Capitulo 23

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Narra Flavia 

Eran pasadas de las 23:00 cuando pude llegar a la clínica, en cuanto puse un pie dentro vi a Gonzalo sentado en la sala de espera junto a Oscar, camine despacio hasta ellos, tenía miedo de lo que pudieran decirme, los dos tenían lágrimas en sus ojos y sus manos temblaban. 

Gonzalo fue el primero en verme, se acercó a mí y me abrazó con fuerza, cuando nos separamos él negó levemente, sentí un nudo formarse en mi garganta mientras mi estómago se revolvía. 

– ¿Qué pasó? 

– Los peritos dijeron que el auto se quedó sin frenos 

– ¿Les dijeron algo más? 

– Las dos acaban de entrar a cirugía– asenti y los dos caminamos cerca de Oscar para sentarnos junto a él y esperar

– ¿Saben algo más de lo que pasó? 

– Las dos estaban inconscientes cuando las encontraron y Javiera tuvo un paro de camino acá 

Los tres nos quedamos callados, sentados en la sala de espera. Las horas pasan tan lento que siento que van a terminar por enloquecerme, Gonzalo y Oscar dan vueltas por todo el pasillo esperando a que alguien nos diga algo, mientras que Emiliano no paró de mandarme mensajes esperando que le diga algo.

Cuando pasaron casi tres horas una enfermera se acercó a avisarnos que la prensa estaba afuera y querían que alguien diera noticias sobre Javiera, los dos hablaron unos cuantos minutos y decidieron que esperarían algún informe del médico para saber que decirle a la gente. 

No podía seguir quieta esperando, me paré de la silla y caminé hasta el ventanal que daba a la calle, toda la clínica estaba rodeada de cámaras, micrófonos y reporteros que esperábamos por una noticia de Javiera al igual que nosotros. 

– Ahí vienen las doctoras – me acerque de nuevo cuando escuché la voz de Oscar

– ¿Ustedes son los familiares de Mariela Saldaña y Javiera Cáceres? 

– Si, somos nosotros, ¿cómo están ellas? 

– Ambas cirugías salieron bien, ahora están estabilizados pero siguen delicadas y no están fuera de peligro por lo que las pondremos en la UCI

– ¿Y ahora qué va a pasar? 

– Debemos esperar a que reaccionen 

– ¿Y podemos verlas?– esperaba realmente que nos dejaran entrar a verlas aunque sea unos segundos 

– Una vez que estén instaladas tendrán un horario determinado, de 18:00 a 19:00 y en la mañana de 12:30 a 13:00, podrán entrar dos de ustedes por habitaciones sin posibilidad de cambio 

Las dos doctoras se alejaron de nosotros para seguir con su trabajo, me alejé hacia los pasillos para poder llamar a Emiliano. 

*Llamada* 

– Hola Fla, ¿cómo está Javiera?, ¿les dijeron algo? 

– Milito…

– ¿Qué pasa?

– Las dos cirugías salieron bien, pero las dos están en la UCI siguen delicadas y podremos entrar en un rato 

– Okey, mantenme informado de cualquier cosa

– Lo haré 

*Fin de la llamada* 

Después de hablar con Emiliano volvió a sentarme junto a Gonzalo, todavía teníamos varias horas antes de que pudiéramos entrar.  

A las 12:30 Gonzalo y yo nos dirigimos a la habitación de Javiera, su doctora nos había dado guantes y cubrebocas para dejarnos entrar. 

En cuanto se abrió la puerta me quedé quieta mirándola, las máquinas a las que estaba conectada emitiendo sonidos constante, mostrando que ella aún está con vida.

Javiera se veía frágil, tenía una venda rodeando su cabeza, le habían hecho puntos sobre la ceja derecha, estaba intubada era lo que le permitía respirar en este momento y tenía un suero en su brazo izquierdo. Avance unos pasos quedando más cerca de la cama, Gonzalo me imitó quedando del otro lado. 

– Se ve tan frágil 

– Ella va a salir de esto- Gonzalo me miró mientras pasaba una mano distraidamente en su pelo

– ¿Tú crees?

– Eso espero realmente

Pase mis dedos delicadamente por su pelo, siento tanto miedo de que un movimiento brusco terminara por romperla, mis ojos se llenaron de lágrimas mientras la veía, aunque pasaron tres años esperaba poder decirle lo que de verdad siento, en todos estos años jamás pude olvidar el sabor de sus labios, ni la sensación de tranquilidad que me daba estar con ella. 

Cuando pasaron los 30 minutos tuvimos que salir, Oscar hacía lo mismo de la habitación de su hermana. 

– ¿Cómo está Javiera? 

– Era como ver a una muñeca de cristal– Gonzalo fue el único que se atrevió a contestar, pero tenía el mismo pensamiento que yo 

– Me paso lo mismo con Mariela

Volví a dejarlos hablando, camine de nuevo hasta el gran ventanal, ahora no solo estaban los periodistas, también estaban los fans de Javiera, logre reconocer que estaban cantando

Dos extraños bailando bajo la luna
Se convierten en amantes al compás
De esa extraña melodía que algunos llaman destino
Y otros prefieren llamar casualidad

Podía reconocer la canción, era la que Javiera había cantado esa noche en el bar, la última vez que hablamos y la última vez que nos besamos. 

– Oscar va a salir a hablar con la prensa– Gonzalo se acercó a mí y puso una mano en mi hombro

— Míralos, están aquí por Javiera 

Oscar salió para dar un comunicado a la prensa, aunque los periodistas hicieron varias preguntas, él se limitó a decirles lo poco que las doctoras habían dicho.

– "... mi hermana Mariela Saldaña y Javiera Cáceres tuvieron un accidente cuando volvían de Valparaíso, el auto en el que venían se quedó sin frenos y se descarrilaron.
Ambas pasaron por las cirugías correspondientes pero todavía no están fuera de peligro y fueron puestas en la UCI, seguimos esperando cualquier evolución que tengan. Gracias a todos por estar pendientes. "

Mientras lo miraba solamente podía pensar en la ganas que tengo de que todo esto sea una maldita pesadilla, poder tomar a Javiera y llevármela lejos, olvidarnos de todo, de Isidora, de Maira, hasta de su carrera en la música y de la empresa. 

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Narradora 

Mientras tanto a varios metros de distancia en pleno callejón, dos autos se detenían y a la vez dos personas bajaban para encontrarse. 

– Ya quedo, tuvieron un accidente cuando volvían de Valparaíso 

– ¿Estás segura de que nadie se va a dar cuenta? 

– Yo se lo que hago, contrate a la mejor persona para hacer esto,  los peritos dijeron que solamente se quedaron sin frenos, nadie sospecha nada

– Espero que realmente nadie sospeche, porque si no será nuestro fin

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N/A: Hola, aquí el tercer capitulo de esta pequeña maratón de fin de semana largo.
Por fin Flavia pudo llegara la clínica para ver a Javiera y estar a su lado, ahora solo queda saber quienes están detrás del accidente y porque hicieron lo que hicieron.


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