Capítulo 17

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Narra Javiera 

Después de que Flavia se fue volví a mi departamento para prepararme. Tome una ducha, me cambié y cuando estaba por salir Gonzalo me escribió. 

*– Javi paso por ti en 5* 

*– No te preocupes, puedo tomar un taxi o un uber* 

*– No voy a dejarte ir en un taxi o en un uber, es peligroso y puedo pasar por ti* 

*– Bien, te espero* 

Esperé unos minutos hasta que Gonzalo llegó, subí a su auto y lo saludé. Manejo por unos cuantos minutos pero podía sentir su mirada insistente en mi.

– ¿Está todo bien?, te noto algo rara 

– Estoy 

– ¿Pasó algo?

– Flavia paso por la cafetería hoy 

– ¿Y?, ¿Cómo te fue hablando con ella?

– Volvió con su ex 

– Oh…– él se quedó callado mirando la calle mientras conducía, abría y cerraba la boca intentando encontrar qué decir– ¿Y cómo estás con eso? 

– No éramos nada, no puedo meterme en ello 

– Pero tu la quieres 

– Que yo la quiera no quiere decir que ella también– se limitó a asentir, mientras yo me perdía viendo por la ventana. 

Esa era nuestra verdad, que yo la quiera no dice que ella también me quiere a mi. Un rato después llegamos al bar donde haría mi presentación, en cuanto bajamos vi a Oscar esperándome en la entrada. 

– Javi

– Hola Oscar– lo saludé, ahora si notaba los nervios subiendo por cada centímetro de mi cuerpo, esta presentación prácticamente era lo que definiría mi carrera.

– ¿Estás lista?, ya están esperando por ti 

– Si, solo déjame buscar mi guitarra– volví al auto de Gonzalo y tome mi guitarra– estoy lista 

Los tres caminamos dentro del bar, Oscar se encargó de presentarme con el dueño, quien me acompaño a la parte trasera del escenario. Espere por unos minutos hasta que me presentaron. 

Suspire antes de subir, el escenario era un poco más grande que el del bar de Rocío y se notaba que el bar era un poco más conocido, ya que estaba sumamente lleno.

– Me desperté llorando

Soñé que no volvías

Que no llegaba a tiempo quizás

Quizá a tu despedida

Las lagrimas saladas

Mojaban mis mejillas

Mi carita empapada

Los sueños

Los sueños que morían

Mientras cantaba busque a Gonzalo, él estaba sentado en la barra junto con Oscar, ambos parecían felices por la presentación. Alzaron sus vasos en un gesto de brindis hacia mi.

Te siento en ese beso

Que no fue

Te siento en las ausencias

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora