, y cada aspecto de él parecía irradiar una atracción magnética que Wei Ying encontraba irresistible.

Con un movimiento audaz, Wei Ying extendió su mano y dejó que sus dedos se enredaran en los mechones oscuros de Xichen. La suavidad y la sedosidad del cabello bajo sus dedos enviaron un escalofrío de excitación por su columna vertebral. Wei Ying mordisqueó suavemente su labio inferior, sintiendo la intensidad del momento mientras su pulso se aceleraba.

Xichen dejó escapar un suspiro entrecortado, sus ojos brillando con una mezcla de deseo y anticipación. Cerró los ojos por un momento, disfrutando de la sensación de los dedos de Wei Ying en su cabello.

—Oh, vaya. Entonces, supongo que tendré que encontrar una manera de liberarme por mi cuenta, ¿verdad?

Sus dedos hábiles jugaron con la cinta alrededor de su muñeca, intentando deshacer el nudo con una expresión de concentración en su rostro. Lan Xichen observaba con una mirada intensa, su sonrisa suavizándose mientras disfrutaba del espectáculo.

Los dedos de Lan Xichen trazaron líneas invisibles por la piel de Wei Ying, dejando una sensación de cosquilleo en su estela. Cada toque la hacía temblar y gemir, y su corazón latía al ritmo del deseo que compartían. El mundo exterior se desvanecía, dejando solo a ellos dos y la pasión que los unía.

Xichen volvió a encontrarse con los labios de Wei Ying en un beso apasionado y ardiente, un beso que expresaba todo lo que no podían poner en palabras. Sus cuerpos se movían juntos en una danza de deseo, cada roce, cada caricia, alimentando el fuego que ardía entre ellos. En ese momento, no había espacio para la duda ni el miedo, solo existía su amor y el deseo de estar unidos.

Mientras sus bocas se separaban por un instante para recuperar el aliento, Lan Xichen la miró con amor y pasión en sus ojos.

La mano de Lan Xichen acarició suavemente su cintura, descendiendo por su costado hasta encontrar el borde de su túnica. Con un movimiento suave pero firme, comenzó a deslizar la tela por su piel, revelando más de su cuerpo al contacto del aire fresco y cálido. Wei Ying inhaló profundamente ante la sensación, dejando que la anticipación y el deseo la envolvieran por completo.

De un momento a otro, Xichen detuvo sus caricias y tomó la manta que habían dejado olvidada, cubriendo a Wei Ying con ella. Besó su frente con ternura.

—Son las nueve, es hora de dormir, A-Ying.

Wei Ying dejó escapar un suspiro, aunque no pudo evitar una expresión juguetona en su rostro.

—¡Oh, vaya! ¿Ya terminó la diversión, Zewu-jun?

Lan Xichen rió suavemente y acarició su mejilla con cariño.

—La diversión continuará mañana, querida A-Ying. Pero ahora, ambos necesitamos descansar.

Luego, sin demora, Xichen se acomodó a su lado y cerró los ojos, cayendo en un profundo sueño. Wei Ying, por otro lado, se quedó mirándolo por un momento antes de soltar una risita. La mezcla de frustración y diversión llenó sus ojos mientras se acomodaba bajo la manta.

—Creo que no te daré de beber otra vez, Huan-ge. Quién diría que Zewu-jun es tan astuto cuando está bajo los efectos del alcohol —murmuró para sí misma, antes de acomodarse también y dejarse llevar por el sueño que tanto necesitaba.

Wei Ying se acomodó bajo la manta, una mezcla de satisfacción y molestia en su expresión. Observó a Lan Xichen dormir a su lado, su rostro tranquilo y sereno en el sueño. Suspiró suavemente, dejando escapar cualquier frustración que pudiera estar sintiendo.

Oscuridad entre las nubes Xixianfem!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora