Serendipia

Capítulo 25

N/A: Hola, recomiendo que escuchen, "Cómo olvidarme" de la beriso con este capítulo
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Narra Flavia

Javiera dormía en su habitación, después del episodio que había tenido en el pasillo, la doctora me pidió que la dejara descansar y me permitió quedarme con ella, tenía que decirle lo que había pasado con Mariela, pero me daba lastima tener que ser yo quien se lo dijera.
Después de dos horas despertó, me miró con sus ojos llenos de lágrimas y una expresión cansada se dibujaba en su cara.

– Javi– me acerque a ella
– ¿Mariela, ella…?– tome aire y me senté a su lado en la camilla
– Su corazón no aguanto, lo siento Javi, pero ella falleció
– No, no, no… ella– quiso levantarse de la camilla pero no la deje, la empuje despacio por los hombros y la hice sentarse de nuevo
– Javi tranquila– la tome de los brazos para poder abrazarla– shh… respira
– Ella… no
– Respira
– ¡NO!– quiso empujarme lejos de ella pero no tenía fuerza, crucé mis brazos por su espalda encerrandola, dejando sus brazos pegados a mi abdomen impidiéndole cualquier movimiento brusco.

La abrace con fuerza sintiendo los espasmos de su cuerpo y sus lágrimas mojando mi cuello, acaricie su pelo buscando tranquilizarla, pero era difícil, dejo escapar un grito con todo el dolor que sentía.

La entendía, Oscar me había contado que ellas se habían vuelto inseparables los últimos tres años y este maldito accidente destruyó todo.

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Narradora

La noticia de la muerte de Mariela Saldaña tras el accidente había recorrido rápidamente varios medios de comunicación, los periodistas buscaban principalmente la palabra de Oscar o Javiera, pero ambos habían optado por ignorar cualquier intento de comunicación con ellos.

– Dijiste que no iba a morir nadie en ese accidente
– Se suponía que nadie iba a morir
– ¿Y ahora que hacemos?
– Nada
– ¿Nada?, te recuerdo que una persona murió por nuestra culpa
– No fue nuestra culpa que ella esté sobre ese auto
– Por favor Isidora alguien murió por nuestra culpa
– Bien que no te molesto mientras solo fue un accidente
– Una cosa es un accidente y otra muy distinta matar a alguien
– Nosotras no la matamos, ella estaba sobre ese auto
– Yo no voy a seguir con esto
– Ni se te ocurra delatarme Maira, porque voy a decir que tu tambien tuviste que ver en esto

Ambas se observaron en silencio durante unos segundos, ninguna había creído que ese accidente que ellas habían provocado terminaría matando a Mariela pero ya estaba hecho y solo ellas sabían que era lo que había pasado.
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Narra Flavia

La ayudé a pararse de la cama, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su mirada era triste, cansada, me puse detrás de ella para subirle el cierre del vestido.

– ¿Lista?– asintió despacio y bajamos las escaleras de su casa, en la sala Gonzalo nos esperaba sentado en el sillón, apenas la vio se acercó para abrazarla
– Vamos, ya es la hora– tomó su mano y la guió fuera

Todo el camino al cementerio fue en completo silencio, Javiera se limitó a mirar por la ventanilla, cuando bajamos Oscar y su familia se quedaron a su lado, Gonzalo y yo estábamos a unos metros de ella, cuidándola, hacía dos días había salido de la clínica y seguía delicada.