Capítulo 24

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El tiempo pasó en la Secta Lan, con Xichen involucrándose en asuntos importantes y enfrentándose al consejo de ancianos en más de una ocasión. A medida que las estaciones cambiaban, la Secta florecía con un aire de renovación y esperanza. Xichen se volvía cada vez más respetado y admirado por su liderazgo y dedicación.

El gran salón del clan Lan estaba lleno de un aire solemne mientras Lan Xichen, vestido con su distintiva túnica blanca, se encontraba de pie frente al consejo de ancianos. Los miembros del consejo, todos con largas túnicas y expresiones serias, observaban al joven líder con miradas evaluadoras.

Xichen mantenía la calma, aunque sentía la tensión en la sala. Sabía que la discusión que se avecinaba sería crucial para el futuro de la secta. Se aclaró la garganta y comenzó a presentar sus argumentos con voz firme y segura.

—Honorables miembros del consejo de ancianos, les agradezco por haberse reunido hoy. Como líder de la secta Lan, es mi deber velar por el bienestar y la prosperidad de nuestra secta, y es por eso por lo que he convocado esta reunión para discutir las decisiones que debemos tomar con respecto a los territorios divididos.

Uno de los ancianos, de mirada penetrante y barba blanca, levantó una ceja.

—Lan Xichen, esta es una cuestión delicada. Los territorios divididos han sido motivo de conflicto durante años, y debemos actuar con prudencia.

Xichen asintió respetuosamente.

—Entiendo la importancia de la prudencia, pero también debemos recordar nuestros principios fundamentales. La Secta Lan siempre se ha guiado por la compasión y la justicia. Debemos considerar no solo nuestras propias necesidades, sino también las de aquellos que se han visto afectados por esta situación.

Los miembros del consejo comenzaron a debatir entre sí, expresando diferentes opiniones y preocupaciones. Xichen los escuchaba atentamente, respondiendo con argumentos sólidos y ejemplos de cómo su enfoque había beneficiado a la secta en el pasado.

Finalmente, Lan Cheng, uno de los ancianos más respetados, habló con voz grave.

—Lan Xichen, tus palabras son nobles y justas, pero no podemos ignorar las tensiones existentes entre las diferentes sectas. ¿Cómo garantizas que nuestras acciones no resulten en más conflictos?

Xichen miró directamente a los ojos de Wei Cheng.

—Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad personal de mediar y garantizar que las tensiones se resuelvan pacíficamente. Además, propongo que establezcamos un comité conjunto de representantes de las diferentes sectas para abordar estos problemas de manera colaborativa.

El consejo de ancianos intercambió miradas y murmullos mientras consideraban la propuesta de Xichen. Después de un momento de silencio, Wei Cheng asintió lentamente.

La reunión continuó con discusiones detalladas sobre los siguientes pasos a seguir. Xichen demostró su habilidad para liderar y negociar con gracia y determinación. A medida que la reunión llegaba a su fin, los miembros del consejo parecían más receptivos a las ideas de Xichen y dispuestos a trabajar juntos por un bien común.

Después de la reunión, Xichen se encontró caminando por los hermosos jardines de la secta junto a su hermano Lan Zhan. El silencio entre ellos era cómodo y familiar, pero finalmente Lan Zhan habló.

—Hermano, ¿Estás bien?

Xichen suspiró y se detuvo frente a las flores de gencianas.

—Sí, Wangji, estoy bien, solo un poco cansado.

Lan Zhan asintió, pero parecía haber algo más en su mente—. Hermano, ¿Es por la joven dama Wei?

La mención de Wei Ying trajo una sonrisa a los labios de Xichen—. Quizás... extraño estar con ella.

Oscuridad entre las nubes Xixianfem!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora