Capítulo 30

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Narra Javiera

Cuando abrí los ojos note que estaba tapada solamente con una sábana de seda blanca, la luz del sol entraba por la ventana, el lado donde Flavia tenía que estar durmiendo estaba vacío y frío, quería decir que ella se había levantado hace varios minutos, me levante, busque la ropa que me había prestado ayer, me cambié rápido y baje.

Flavia estaba en la cocina preparando el desayuno, me quedé parada en la puerta viéndola, se movía con soltura y rapidez, picaba algunas frutas mientras preparaba café y tostaba un poco de pan.

– Buenos días Betancourt– giró sonriendo, dejó las cosas que tenía en sus manos y se acercó a mí, puso una de sus manos en mi cintura, dejando la otra en mi cuello.

– Buenos días linda– me dio un beso

– ¿Preparas el desayuno?

– Lo intentó– camino de nuevo hasta la mesada y terminó de preparar todo el desayuno, entre las dos llevamos las cosas a la mesa

– Te quedo muy bien todo

– Gracias

Nos quedamos desayunando durante unos cuantos minutos mientras hablábamos, habíamos acordado que tendríamos que hablar con la familia de Flavia y yo hablaría con Oscar para hacer pública mi relación en la presentación.

– ¿En cuantos días es la presentación?

– En cinco días, es para presentar el nuevo disco, "Wherever I go"

– Es la canción que le escribiste a Mariela– asentí– eso es muy lindo

– Ayer termine la última y tengo que ir grabar en un rato, además quería preguntarte algo

– Claro

– La canción del otro día, ¿Puedo ponerla en el disco o la quieres solo para ti?

– Es tu canción, puedes hacer lo que quieras con ella

– Linda, esa canción es tuya, la hice para ti y si me dices que solo quieres tenerla tu lo voy a respetar

– ¿Lo dices en serio?

– Claro que si, es tuya

– Entonces ponla en el disco, quiero que más personas puedan disfrutar de ella– sonreí, me acerqué un poco más a  ella y la bese

– Eres linda por la cresta– estaba por volver a mi lugar cuando escuché que mi celular sonaba, camine hasta la sala y lo tome, leí el mensaje rápido

– ¿Todo bien?– Flavia se acercó a donde estaba

– Es Oscar, quiere saber en cuanto llegó

– ¿Tienes que irte ya?

– Le voy a avisar que llego un poco más tarde, te ayudo a limpiar aquí y salgo

– Puedo hacerlo yo, ve si tienes que ir

– Tranquila– escribí un mensaje rápido– además tu ya hiciste el desayuno y tengo que cambiarme todavía

– Tu ropa– me miró durante unos segundos– no pusimos nada a lavar, todavía está llena de harina, huevo y agua

– Bueno entonces tendré que pasar por mi casa a buscar un cambio

– Puedo prestarte algo más, los pantalones te quedaron bien y la camisa… podrías anudarla

Entre las dos limpiamos las cosas que usamos para el desayuno, Flavia me dio un cambio de ropa y tomé una ducha,  trate de no tardar mucho, cuando baje ella  estaba sentada en el sillón.

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