Serendipia

Capítulo 24

N/A: Recomiendo leer el capítulo escuchando Lover de Taylor Swift, me ayudó mucho mientras lo escribía.
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*Cinco días después*

Narra Flavia 

Los días pasaban lentos, había decidido quedarme en casa de mis padres ya que la clínica queda más cerca de su casa cosa que me llevó a una gran discusión con Isidora. Gonzalo y yo entrábamos todos los días a ver a Javiera, mientras que Oscar se iba turnando con su madre. 

Los policías habían determinado que el accidente se dio por la falta de líquido de frenos, lo que terminó provocando que Mariela no lograse controlar el auto y se descarrilaran, en cuanto tuvieron eso resuelto nos entregaron los celulares, los bolsos con la ropa y la guitarra de Javiera.

*Flashback* 

– Ten, la necesitas más que yo en este momento– Gonzalo se acercó a mí con la guitarra se Javiera 
– ¿Seguro no quieres tenerla? 
– Tómala, quiero que se le devuelvas tu a Javiera cuando esté consciente– asentí y tomé la guitarra

Desde ese momento me la llevé a casa de mis padres, no quería separarme de ella, estaba segura que en algún momento se la devolvería pero también existía el miedo dentro de mí, de que eso sea lo único que me quedase de ella 

*Fin del flashback*

Después de un rápido desayuno con mis padres y Emiliano salí directo a la clínica, Gonzalo me había mandando un mensaje que decía que fuera rápido sabía que tal vez algo se había complicado, maneje por casi 15 minutos, entrar me costó bastante, el lugar estaba repleto por los fans de Javiera. 

Apenas estacione vi a Gonzalo esperándome en la puerta, su cara se veía cansada, aunque no podía decir mucho seguramente estaba igual, camine hasta él y ambos entramos. 

– ¿Qué pasó
– Javi se complicó 
– ¿Qué?
– La doctora dijo que debemos despedirnos, es casi seguro que no resista 
– No– las palabras de Gonzalo resonaban en mi cabeza 
– Flavia tampoco quiero esto, pero Javiera merece que estemos para ella, entra tu primero– lo mire unos segundos, no podía creer que él estuviera diciéndome eso. 

Abrí la puerta de la habitación donde estaba la morena, camine despacio hasta estar a su lado, acaricie su mejilla unos segundos, su piel estaba fría y pálida, no era ella pero lo era a la vez. 

– No quiero tener que hacer esto, no quiero despedirme de ti, ambas fuimos idiotas por no luchar un poco más para estar juntas pero no nuestra historia no debería terminar así, deberíamos tener más oportunidades, más momentos juntas pero si esto es lo que tiene que pasar ¿que me queda más que aceptar? 
Te amo y fuiste lo mejor que me pudo pasar, no nos conocimos mucho pero diste vuelta mi vida en segundos, conocerte hizo que mi vida tuviera un poco más de sentido, nunca voy a olvidarte y nunca voy a dejar de amarte, así que te llevas eso de mi, todo mi amor lo tienes en tus manos y se que lo vas a cuidar. 

No fue necesario decir nada más, era como si ella hubiera estado esperando esas palabras para poder irse, las máquinas empezaron a sonar indicando la pérdida del pulso, la doctora abrió la puerta pero supe que no había mucho más por hacer. 

Sentía mi vista nublada, veía como poco a poco ella se escapaba de mis manos y yo no tenía manera de agarrarla para retenerla a mi lado. Quería gritar pero nada salió de mis labios, solamente las lágrimas caían por mi cara.