Narra Javiera
Después de tomar un baño para refrescarme me puse mi remera y short para dormir, tome mi celular, guarde el número que me habían dado; dude un segundo pero decidí escribirle.
*– Hola Flavia, soy Javiera… estuve hoy en el bar cantando y tu hermano me dijo que le pediste que me diera tu número, no se si realmente es cierto, pero creo que deberías saberlo*
Narra Flavia
El camino fue algo silencioso, Teresa y Emiliano se daban algunas miradas sin saber quién de los dos iba a hablar, decidí dejarlos para que hablaran cuando tuvieran ganas.
Estacione frente a la casa de nuestros padres, los dos se despidieron y bajaron. Conduje hasta mi nueva casa, deje mi cartera en el sillón, subí despacio las escaleras.
Mientras me ponía el camisón para dormir escuché que mi celular sonaba en un mensaje, lo tomé porque me parecía raro que alguien me escribiera a esta hora.
Cuando leí el mensaje que me había mandado Javiera supe porque mis hermanos se habían comportado tan raro en el auto, decidí contestarle.
*– Hola Javiera, perdona fue idea de mis hermanos Emiliano y Teresa, en serio perdona no quería causarte una molestia*
Lo único que podía pensar era que debía matarlos, como pudieron pensar en darle mi número, seguramente ella tendría a personas mucho más interesantes con las cuales hablar.
Mi celular volvió a sonar y vi que ella me había contestado.*– Jaja, tranquila no es ninguna molestia, es más si tu quieres podemos seguir en contacto, te vi hoy y me pareciste una mujer interesante*
¿Ella me cree interesante? sonreí levemente recordando su mirada, su sonrisa y como cantaba. Agende su número en mi celular y le conteste.
*– No soy tan interesante, pero claro que me gustaría seguir en contacto contigo*
Narra Javiera
Me desperté cuando sonó la alarma de mi celular, la apagué y me cambié rápido, no quería llegar tarde al turno en la cafetería.
Tomé mi mochila, salí directo al trabajo. En cuanto llegué a la cafetería me puse mi delantal y empecé a limpiar las mesas. Los primeros clientes empezaron a llegar y me dispuse a atender.
Gonzalo llegó por su café cerca del mediodía y trajo también mi guitarra que había dejado en su auto.
– ¿Qué hiciste con el número de anoche?
– Le escribí para decirle que me habían dado su número– él solo nego mientras reía
– Rocío me escribió y me dijo que quisiera verte esta noche en el bar
– Claro— ¡Oye cabra ponme un café doble!– Gonzalo me miró y supe que estaba al borde de gritarle a ese tipo
– Ni se te ocurra, es mi trabajo tengo que cuidarlo
– ¡Apúrate con ese café niña!– prepare el café y lo lleve hasta la mesaMerino era un empresario que trabaja en una de las empresas más importantes de Chile, suele venir todas las mañanas a tomar un café.
Intento pedirme una cita algunas veces pero realmente no me interesa y hay veces que se vuelve algo incómodo.Volví junto a Gonzalo para seguir con mis cosas, limpie la barra rápido y él tomó mi mano para frenarme
– ¿Está todo bien?
– Si, ya sabes que no puedes pelearte con los clientes, harás que me corran
– Es un imbécil
– Lo sé, ¿harás algo en un rato?
– Tengo que volver al trabajo, perdona
– Tranquilo, voy a tomar mi descanso en la plaza de enfrente
– Nos vemos luegoAl mediodía tomé mi descanso para almorzar, salí con la guitarra y un sanguche directo a la plaza. Me senté en el pasto intentando crear una nueva canción.
Quería intentar tener nuevo material para la presentación que Rocío me estaba ofreciendo esta noche, anoté algunas cosas en una hoja pero no era lo que quería.
Rompí la hoja y escuche que mi celular sonó, lo tomé para leer el mensaje
*– No deberías enojarte con una hoja, ¿que te hizo para que estés tan molesta?* sonreí ante el mensaje de Flavia
*– Solo estoy intentando sacar una nueva canción y no lo consigo*
*– Me gusta el color de tu guitarra, anoche no pude verla bien*
*– ¿Dónde estás?, tú puedes verme pero yo no*
*– ¿Puedo acercarme?*
*– Claro*
Pocos segundos después la vi acercarse a donde yo estaba, dejé mi celular y la guitarra en el pasto. Flavia me miraba a unos pocos pasos, desde donde estaba podía apreciar su pelo rojizo que resaltaba con el sol.
Tenía un pantalón rojo que hacía juego con la chaqueta, y ahora que estábamos más cerca notaba el color celeste de sus ojos.
– ¿Puedo?– señaló el lugar frente a mi y asentí para que ella se sentara
– Hasta que al fin nos vemos las caras frente a frente
– Oye en serio quiero pedirte perdón por lo que hicieron mis hermanos
– Tranquila, no me molesta y tampoco creí que nos veríamos tan rápido
– Trabajo cerca, estaba volviendo cuando te vi
– No nos hemos presentado formalmente– extendí mi mano a ella para que la tomara– Javiera Cáceres
– Mucho gusto Javiera, soy Flavia Betancourt– cuando estrechamos nuestras manos sentí una pequeña corriente.
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Serendipia
FanfictionSerendipia: Descubrimiento o hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual o por destino, o cuando se está buscando una cosa distinta.