Capítulo 23

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Lan Xichen se despertó antes de que lograr amanecer como de costumbre, el suave resplandor del sol filtrándose por las cortinas de la habitación. La sensación de calidez a su lado lo hizo girar suavemente la cabeza. Allí, dormida a su lado, estaba Wei Ying, con la respiración pausada y aferrada a su brazo como si temiera que él pudiera desaparecer en cualquier momento.

Una suave sonrisa se curvó en los labios de Xichen mientras observaba a la mujer que tenía a su lado. El cabello oscuro de Wei Ying caía en cascada sobre la almohada, y su rostro estaba sereno en el sueño. La ternura llenó el corazón de Xichen mientras la miraba, sintiéndose afortunado de tenerla a su lado.

Con cuidado, Xichen se movió ligeramente para cubrir un poco más a Wei Ying con las sábanas. El aire matutino era fresco, y no quería que ella sintiera frío. Mientras lo hacía, notó las marcas que habían quedado en su piel, señales de su pasión compartida durante la noche anterior. Se sonrojó al recordar los momentos íntimos que habían compartido, pero no podía evitar sentirse feliz por ello.

Xichen tomó su muñeca con dos dedos, sintiendo el latido de su pulso bajo su piel. Cerró los ojos por un momento, concentrándose en la energía que fluía a través de ella. Podía sentir la calidez característica de un núcleo dorado sano, pero también percibía una ligera irregularidad, como si hubiera sido afectado por la energía resentida en el pasado.

La preocupación se apoderó de él mientras evaluaba el estado de su núcleo dorado. Sabía que Wei Ying había usado la energía resentida en varias ocasiones para proteger a quienes amaba, y eso no era algo sin consecuencias. Aunque su núcleo dorado parecía estable en ese momento, Xichen sabía que debían ser cautelosos en el futuro.

Después de unos momentos, soltó su muñeca con cuidado y con cuidado, Lan Xichen apartó un mechón de cabello del rostro de Wei Ying.

Mientras observaba a Wei Ying dormir, una determinación silenciosa se apoderó de él. Haría todo lo posible para protegerla, para ayudarla a sanar y para asegurarse de que nunca tuviera que enfrentar sola los peligros de la energía resentida nuevamente. Sabía que el camino sería difícil, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío con tal de mantenerla a su lado, donde pertenecía.

Wei Ying comenzó a despertar lentamente, sintiendo cada músculo de su cuerpo protestar con dolor. Se quejó suavemente, sin abrir los ojos, mientras se aferraba aún más a Lan Xichen, como si temiera que él pudiera desaparecer si lo soltaba.

—Oh, Huan-ge, me duele todo el cuerpo —murmuró con voz adormilada, sus palabras entrecortadas por pequeños gemidos de incomodidad—. Lan Huan~ —antes de volver a acomodarse y apretarse más contra él—. No te vayas, duele menos cuando estás cerca.

Xichen sonrió al escucharla, observándola con cariño. Sus ojos estaban aún cerrados, y la forma en que se aferraba a él lo llenaba de una ternura indescriptible. No pudo resistirse a la tentación y bajó la cabeza para besarla profundamente.

El beso la tomó por sorpresa, y Wei Ying emitió un pequeño sonido de sorpresa antes de rendirse completamente al beso. Sus labios se movieron juntos en un baile suave y apasionado, y se separaron solo cuando la falta de aliento se hizo evidente. Wei Ying respondió con entusiasmo, sus labios curvándose en una sonrisa contra los de Xichen.

—¡Te amo, te amo, te amo! —susurró Wei Ying entre besos.

Xichen rió con suavidad antes de responder: —También te amo, mi querida a-ying.

Wei Ying se quejó de nuevo, esta vez con un tono juguetón—. Debiste ser más cuidadoso, Lan Huan. Me siento como si hubiera sido arrojada desde una montaña.

Aún con los ojos cerrados, sonriendo perezosamente. Xichen acarició suavemente su cabello desordenado y luego se inclinó para darle un beso en la frente.

Oscuridad entre las nubes Xixianfem!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora