Capítulo 20

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Con tan solo despertar el sabor pastoso en su paladar la hice arrugar su expresión. Después
de todo, lo ultimo que recuerda se trataba de la discusión que tuvieron entre ellos. El toque
suave sobre su rostro, le brindó una sensación de calma momentánea a las voces que la
abrumaron en la oscuridad, Podía sentir calor, y su cuerpo temblar involuntariamente. Dejaba escapar leves quejas, en lo que batallaba por abrir sus ojos.

—Descansa un poco más, joven maestra Wei... —apenas logró escuchar, y hizo una mueca
tratando de sonreir al saber de quien se trataba—. Me aseguraré de que se sienta mejor..

—Gracias... a-yao...

Al despertar nuevamente, Wei Ying se encontró con la mirada de Meng Yao. Sus ojos reflejaban una mezcla de determinación y seriedad que captó de inmediato su atención. Wei Ying se incorporó con cuidado, sintiéndose un poco más recuperada, pero aún débil por la fiebre, notó como su ropa de igual manera fue cambiada.

—¡Oh! ¡Joven maestro! —exclamó en lo que rodeó con sus brazos el torso, y agudizó mucho más su voz—. ¡Se ha atrevido a cambiar a esta dama!

—Joven maestra Wei.

—¡¿Qué será de mí ahora?!

—Soy manga corta, maestra —respondió de inmediato, ganándose una carcajada de la menor, mientras él sentía como sus mejillas se calentaban por sus palabras.

—Sé que Meng yao sabe apreciar la belleza.

—¿Está bien si apreció a Zewu-jun? —la mirada de Wei ying se oscureció de inmediato—. Solo- solo bromeo, joven maestra Wei, sé de antemano de su compromiso.

—¿Compromiso? —repitió ella, en lo que siguió con la mirada en donde señalaba él, notando la cinta que envolvía su muñeca—. Oh...

—Sí, espero estar invitado para su boda, joven maestra.

—No, no creo... —titubeó en decir, ¿Seguirían juntos ahora que sabía lo que tanto oculto?

«Prometí protegerte», resonaron las palabras de Lan Xichen en su mente, y su expresión lastimosa seguía aun en su mente. Wei Ying apretó los puños, luchando contra las lágrimas que amenazaban con caer.

—a-yao, ¿alguna vez has amado tanto a alguien que te asusta perderlo? —preguntó en un susurro, su voz cargada de vulnerabilidad.

Meng Yao asintió lentamente, su expresión comprensiva.

—El amor puede ser una fuerza poderosa y aterradora al mismo tiempo —respondió—. A veces, nuestras decisiones nos llevan por caminos inciertos, y es normal sentirse perdido en medio de esa confusión.

Wei Ying miró hacia abajo, sus manos retorciéndose en su regazo. El miedo de perder a Lan Xichen la atormentaba, como un fantasma que no la dejaba en paz. Había regresado a su vida de manera inesperada, haciéndose un lugar en su corazón de una manera que nunca había anticipado. Amar a Lan Xichen la llenaba de alegría y de temor a partes iguales. No quería perderlo, no después de haber encontrado en él una conexión tan profunda.

Pero al mismo tiempo, el hecho de amarlo la asustaba.

Se mordió el labio inferior, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escapar. ¿Cómo podría enfrentar todo esto? ¿Cómo podía reconciliar sus deseos con las responsabilidades que pesaban sobre sus hombros? El camino hacia adelante parecía oscuro e incierto, y ella anhelaba respuestas que parecían esquivarse.

—No importa lo que suceda, siempre será una parte esencial de mí —susurró, más para sí misma que para Meng Yao—. Y haré todo lo posible para protegerlo, incluso de mí misma.

Oscuridad entre las nubes Xixianfem!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora